tag:blogger.com,1999:blog-21350020981609709112024-03-13T20:35:54.353+01:00Los años 70Con los cuarentaytantos... bien podría decirse, que con suerte, estamos en la mitad de nuestras vidas. Quizá es momento ahora de volver la vista atrás y recordar con nostalgia esos años en los que a pesar de los curas, las monjas y la dictadura, tuvimos unos padres que se ocuparon de que no nos faltase de nada. Y... Por qué no? Disfrutar plenamente de aquellos niños que fuimos, y que, algunos... seguimos siendo.El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.comBlogger212125tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-29303240751576424632014-05-22T16:34:00.000+02:002014-05-27T12:05:52.812+02:00El empleo del futuro, o el futuro del empleo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-oYqveaB8r50/U34GOkG7FdI/AAAAAAAABmE/g1HUhimqHkk/s1600/TX2Console.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-oYqveaB8r50/U34GOkG7FdI/AAAAAAAABmE/g1HUhimqHkk/s1600/TX2Console.jpg" height="240" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #b45f06; font-family: Georgia; font-size: x-large;">N</span><span style="color: #222222; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">uestros
padres y abuelos siempre nos contaban que en sus inicios profesionales
empezaron trabajando como aprendices en alguna fábrica o taller, y que a partir
de ahí, con el tiempo y con la experiencia necesaria acumulada, llegaban poco a
poco a ocupar puestos de oficiales de primera, de encargados, de jefes de
departamento, etc., y así... hasta su jubilación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Con edades
comprendidas entre los 12 o los 14 años, nuestros mayores iniciaban su vida
profesional y en no pocos casos se jubilaban en la misma empresa en la que
empezaron; es decir, que pasaban cincuenta años de su vida en el mismo entorno
laboral, contemplando las caras de los mismos compañeros de trabajo y
realizando a diario la misma labor, fuese la que fuese.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<br /></div>
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">También hay abuelos y padres que por haber tenido la posibilidad de
acceder a estudios universitarios, gozaron de vidas laborales distintas, con
trabajos cambiantes, entornos distintos, e incluso moviendo su residencia,
viajando y formándose y desarrollándose profesionalmente en países extranjeros.
Pero eso, salvo contadas excepciones, quedaba reservado para “los otros”, para
los que disponían de posibilidades económicas. La mayoría de abuelos y de
padres a los que me refiero se habían trasladado del pueblo a la ciudad con
pocos recursos y con una escasa, e incluso nula, formación académica, de modo
que muchos de los puestos que ocupaban eran, o bien como consecuencia de una
tradición familiar, o porque por casualidad o a través de alguna persona
conocida se encontraban de repente con un empleo que iba a convertirse en el
quehacer del resto de su vida y del que en la mayoría de los casos, nos
hablaron con cierta satisfacción.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-O1sPA0EEjVg/U34Go4wRFII/AAAAAAAABmM/6YPNkX89AWI/s1600/img136.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-O1sPA0EEjVg/U34Go4wRFII/AAAAAAAABmM/6YPNkX89AWI/s1600/img136.jpg" height="232" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nuestro
caso fue ligeramente distinto. Los que pertenecemos a las décadas de los 60’s o
de los 70’s pudimos gozar de mejores condiciones y posibilidades, y gracias al
esfuerzo de nuestros mayores que nos proporcionaron unos estudios, pudimos
alcanzar una formación que nos preparaba para un futuro y que en el mejor de
los casos, nos permitió, incluso, escoger qué queríamos ser cuando fuésemos
mayores, formarnos en ese sentido y tratar de hacernos un hueco en la que era
nuestra especialidad y para la cual nos habíamos estado preparando; o eso, o
acceder a empleos inesperados, alejados de nuestras metas profesionales, pero
privilegiados en aquellos años 80 –la década de los 3.000.000 de parados- por
haber conseguido un empleo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<br /></div>
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En cualquier caso, nuestros quebraderos de cabeza en aquella, nuestra
juventud, no iban más allá de que en base a nuestra formación teníamos algunas
posibilidades en según que mercados, sectores profesionales, empleos o puestos
de trabajo más o menos especializados. Pero la fórmula era clara: disponer de
una carrera universitaria abría un mundo al desarrollo a nivel personal y
profesional. Decantarse por una formación profesional era sinónimo de
desenvolverse en un oficio y un modo de ganarse la vida con dignidad, y en el
caso de no haber hecho el más mínimo esfuerzo y no haber aprovechado las
posibilidades de estudios que nuestros mayores nos habían puesto en bandeja,
siempre había la opción de encontrar algún empleo, con mayor o menor fortuna, o
engrosar esa lista de parados que llevaba de cabeza al gobierno de turno, ya
que 3.000.000 de parados, en aquella España, eran muchos.</span></span><br />
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En la actualidad, esa cantidad de parados de los 80’s son una caricatura
comparándolos con los 6.000.000 de personas sin empleo a día de hoy, y que
según en qué franja de edad se encuentren, ya no van a tener la posibilidad de
volver a trabajar jamás. Sin olvidar que a esa cantidad de parados se le pueden
sumar los más de 700.000 jóvenes, con formación o sin ella, que se han visto
obligados a buscarse la vida en países extranjeros, ya que de lo contrario, los
números del paro alcanzarían casi los 7.000.000, y la mayoría de ellos jóvenes
sin la posibilidad de labrarse un futuro ni a corto ni a medio plazo.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-NWAUkPQrLB8/U34HBHq16KI/AAAAAAAABmU/mdHKmqn_s80/s1600/Anuncio+18.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-NWAUkPQrLB8/U34HBHq16KI/AAAAAAAABmU/mdHKmqn_s80/s1600/Anuncio+18.jpg" height="400" width="277" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Evidentemente
una de las causas de este despropósito es la crisis a la que nos han arrastrado
nuestros gobiernos obligándonos a pagar a nosotros, a los ciudadanos, los
destrozos ocasionados por su mala gestión; al margen, claro está, de lo poco
que han hecho por la ciudadanía en comparación a lo mucho que han hecho en
favor de sus formaciones políticas y de sí mismos otorgándose cargos en
instituciones públicas o privadas, puestos de dirección en consejos de
administración, pensiones vitalicias multimillonarias, etc, etc., de sobras
sabemos como va la cosa a estas alturas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<br /></div>
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero a mi juicio hay otra causa no menos importante, y que en ocasiones,
y ante tanta desfachatez política nos pasa desapercibida. Se trata del período
histórico en el que nos encontramos, y que sería el mismo con crisis o sin
ella, aunque sin lugar a dudas, en unas condiciones sociales y económicas
saludables tanto a nivel estatal como personal, este período histórico sería
más soportable gracias a la inversión en investigación y desarrollo o al acceso
a cursos de formación y reciclaje profesional como los que ofrece la<span class="apple-converted-space"> </span><span style="color: #1155cc;"><a href="http://eaeprogramas.es/masters-y-programas-superiores/masters/executive-mba/presentacion.html" target="_blank">web de EAE Business School</a></span>,
la cantidad de desocupados no sería tan escandalosa.</span></span><br />
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me refiero a un período histórico como el actual y al que podríamos
considerar como una “nueva Revolución Industrial”. Nuestros abuelos, padres, e
incluso nosotros, en aquellos años de nuestra juventud, podíamos saber qué
queríamos ser de mayores, o en su defecto, los puestos de trabajo que podíamos
ocupar estaban más o menos claros; eran los que habían y para acceder a ellos
era necesaria: o la formación adecuada, o la experiencia acumulada a lo largo
del tiempo. La relativamente lenta evolución tecnológica durante algunas
décadas quizá dejaba fuera del juego profesional a los operarios menos
cualificados, pero por otra parte era favorable para aquellos que podían dejar
en manos de las máquinas tareas monótonas y podían dedicar más tiempo a la
innovación y a la implementación de mejoras en el desarrollo de los sectores y
mercados existentes.</span></span><br />
<span style="color: #222222; font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Arial; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-EnLqyr3oiug/U34HVef3OqI/AAAAAAAABmc/tGk_HO9nvVo/s1600/Anuncio+CEAC+1982.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/-EnLqyr3oiug/U34HVef3OqI/AAAAAAAABmc/tGk_HO9nvVo/s1600/Anuncio+CEAC+1982.jpg" height="400" width="295" /></a></div>
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La devastadora crisis ha venido de la mano de esa nueva revolución que
lo ha puesto todo patas arriba. Ya no basta con formarse, la formación
pertinente obtenida en una carrera universitaria o en un grado de formación es
solo una pequeña parte de lo necesario para abrirse paso en la sociedad actual.
Los cambios en cualquier entorno de negocio se han acelerado vertiginosamente y
cualquier profesional que pretenda, ya no solo ocupar un puesto, sino
permanecer en él, evolucionar y prosperar a nivel personal y profesional, debe
realizar un esfuerzo extra y añadiéndole a la que haya sido su formación
inicial un constante reciclaje que le proporcione las herramientas necesarias
para gestionar con éxito esos veloces y constantes cambios. Las profesiones de
ayer poco o nada tienen que ver con las del mañana. A lo sumo se basan en una
fusión entre lo que hasta ahora era el mundo real y lo que a día de hoy se
conoce como el mundo virtual. Así pues, ninguno de nuestros abuelos se planteó
jamás que de mayor podía llegar a ser un especialista en: <i>marketing</i><span style="font-size: small;">, </span><i>networking</i><span style="font-size: small;">,
</span><i>e-Commerce, trafficker</i><span style="font-size: small;">, </span><i>community manager</i><span style="font-size: small;">, </span><i>digital identity
planner</i><span style="font-size: small;">, </span><i>personal brand manager</i><span style="font-size: small;">, </span><i>terabyter</i><span style="font-size: small;"> o </span><i>lifelogger</i><span style="font-size: small;">...
por poner algunos ejemplos de la nueva terminología que cada vez suena más en
nuestros oídos, que se está convirtiendo en las que serán las profesiones del futuro
y para las cuales la formación, aunque importante, no es nada más que una base,
pero lo que se recompensa al final, es el reciclaje y la reinvención constante.</span></span></span><br />
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Difícilmente cualquiera que hoy inicie su vida
laboral en un puesto concreto o en una empresa determinada, terminará
jubilándose ahí, donde empezó todo. Lo más probable es que a los pocos años de
iniciado su periplo laboral su currículum sea extenso y se haya desarrollado a
lo largo de numerosas empresas y en distintos cargos y ocupaciones, y ojalá que
así sea, ya que eso demostrará esa capacidad de reciclaje y de reinvención por
parte del profesional en cuestión. Cualquier caza talentos que eche un vistazo
a un currículum con las citadas características verá con buenos ojos al
aspirante para el puesto vacante.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-PxvTaNVjTxw/U34HxNhTKOI/AAAAAAAABmo/iE0rj_Hq3Hs/s1600/Gane+m%C3%A1s+dinero+dibujando+-+copia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-PxvTaNVjTxw/U34HxNhTKOI/AAAAAAAABmo/iE0rj_Hq3Hs/s1600/Gane+m%C3%A1s+dinero+dibujando+-+copia.jpg" height="301" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<span style="color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La era de
“la especialización” ya es historia. Hoy en día es necesario mantenerse alerta
para formar parte de mercados que cada día son más competitivos y potenciar y
desarrollar las capacidades profesionales en cursos de formación adicionales,
ya que incluso directivos o empresarios deben estar constantemente poniéndose
al día para alcanzar la velocidad a la que nos arrastra esta “nueva Revolución
Industrial” y estos trabajos del futuro que han venido para quedarse.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white;">
<br /></div>
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al margen
de lo dicho hasta ahora, y ya a título personal, mañana acudo a la fiesta de
graduación de mi hijo mayor que ha terminado su formación en el bachillerato y
que pronto iniciará su etapa universitaria. Imagino que como un padre o una
madre más, allí estaré yo, encantado de presenciar la ceremonia y relativamente
orgulloso de mi hijo por sus calificaciones obtenidas (que no es que se haya
esforzado mucho, el muy canalla), pero esperanzado. Esperanzado porque lejos de
ser un estudiante brillante, mi adolescente hormonado y cercano a su
graduación, es un tipo creativo, y eso es un plus. Él no sabe, en realidad
ninguno sabemos qué profesiones, oficios o trabajos serán los del futuro
inmediato. Desconocemos que tipo de técnicos u operarios podrán tener una larga
vida profesional antes de que la tecnología o un nuevo modelo de negocio arrase
con su puesto de trabajo, pero... una mente creativa será necesaria en
cualquier lugar, eso siempre.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; color: #222222;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="background-color: white;"><span style="color: #666666; font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>Créditos imágenes: (1) Ivan Shuterland frente a su invento: el Sketchpad. Imágenes (2, 3, 4 y 5) Publicidad de cursos CEAC aparecidos en prensa y revistas de los años 60 y 70.</i></span></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-77530989565279796552014-04-25T12:59:00.000+02:002014-04-25T12:59:18.432+02:00El hombre milagro<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-40EpyEnv-Dw/U1o-o8ZQwTI/AAAAAAAABlo/E-0_-1lOn2A/s1600/los+a%C3%B1os+70.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-40EpyEnv-Dw/U1o-o8ZQwTI/AAAAAAAABlo/E-0_-1lOn2A/s1600/los+a%C3%B1os+70.jpg" height="400" width="297" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">J</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">ordi Collado; un viejo amigo de la infancia y vecino de mi
barrio, el Poble Sec, y con quien comparto almuerzo de vez en cuando, es, sin
lugar a dudas, “el hombre milagro”.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Como ejemplo significativo baste decir que –teniendo en
cuenta cómo está el patio-, a día de hoy sigue conservando su empleo en una
inmobiliaria cercana a mi estudio. Pese a la burbuja, pese a la crisis, y pese
a que la venta y alquiler de pisos y locales ha caído en picado, ahí está Jordi
en la mesa de su despacho contemplando como el resto de mesas en las que se
hallaban sus compañeros están ahora vacías debido a los numerosos despidos de
los que “milagrosamente”, él se ha librado, aunque siempre sale de sus labios
la desesperanzadora frase de: “por el momento, por el momento...”.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Dada la proximidad de nuestros respectivos lugares de trabajo no son
pocas las ocasiones en las que Jordi y yo nos cruzamos por la calle, así que
cuando ambos vamos bien de tiempo compartimos un café con pastas, charlamos de
nuestras cosas y recordamos viejos tiempos. Precisamente, el pasado martes día
22, y antes de la festividad de Sant Jordi, su santo -santo que por otra parte
parece llevarlo pegado a su espalda como fiel ángel de la guarda-, Jordi y yo
nos sentamos en la terraza de un bar y mientras saboreábamos unos Donuts y el
humo salía de nuestras tazas de café, recordamos diversos episodios de esa
época en la que fuimos niños y de nuestras correrías por el barrio, y
nuevamente constaté que “el hombre milagro” estaba allí, sentado frente a mí
limpiándose el azúcar glaseado de su Donut con una servilleta de papel.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Jordi era un niño de 10 años que estudiaba en la Academia
Montserrat, en el número 6 de la calle Teodor Bonaplata. Aparentemente aquel 21
de mayo de 1974 era un día normal; por la mañana su profesora de matemáticas le
felicitaba por su 10 en un examen (milagro donde los haya, ya que para mí, un
diez en matemáticas en mi infancia hubiese sido como poseer un billete de 500
Euros en la actualidad). En el patio jugó al fútbol antes de dirigirse al comedor
de la escuela y aunque no lo recuerda bien seguro que marcó algún gol. Las
clases de la tarde se siguieron una tras otra hasta que fue acercándose la hora
de guardar los rotuladores Carioca y la goma Milán (con olor a nata) en el
plumier, descolgar las chaquetas de los percheros y largarse del aula para
regresar a casa.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Quedaban escasos minutos para que el portal de la escuela
Montserrat se abarrotase de madres en busca de sus hijos; según recuerda Jordi,
eran más de 200 personas las que podían congregarse allí entre madres, abuelas
y alumnos del centro.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La cotidianeidad de cada día se rompió de repente por un
tremendo estruendo que sacudió la clase. Los alumnos se miraron entre ellos y
de inmediato clavaron sus ojos en el profesor al que hallaron agarrado a su
mesa como si le fuese la vida en ello. Su rostro se mostraba pálido y
automáticamente se dirigió a sus alumnos preguntándoles si estaban bien, a lo
que ellos, desconcertados, respondieron tímidamente con un “sí”.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El profe les pidió que permaneciesen en sus sitios mientras que él salió
a averiguar qué había pasado. Al abrir la puerta de la clase un fuerte olor a
gas penetró en el aula. Los alumnos, no haciendo el menor caso al profesor, se
levantaron de sus pupitres y se agolparon en la puerta en un incesante intento
de esquivar cabezas para poder ver qué había en el exterior.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El suelo y la escalera de acceso al piso inferior donde se
hallaba la portería de la escuela habían desaparecido, en su lugar todo eran
escombros bajo los cuales, Jordi, recuerda perfectamente los gemidos de una
madre y de su hijo que fueron sepultados, pero que afortunadamente pudieron ser
rescatados ilesos. Apenas cinco o diez minutos más tarde, la explosión de gas
que se produjo aquel 21 de mayo de 1974 hubiese sido una terrible tragedia que
se hubiese llevado por delante las vidas de aquellas 200 personas de las que
Jordi me hablaba. Prueba de ello fue que el almacén de tubos de goma que se
hallaba al lado de la escuela, sufrió también terribles daños en sus paredes y las
mesas de sus despachos volaron por los aires hasta el otro extremo de la calle
que se llenó de gran cantidad de cristales rotos.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Terminándose su café e insistiendo en invitarme al desayuno,
recordándome que la última vez pagué yo, Jordi me contaba como él y el resto de
sus compañeros salieron del aula bajando por un tablón de madera que unos
operarios colocaron para sustituir a la desaparecida escalera.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-VZL4DAQAJHY/U1o_KeFG-uI/AAAAAAAABlw/A3yU2s0axbk/s1600/sergi+camara.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-VZL4DAQAJHY/U1o_KeFG-uI/AAAAAAAABlw/A3yU2s0axbk/s1600/sergi+camara.jpg" height="320" width="284" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Recordamos también aquellas tardes en las que él venía a
jugar a mi casa, o iba yo a la suya. En ambos casos pasábamos el rato en el
balcón junto a las bombonas de butano. Todos los balcones que rodeaban los
patios interiores de nuestras casas mostraban sus bombonas de butano,
imprescindibles para el gas de las cocinas o para mantener encendidas las estufas
en invierno, pero que visto a día de hoy... era como jugar en un campo de
minas, ya que por aquellos tiempos, a nivel doméstico, no existía ningún tipo
de control <a href="http://indsci.es/">analizador de gases</a>, e incluso, en
nuestra más ingenua candidez, alguna tarde la pasamos parapetados tras las
bombonas de butano del balcón en el que jugábamos y disparando con las
carabinas de aire comprimido a las bombonas de los balcones vecinos. Nos
encantaba escuchar el “Clinck” que producía el impacto del perdigón sobre el
envase metálico de aquellas bombas. Afortunadamente a eso jugaba con Jordi y
estaba claro que nada podía pasarnos, que por algo él es “el hombre milagro”.
De haber jugado a dispararles a las bombonas con otro crío, a día de hoy, ambos,
seríamos micropartículas flotando en el aire.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Jordi y yo salimos de la cafetería, y antes de despedirnos
para ocuparnos de nuestros asuntos, hice con él una última reflexión:</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background: white; color: #333333; mso-bidi-font-size: 10.0pt;">—Jordi... Alguna vez te ha tocado la lotería? </span><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; color: #333333;">—le
pregunté.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #333333; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—No, nunca he comprado —me respondió.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #333333; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Tampoco yo —le dije—, pero ya que te tengo aquí...<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; color: #333333; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hice que Jordi me acompañase a un puesto de lotería cercano y
compré un número para el sorteo de mañana sábado. Se lo restregué por la
espalda, hice que lo tocase y entre risas nos despedimos hasta una próxima vez.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="background-color: white; color: #333333;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En caso
de que no volváis a saber más de mí es que Jordi realmente es “el hombre
milagro”, y que gracias a él, pasaré el resto de mis días en una playa
paradisíaca y rodeado de mujeres desnudas.</span></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-86650633496949593032014-03-28T13:39:00.000+01:002021-01-12T13:24:34.048+01:00“Ahí viene!”<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-XIcngJvwJVc/UzVoaUIkiWI/AAAAAAAABlA/itjlescJK-4/s1600/Pony+Express.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-XIcngJvwJVc/UzVoaUIkiWI/AAAAAAAABlA/itjlescJK-4/s1600/Pony+Express.jpg" height="202" width="320" /></a></div>
<b><span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">M</span>ark Twain</b>, en su
novela <i>“Roughing It”,</i> narra el viaje que realizó desde Misuri a
Nevada en busca de fortuna y en plena
época de la fiebre del oro, y cuenta también como a lo largo de su ruta en
diligencia, y al grito de “Ahí viene!” lanzado por el conductor, los viajeros
asomaban sus cabezas por las ventanas del carromato para observar al veloz
jinete de la compañía de correos <i>Pony Express</i> que pasaba ante ellos al
galope tendido, les saludaba con la mano y desparecía a toda velocidad por el horizonte
del desierto. Mientras, los viajeros, le animaban con aplausos, gritos de ánimo
y boquiabiertos al ver a la asombrosa velocidad a la que se desplazaba. Contaba
<b>Mark Twain</b>, que: “de no ser por las huellas del caballo impresas en la
arena después de que la visión hubiera desaparecido como un relámpago,
podríamos haber dudado si habíamos visto de verdad a un hombre a caballo, ya
que todo era tan repentino que más bien parecía un destello irreal de la
imaginación”.<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
Obviamente, entre mis lecturas de infancia en los años 70 y las películas del Oeste de los sábados por la tarde en la tele, de mayor... yo quería ser un jinete de la <i>Pony Express</i>.<br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-hJ1GvDVmlz8/UzVpZWQj4TI/AAAAAAAABlQ/oHcWhk1HB2M/s1600/pony-express-2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-hJ1GvDVmlz8/UzVpZWQj4TI/AAAAAAAABlQ/oHcWhk1HB2M/s1600/pony-express-2.jpg" height="320" width="228" /></a></div>
Por entonces yo era demasiado pequeño, así que me
limitaba a jugar con mi fuerte y mi diligencia de la <i>Wells Fargo</i><span style="font-size: small;"> de la
casa </span><i>Comansi</i><span style="font-size: small;">, y siempre, entre mis indios y vaqueros de plástico, había
uno que era el encargado de repartir mensajes, paquetes y correos y que se
trataba –ni más ni menos- que del veloz jinete de la </span><i>Pony Express.</i><br />
<i><br /></i>
<span style="font-size: small;">También es cierto que cuando ya tuve una edad; pero
interesado siempre por todo cuanto aconteció en el </span><i>Far West</i><span style="font-size: small;">, leí un
cartel en una vieja revista norteamericana de la época (aproximadamente del
1860) en el que se solicitaba a jóvenes que quisiesen trabajar en la compañía y
en el cual se exigían los siguientes requisitos: “Jóvenes enjutos y fuertes,
menores de 19 años, jinetes expertos y dispuestos a jugarse la vida todos los
días. Preferentemente huérfanos”, y todo eso por 25 Dólares a la semana. Glubs!
La </span><i>Pony Express </i>ya no existía porque desapareció en 1960 después de 100
años de servicio, pero aún y así... creo que no hubiese echado la solicitud.<br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/--penm8ls6j8/UzVpw26ZfEI/AAAAAAAABlU/qkRBOB9TKTM/s1600/el+cartero.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://3.bp.blogspot.com/--penm8ls6j8/UzVpw26ZfEI/AAAAAAAABlU/qkRBOB9TKTM/s1600/el+cartero.jpg" height="320" width="246" /></a></div>
Además, para que nos vamos a engañar, cuando por
Navidad venía el cartero a casa a entregar su tarjeta postal y a pedir el
aguinaldo, toda la épica de esos hombres duros, robustos y que cruzando a
caballo desiertos y praderas forjaron la leyenda del fuerte individualismo
norteamericano... se esfumaba en el acto. Aquel señor de uniforme azul, con
gorra y cartera cruzada llena de cartas y al que mi yaya Lola despachaba
dándole un par de duros, no tenía el menor aspecto de jugarse la vida todos los
días enfrentándose a forajidos, salteadores de caminos ni a indios hostiles.
Como mucho, los carteros que iban en bicicleta, tenían que acelerar un poco los
pedales ante la ocasional persecución de algún perro que anduviese suelto por
el barrio, pero poca cosa más.<br />
<br />
<span style="font-size: small;">Actualmente dicen que internet y las tecnologías lo
pueden todo, pero curiosamente, cuando nos vemos en la necesidad de mandar un
paquete, no nos queda otra que reclamar los servicios de alguna compañía de
mensajería. Personalmente, mi trabajo, que consiste en escribir textos o
realizar ilustraciones para editoriales, puedo mandarlo por correo electrónico
o a través de Wetransfer, un servicio magnífico que por arte de magia y en ese
mismo “destello irreal de la imaginación” con el que </span><b>Mark Twain</b><span style="font-size: small;">
describía la velocidad a la que se desplazaban los jinetes de la </span><i>Pony
Express</i>, mi trabajo pasa de mi mesa de trabajo a la de mi cliente, ya sea
que se encuentre a escasas manzanas de distancia o en los Estados Unidos.
Asombroso!<br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: small;">Pero a pesar de todo esto –y hasta que no sea
posible escanear un paquete y literalmente, teletransportarlo-, </span>deberemos<span style="font-size: small;"> recurrir a una empresa de mensajeros para que nuestros envíos lleguen a su
punto de destino.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-O8EcuGnmUJc/UzVo1L_SgiI/AAAAAAAABlI/eLXFKj9Bvbk/s1600/los+a%25C3%25B1os+70.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-O8EcuGnmUJc/UzVo1L_SgiI/AAAAAAAABlI/eLXFKj9Bvbk/s1600/los+a%25C3%25B1os+70.jpg" height="247" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: 12pt;">Eso sí... tanto si se trata de envíos nacionales,
como de <a href="http://www.packlink.es/es/envios-internacionales/">envíos
internacionales</a>, siempre existe alguna página web que nos permite, incluso,
realizar una comparativa de las diferentes empresas de paquetería para que
nuestros envíos puedan salirnos a mejor precio.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">Así que, vale! Internet y las tecnologías lo pueden
todo, pero hasta la fecha, siguen siendo necesarios, de algún modo... los
chicos de la <i>Pony Express</i>.</span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-83387715846755408642014-01-08T18:53:00.000+01:002014-01-08T18:54:56.056+01:00El Blog de los 70’s en la tele<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-9-RlctAkfF0/Us2MdELBOYI/AAAAAAAABks/fHRvVLSBl4w/s1600/70%2527s.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-9-RlctAkfF0/Us2MdELBOYI/AAAAAAAABks/fHRvVLSBl4w/s1600/70%2527s.jpg" height="267" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #b45f06; font-size: large;"><b>C</b></span><span style="font-family: inherit;">omenzamos el año apareciendo en los telediarios. Pero
afortunadamente no en la sección de sucesos, ni en la de política (eksss!), ni
en ninguna que tenga que ver con nada desagradable; al contrario. <b>TV3</b>, la
televisión de Catalunya, le dedicó el pasado día 5 de enero una breve reseña a
este blog, y es de agradecer que teniendo en cuenta la cantidad de material
valioso, bien documentado e interesante que hay por la red, los responsables
del mini espacio <a href="http://blogs.324.cat/espaiinternet.php" target="_blank"><b>Espai Internet</b></a>, se hayan ido a fijar en este blog y
considerarlo digno de mención en su programa.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Comparto la sección con los responsables de la página <i>Yo Fui
a EGB</i> que tantos seguidores y éxitos está cosechando últimamente. Debo decir...
(ahora que no me oyen, aunque seguro que me leen), que me alegro por sus
objetivos cumplidos y todo eso, ya que indirectamente, he sido colaborador de
su página en Facebook y de su web. Prueba de ello son las numerosas fotos que
“han tomado prestadas” de un servidor para lucirlas en sus páginas. Y mira que
les advertí una vez: “Oye, que me parece muy bien que utilicéis mis fotos, que
este blog mío tiene una licencia <i><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Creative_Commons" target="_blank">Creative Commons</a></i> que permite compartir
contenidos siempre y cuando no haya ánimo de lucro y siempre que se citen las
fuentes del material que se comparte”, pero nada. Les advertí también que le
echasen una ojeada a mi blog y que se diesen cuenta de que gran parte de las
ilustraciones y fotografías que se muestran en él son realizadas por mi, y que
en caso de que tuviese que echar mano de material encontrado por internet,
cuanto menos, trataba en la medida de lo posible de citar a sus autores o sus
orígenes, pero tampoco nada. Ellos siguieron metiéndole caña a piñón y
convirtiéndome en colaborador involuntario de sus entradas. Pese a todo, les
transmito mi enhorabuena porque realmente el material que comparten; aunque sea
de los 80, merece la pena. Las fotografías por encima de todo (risas).</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-family: inherit;">En resumen, que me hizo mucha ilusión ver mi blog por la tele gracias al magnífico trabajo de <b>Jordi Aguilera</b> y de <b>Antonio Novella</b>, que supieron captar la esencia de este blog con un magnífico ejercíco de síntesis. Y como no, me hace ilusión ahora poder compartirlo con todos vosotros <a href="http://blogs.ccrtvi.com/espaiinternet.php?itemid=52481" target="_blank"><b>clicando este enlace</b></a>. Espero que os guste.</span></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-2098831174614956442014-01-03T20:07:00.000+01:002014-01-03T20:24:27.503+01:00Queridos Reyes Magos...<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-eT87igH5BBo/UscJA-S1QYI/AAAAAAAABiA/rkyUJ6zyO80/s1600/Portada+Blua+decembre+2013.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="360" src="http://4.bp.blogspot.com/-eT87igH5BBo/UscJA-S1QYI/AAAAAAAABiA/rkyUJ6zyO80/s400/Portada+Blua+decembre+2013.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">BLUA SCARLET <b style="background-color: white; font-family: sans-serif; line-height: 19.1875px; text-align: start;">© </b><span style="background-color: white; font-family: sans-serif; line-height: 19.1875px; text-align: start;">Lluís Llort, Sergi Càmara, El Punt Avui</span></td></tr>
</tbody></table>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="color: #b45f06; font-size: large;">P</span></b>ues eso, que habrá que pedirles algo a los Reyes ya que se
curran el viaje desde Oriente y encima vienen cargados.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Lo que pasa es que la última imagen que tengo de los Reyes
Magos no es muy esperanzadora que digamos. Resulta que el periodista y escritor
<b>lluís Llort</b> y yo, tenemos la buena costumbre de colaborar mensualmente en el
suplemento dominical <i>Barça Kids</i> que ofrece el diario <a href="http://www.elpuntavui.cat/barcelona/nacional.html" target="_blank"><b>El Punt Avui</b></a>. Y en él, a
través de los textos de lluís y de mis ilustraciones, damos vida a <i>Blua Scarlet</i>:
una joven lista, intrépida y perspicaz que trata de resolver (y con notable
éxito) todos los casos y enigmas que se le plantean. Pues bien, en nuestra
participación en el suplemento del pasado mes de diciembre, los Reyes Magos se
habían perdido y habían dejado sola a Blua con los tres camellos y en mitad del
desierto.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En un primer momento lo entendimos: “No es de extrañar que
huyan teniendo al yerno que tienen, y si además, le sumamos una tras otra las
numerosas pifias que la Casa Real ha ido cometiendo en estos últimos tiempos...
como para quedarse está el tema” –pensamos. Pero inmediatamente reaccionamos: “Ah, no! Que no son esos reyes. Que
los que se han perdido son los buenos, los que traen regalos a los niños y
reparten caramelos. Los otros ni se pierden, ni se van!”. Y aunque ligeramente angustiados con eso de que los buenos se
pierdan y de que los malos ‘nos pierdan’ decidimos escribir nuestras
respectivas cartas y mandárselas a sus Majestades con la esperanza de que den
con una buena estrella, la sigan, encuentren el camino, y no nos decepcionen
con nuestras peticiones.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Personalmente nunca he sido de mucho pedir. Me conformo con
poco, ya que de crío escribía interminables cartas con multitud de cosas, pero
al final siempre me traían lo que les daba la ‘Real’ gana. Así que me he
limitado a pedir un viejo juguete setentero que deseo ardientemente desde hace
unos seis años, pero caramba! Aún y pidiendo poco, no me hacen el menor caso. A
ver si va a ser que esto de la realeza va a ser malo y una interminable
tomadura de pelo?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-8IFvWT-Qw04/UscJx7aPuYI/AAAAAAAABiI/7Co45d0zjAs/s1600/Ye-Yes.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-8IFvWT-Qw04/UscJx7aPuYI/AAAAAAAABiI/7Co45d0zjAs/s1600/Ye-Yes.jpg" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
El regalo en cuestión es el <i>Ford Galaxie</i> de la casa <i>Rico</i>. Un
coche que tuve de pequeño. Que se trata del primer juguete que recuerdo -o del que
tengo conocimiento al menos-, y que me fascinó por su gran tamaño y sus vistosos
colores. Lo destrocé de tanto que jugué con él, no obstante, en esta ocasión he
prometido ser bueno y tenerlo solo de adorno, pero aún y así... no sé si va a
colar, ya que por lo que he podido sondear por ahí, vale una pasta, y si ellos,
los reyes, no están para gastos... yo aún menos.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
En cualquier caso me lo pido, y a ver qué pasa.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
También he pedido otras cosas, pero estas no para mí; que
soy persona altruista –dicho sea de paso-, y con bastante desapego a lo
material. Les he pedido a los Reyes que le traigan un cerebro a Mariano porque
he pensado que no estaría mal que nos gobernase alguien con cabeza, o cuanto
menos, con algo en su interior. Y para terminar les he pedido también a los
Reyes que les traigan a los Reyes (a los otros, a los malos), que a ellos, a las
infantas, al yerno y demás, les caigan durante este 2014 un montón de juicios,
y ya puestos que los pierdan.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ya les hago saber ahora que ninguno de los tres regalos que
he pedido se va a cumplir. Que esto de los Reyes nunca ha sido como lo de los
tres deseos que le podías pedir al genio de la lámpara. Que si los Monarcas
Borbones siempre han ido a su bola, los Reyes de Oriente no son menos. Así que
nada, espero que ustedes tengan más suerte, y si quieren carbón, ya saben, no
tienen más que pedir que yo voy a tener a espuertas.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Cuando en mi casa me dijeron eso de que “los Reyes no
existen”, reconozco que me llevé cierta decepción. Pero era totalmente cierto
ya que por aquellos tiempos no existían, ni los buenos ni los malos. En su
lugar había un señor calvo, bajito y gallego que mandaba por cojones y por la gracia de Dios. Ahora, en cambio, sí que existen los Reyes, pero... Tienen
precisamente que ser los malos?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-size: 12pt;">Joder... nada es como en los cuentos.</span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-13449865364900496022013-12-30T14:42:00.001+01:002013-12-30T16:06:31.323+01:00Feliz año viejo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-stOmR2ReUWI/UsF33rrGNZI/AAAAAAAABh0/9a1vI44YZBU/s1600/alumbrado_navidad_1970_puertosantamaria.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="235" src="http://3.bp.blogspot.com/-stOmR2ReUWI/UsF33rrGNZI/AAAAAAAABh0/9a1vI44YZBU/s400/alumbrado_navidad_1970_puertosantamaria.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #b45f06; font-size: large;"><b>C</b></span>onfieso que siempre me hubiese gustado encontrar esa llave que abriese una puerta al pasado y poder trasladarme a esos años 70 que fueron el escenario por el cual transitaron mi infancia y mi adolescencia. Lo que sucede, es que el pasado es solo eso... pasado, y a pesar de que este blog pueda parecer la morada de un nostálgico, la verdad es que me encanta vivir el presente y pensar en ese futuro siempre incierto en el que las personas autónomas nos sentimos como pez en el agua. Precisamente por eso, por la incertidumbre. De tener la certeza de que absolutamente todo nos iba a salir bien... Qué gracia tendría?</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No obstante, ahora, reconozco que tengo un importante conflicto con todo esto del pasado, del presente y del futuro.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por desgracia, mi pasado en los años 70 también es el escenario del tortuoso final de una jodida dictadura, de una época convulsa de represión, censura, escasos derechos sociales (por no decir nulos), de una transición política hecha a toda prisa y en la que se trató de contentar a todo el mundo con el resultado final que se obtiene siempre al hacer las cosas con ese fin; con el de contentar a todo el mundo para finalmente, no terminar contentando a nadie. Y este es el resultado.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
No nos engañemos, la crisis que está viviendo este país nada tiene que ver con la crisis que se está viviendo en el resto del mundo. Y una cosa es que me gusten los años 70 porque contra todo, me recuerdan a una infancia que, en mi caso, fue feliz. Pero otra cosa es que estemos asistiendo a un constante <i>revival</i> en el que muchas cosas de aquella década (especialmente las malas) son las que actualmente leemos en prensa, vemos en las noticias y padecemos como ciudadanos. Pero si incluso tuvimos un especial Noche Vieja con Raphael! Dónde vamos a parar...</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
El desarrollismo y la expansión fueron un <i>bluff</i> del que algunos no nos fiamos jamás y quizá por eso nunca le pedimos un céntimo a un banco. Pudimos haber prosperado en nuestras empresas pidiendo créditos, embarcándonos en grandes inversiones y haciendo frente a ambiciosos proyectos, pero –desconfiados que somos (al menos eso nos decían los que se lanzaban a por todas)- preferimos salir adelante con nuestros propios medios y hacerles frente a aquellos proyectos que se ajustasen a nuestras posibilidades reales. Lo mismo nos sucedía con las propiedades. Nos parecía ridículo hipotecarnos por treinta años en unos tiempos en los que trabajando duro se podían ahorrar siete millones de pesetas; y habían pequeños pisos que se podían adquirir por ese valor. Valor que muchos daban como entrada para adquirir viviendas que cuadriplicaban esa cantidad, pero que parecía que, la diferencia, corría a cuenta del banco que gentilmente te ponía el dinero que te faltaba. No. Algunos no nos creímos nada, pero como todos, aquí estamos pagando el pato.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Tampoco nos creímos eso de la ... “democracia”. Se nos pedía que votásemos al alcanzar la mayoría de edad con el argumento de que “ese era nuestro derecho”, solo que decidimos hacer uso del derecho a la abstención porque nos pareció que quitar o poner a unos cada cuatro años, fomentando el bipartidismo y no participando abiertamente de una política directa... no podía ser bueno. Todos hemos aprendido –ahora-, que los políticos no se representan más que a sí mismos y a sus partidos, así que es tontería jugar a un juego en el que tenemos las de perder.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pese a todo, lo que no nos veíamos venir, por mal que pudiesen llegar a ir las cosas, era este <i>déjà vu</i> cutre, casposo y rancio en el que se está convirtiendo todo esto. Un triste regreso a lo peor de aquella época en el que vemos como perdemos derechos a todo nivel, en el que se constata que la transición se hizo mal, en el que permanecen más vivos que nunca aquellos a los que dábamos por muertos y enterrados, y en el que según todos los pronósticos vamos a permanecer anclados aún durante algunos años.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Por mi parte, y en la medida en la que el tiempo y el trabajo me lo permitan, seguiré tratando de recordar lo bueno de aquellos 70; que lo hubo, pero por desgracia, el día a día hará el resto y nos seguirá recordando lo peor.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Así pues, y a pesar de que este año 2014 será un año por estrenar, les deseo a todos un Feliz Año Viejo, porque a no ser que ocurra “algo”, lo que nos vamos a encontrar... ya me lo sé.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Les dejo con este vídeo que un viejo amigo posteó en su <i>facebook</i> y que se trata del mensaje de Navidad y Año Nuevo que Don Manuel; uno de esos zombis que se resisten a pasar a mejor vida, dedicó a la población.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-size: 12pt;">Y encima... aún están por venir los reyes. </span><br />
<br />
<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="344" src="//www.youtube.com/embed/zQ5uPt0TS4s" width="459"></iframe><br />
<br />El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-28570593456590938062013-09-09T11:48:00.000+02:002013-09-09T11:48:26.496+02:00"Algo" discreto donde encerrar un secreto<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-5l3Tu7RAYe0/UioD1Rg9wsI/AAAAAAAABg0/fohTIjN9IfM/s1600/La+Casita+Blanca.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="182" src="http://4.bp.blogspot.com/-5l3Tu7RAYe0/UioD1Rg9wsI/AAAAAAAABg0/fohTIjN9IfM/s320/La+Casita+Blanca.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La Casita Blanca.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Georgia;"><span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">A</span> lo largo de la dictadura española, pero concretamente durante los años 70, una pareja formada por un hombre y una mujer, adultos, no podían reservar una habitación de hotel sin la presentación previa de su Libro de Familia. Con esa medida las autoridades competentes de la época, evitaban que se pudiesen dar casos de adulterio (como si eso fuese algo evitable) en los que un señor y una señora, que no fuesen cónyuges, se lanzasen al fornicio y demás placeres que por aquel entonces, a menos que no fuese bajo la aceptación de la Sagrada Iglesia y tras el sacramento del matrimonio, estaban considerados como “pecado”.</span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><br />
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En su defecto, la pareja en cuestión, se las tenía que ingeniar buscando estrategias de lo más curioso para desatar sus pasiones secretas. Lo típico era el apartamento del amigo progre: barbudo él, de izquierdas, vestido con sueters de cuello de cisne y que se dedicaba a alguna profesión liberal. Por regla general vivía solo, de modo que alguna que otra noche le tocaba pasearse por las calles de la ciudad con su paquete de Ducados en el bolsillo y compartiendo largas conversaciones con el sereno.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><br />
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Los que no tenían la suerte del amigo progre recurrían a su vehículo utilitario, se acercaban con él al rompeolas barcelonés o a la montaña de Montjuïc y pasaban el rato empañando los cristales del coche con el vaho procedente de sus gemidos de placer; eso sí... jugándose el tipo ante la posibilidad de ser multados por escándalo público.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><br />
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Como siempre ha sido y será: “Hecha la ley, hecha la trampa”. En Barcelona, y para aquellos que contaban con “posibles”, existían lugares –que presuntamente eran hoteles-, y en los que sus empleados “olvidaban” el trámite de solicitar libros de familia que pudiesen comprometer a aquellos que iban a ser sus huéspedes durante algunas horas o a lo largo de toda una noche. Uno de esos lugares en los que el sexo se dignificaba y no se penalizaba, fue La Casita Blanca.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-BZ24Nj9tFmI/UioEXEZhfhI/AAAAAAAABg8/Wqwgxgz17_M/s1600/casita.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-BZ24Nj9tFmI/UioEXEZhfhI/AAAAAAAABg8/Wqwgxgz17_M/s320/casita.jpg" width="233" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Publicidad (posiblemente en prensa)<br />
de La Casita Blanca.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Se trataba de un hotel (Meublé para ser más exactos) que disponía de 43 habitaciones decoradas con madera noble y situado en la calle Bolívar número 2, entre la plaza Lesseps y el puente de Vallcarca. Según una crónica del periodista Lluís Permanyer, la historia del local viene de más de cien años atrás. En sus orígenes fue una marisquería en la que se podían degustar unos deliciosos mejillones a la marinera, pero además, contaba con una planta superior en la que los comensales podían echarse la siesta o disfrutar de otro tipo de placeres, en caso de que tuviesen el cuerpo para fiestas. La marisquería fue derribada en el año 1912 y el solar fue adquirido por una familia catalana que construyó el mencionado meublé, y que al parecer le debió su popular nombre a que en su terrado, y de forma claramente visible y sin disimulo de ningún tipo, se ponían a secar los juegos de cama, de forma que era constante ver como las sábanas blancas compartían sus secretos de alcoba con el sol barcelonés y, ya de paso, se daba a los transeúntes las garantías necesarias de las más delicadas condiciones de higiene. Cabe destacar que junto a los juegos de cama ondeó una bandera catalana que también fue testigo mudo del amor inconfesable de la época.</span><br /><br />
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Los catalanes y catalanas de aquellos años, así como cualquier ciudadano del mundo residente en la ciudad, o que se encontrase en ella de paso, podía reservar una de las habitaciones del conocidísimo “hotel”, y ya bien sea en compañía de sus queridas o de sus queridos, o personándose con señoritas de compañía agarradas del brazo, soltar sin tabúes y sin riesgos sus más ocultos deseos, ya que La Casita Blanca lo guardaba todo en el más absoluto secreto.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-daicbFVL0P4/UioMtiG35qI/AAAAAAAABhU/9iVpRAZW9LA/s1600/Street+Photography+-+Sergi+Camara+Perez+-+Barcelona+002.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-daicbFVL0P4/UioMtiG35qI/AAAAAAAABhU/9iVpRAZW9LA/s400/Street+Photography+-+Sergi+Camara+Perez+-+Barcelona+002.jpg" width="282" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Bar Alegría. Carrer Robadors de Barcelona.<br />
Fotografía de Sergi Càmara i Pérez.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Muchos han sido, son, y serán los casos en los que las autoridades, da igual del régimen o del color político que se tiñan, han intentado repetidamente ponerle puertas al campo y cargar contra la prostitución, locales de alterne, así como lugares en los que cualquier tipo de relación sexual se practique dentro de una "normalidad". Sin duda que en no pocas ocasiones con argumentos llenos de razón por lo que respecta a menores, mujeres secuestradas y engañadas por bandas criminales, etc. Pero en otros casos el argumento ha sido el puro hecho de aplicar políticas y medidas puritanas en base a las que preservar el espíritu patrio, que tenía (y si nos descuidamos, tiene) que ser tan blanco e inmaculado como –paradójicamente- las sábanas que colgaban del terrado de La Casita Blanca. En el año 1969 (Vaya... 69!), las Cortes Franquistas ordenaron el cierre inmediato del meublé, y fueron siete años en los que las habitaciones de La Casita Blanca se quedaron vacías y en los que los cabeceros de sus camas dejaron de golpear las paredes. En el 1975, y cuando el caudillísimo Franco ya languidecía y daba sus últimos jadeos -no precisamente de placer-, el hotelito abrió de nuevo sus puertas con muy buena acogida por parte de los barceloneses y de las barcelonesas que pudieron dejar de nuevo sus automóviles en sus plazas de parking y para mayor tranquilidad y gloria de los amigos progres que volvieron a recuperar sus apartamentos y dejaron de pasar noches al raso.</span><br />
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span></span><span style="font-family: Georgia;">En ese mismo año, 1975, Joan Manuel Serrat dedicó una canción al que fue el meublé más antiguo y famoso de Barcelona y posiblemente de toda España. La canción se titulaba “La Casita Blanca”, tema incluido en su álbum “Para piel de manzana”, grabado por Serrat y editado por Ariola. El título de esta entrada proviene de un fragmento de la letra de ese tema y que les enlazo al final.</span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Ponerle los cuernos a la parienta durante los partidos era un clásico. Los maridos dejaban a sus esposas en casa con el pretexto de: “me voy a ver el partido” y mientras hacían ver que estaban en el campo de fútbol animando a su equipo, retozaban con sus queridas entre sábanas blancas. No obstante, conocer los resultados de los encuentros era vital, de modo que La Casita Blanca instaló unas pantallas a través de las cuales se podían conocer los resultados finales de los partidos, y de ese modo, cuando los maridos regresaban a casa podían contar que su equipo, en esa tarde noche, había metido tres; y quien sabe... quizá fue ese el verdadero resultado.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia;"><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-ghsF9Gu0GbM/UioFGc_LgOI/AAAAAAAABhI/T9dqWh4gUTE/s1600/La-Casita-Blanca1+Christian+G%C3%B3mez.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="239" src="http://1.bp.blogspot.com/-ghsF9Gu0GbM/UioFGc_LgOI/AAAAAAAABhI/T9dqWh4gUTE/s320/La-Casita-Blanca1+Christian+G%C3%B3mez.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La Casita Blanca en 2011.<br />
Fotografía de Christian Gómez.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Finalmente llegó el fatídico año 2011 en el que el “Hay-untamiento” de Barcelona expropió el edificio de La Casita Blanca. Por desgracia no fue para que sus políticos se desahogasen con la placentera práctica del sexo; más bien fue para darle rienda suelta al único placer que conocen y que no es otro que el de especular. Los motivos para la demolición del local fueron “razones urbanísticas”, y así, sin más, La Casita Blanca pasó a ser historia.</span><br /><br />
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En el Poble Sec, en mi barrio, existe aún hoy en día un antiguo y también conocido meublé llamado La França, así que para aquellos que necesiten un lugar en el que pasar momentos con sus parejas (o con las parejas de otros), que sepan que en Barcelona, la tradición de crear lugares de regocijo carnal sigue viva y coleando; nunca mejor dicho, y que también está el no menos conocido <a href="http://www.lavieenrose.es/es/instalaciones.php" target="_blank">La Vie en Rose</a>, por citar otro, y que por lo que yo sé de La Casita Blanca (de oídas, eh... de oídas), el personal de todos estos lugares de placer está altamente profesionalizado, las medidas de higiene cuidadísimas al detalle y la discreción asegurada. En La Casita Blanca el acceso podía hacerse a pie o en coche, y para ambos casos los empleados hacían entrar a sus clientes a través de un complicado sistema de laberintos de modo que nunca pudiesen cruzarse con otros ni ser vistos por nadie. Curioso que en un mundo en el que se está tratando de encontrar los apoyos necesarios para armar una guerra... debamos mantenernos ocultos para practicar el sexo. Reflexionemos.</span><br />
<span style="font-family: Georgia; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
</span><br />
<iframe align="top" allowfullscreen="" frameborder="0" height="115" hspace="0" marginheight="0" scrolling="no" src="http://www.goear.com/embed/sound/a442eef" vspace="0" width="580"></iframe></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-89369296741918765602013-09-04T14:17:00.004+02:002013-09-04T16:43:59.284+02:00Segunda entrega de GERY GARABATOS para enero del 2014<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-tW1hVWwfDrQ/UickSksznvI/AAAAAAAABgk/aitehNrradY/s1600/GERY+GARABATOS+II+Portada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-tW1hVWwfDrQ/UickSksznvI/AAAAAAAABgk/aitehNrradY/s400/GERY+GARABATOS+II+Portada.jpg" width="257" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">Q</span>ue ya sé que puede parecer que tengo olvidado el blog; y
no, para nada. Sí que es cierto que anda un poco abandonado, pero rápidamente
me entenderán cuando les cuente el motivo.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Como ya informé hace ahora algo más de un año, <a href="http://setenta-s.blogspot.com.es/2012/05/el-invento-del-tbo.html" target="_blank">en esta entrada</a>, me lancé a la
aventura literaria a través de editoriales convencionales que editaban en
papel; si... ya saben, con impresión tradicional, empresas de distribución y
venta de ejemplares en librerías y demás, ya sé que puede parecer antiguo, y
más hoy en día que todo el mundo trata de publicar en digital; tanto autores
como editores, pero... para qué nos vamos a engañar, la edición digital es el
presente, cierto, pero en España andamos aún muy lejos de conseguir los
resultados obtenidos por otros países europeos o en los Estados Unidos y el motivo es
lógico teniendo en cuenta que en nuestro mercado, apenas existe diferencia de
precio entre un libro impreso o uno editado en sistema digital. Uno de los
motivos es el IVA aplicado, otro el tema de derechos de autor con los que las
editoriales aún se están haciendo un lío, y como no: la piratería. Y es que aún
no existe un modo de control efectivo sobre la descarga de contenidos de la red
–o si existe, los editores españoles no lo conocen- y la desconfianza puede más
que el valor, cosa lógica teniendo en cuenta los tiempos que corren.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Pues bien, mi aventura no ha salido del todo mal y desde que
escribí mi primera novela juvenil en mayo de 2012 hasta ahora, la actividad ha
sido bastante notable. Mi editorial, <a href="http://www.edicionesb.com/catalogo/autor/sergi-camara/971/libro/gery-garabatos_2349.html" target="_blank">Ediciones B</a>, me ha pedido realizar una
segunda entrega con las aventuras de <b>GERY GARABATOS</b> y a eso he estado dedicando
estos últimos meses. Ahora ando en temas de revisión con el fin de que en el próximo
mes de enero del 2014, el nuevo ejemplar “impreso” esté en la calle.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Ah! Y no olviden que GERY GARABATOS, a pesar de ser una novela
impresa, también cuenta con contenidos multimedia e interactivos especialmente elaborados
para cada título, así que si quieren echarle un vistazo, no tienen más que
clicar el siguiente enlace: <a href="http://www.gerygarabatos.com/" target="_blank">Web de GERY GARABATOS</a>, y también pueden seguirlo a través de <a href="https://www.facebook.com/gerygarabatos" target="_blank">FACEBOOK</a>.</div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-size: 12pt;">Espero que les guste y que no olviden comprar un jemplar a sus hijos ;-)</span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-10520791371930040922013-05-31T16:45:00.002+02:002013-05-31T16:46:23.113+02:00La biblioteca infantil y doméstica de los 70's<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-jtttz9V618M/Uai23lbDz_I/AAAAAAAABgM/CjdszNLcTI8/s1600/Biblioteca+Personal+a%C3%B1os+70's.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="293" src="http://1.bp.blogspot.com/-jtttz9V618M/Uai23lbDz_I/AAAAAAAABgM/CjdszNLcTI8/s400/Biblioteca+Personal+a%C3%B1os+70's.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white; line-height: 18px;"><span style="color: #b45f06; font-size: large;">O</span></span><span style="background-color: white; color: #37404e; font-size: 13px; line-height: 18px;">s muestro una pequeña parte de mi biblioteca personal de cuando era niño; la que aún conservo de aquellos primeros años en los que me dejé llevar por las maravillosas historias que contenían los cuentos, las novelas infantiles y juveniles </span><span class="text_exposed_show" style="background-color: white; color: #37404e; display: inline; font-size: 13px; line-height: 18px;">y también los TBOs y los Comics de los que llegué a tener un buen montón.<br /><br />Como podéis observar, el libro de <i>Tom Sawyer</i> lo tengo "repe". Resulta que en la biblioteca de mi barrio tenían una edición magnífica, densa y maravillosamente ilustrada, pero fui incapaz de encontrarlo en las librerías por más que me las pateé todas. En su lugar encontré una edición que por aquellos tiempos lanzó al mercado <i>Editorial Bruguera</i> (el de la parte superior de la imagen), pero... nada que ver. La que molaba era la edición que veis en la parte inferior de la foto y que aún conserva en su lomo las pegatinas de la biblioteca, pero que pasó a formar parte de mi propiedad porque un día... la pispé. Me arrebató la incontrolable necesidad de que ese libro tenía que ser mío, así que, podríamos decir que... lo "privaticé".<br /><br />Todo lo contrario a lo que sucede en la actualidad con los libros de lectura, que en lugar de formar parte de las bibliotecas personales de nuestros hijos, han pasado a ser una posesión de las escuelas con la iniciativa de que sean "reciclados" y pasen de mano en mano sin que pertenezcan a nadie. A eso le llaman "socialización". El problema es que con una iniciativa así por parte de las AMPAS de las escuelas y gobierno -y seguro que con buena intención, pero con nefastos resultados-, las editoriales cada vez venden menos libros, las imprentas y las librerías cierran, y los autores nos vemos obligados a trabajar por amor al arte o a convertir nuestra vocación en una simple afición sin poder, ni tan siquiera, vivir en la austeridad en la que hemos estado viviendo durante muchos años; porque claro... tampoco es que hayamos estado nadando en la abundancia hasta ahora, ni viviendo del cuento por más de ellos que hayamos podido escribir o ilustrar.<br /><br />Pero el problema va más allá -y eso es lo realmente importante-. No sé si el día de mañana nuestros hijos podrán mostrar una fotografía como esta que os enseño y en la que podamos ver aquellas novelas y libros en general que fueron suyos. El libro será de la escuela y en casa apenas habrán libros. Se creará en nuestros hijos la mentalidad de que los libros no se compran porque "eso es cosa del cole". Se descatalogarán libros a una velocidad fulminante debido a la falta de ventas y los autores dejaremos de escribir y no habrán nuevos autores porque quizá, los que lo somos, aprendimos a base de mirar y remirar, de leer y releer esos libros de nuestra biblioteca personal. Aprendimos de esas historias que nos acompañaron y que seleccionábamos en la librería de nuestro barrio. Sin duda, lo más probable es que yo no sería autor a día de hoy sin la existencia de mi pequeña biblioteca doméstica.<br /><br />La profesionalización de la literatura pasará a mejor vida si un escritor tiene que serlo a tiempo parcial mientras trata de ganarse la vida poniendo copas en un bar o trabajando en una oficina.<br /><br />Y vosotros, conserváis aún vuestra biblioteca de cuando erais niños?</span></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-77752993100035187682013-02-18T19:57:00.000+01:002013-02-18T20:56:13.545+01:00El reciclaje y el "Capo di tutti capi"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-DNE-cFiqGT4/USJ4SD87exI/AAAAAAAABfE/F4RrPCUXCAk/s1600/El+trapero,+los+a%C3%B1os+70.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="303" src="http://3.bp.blogspot.com/-DNE-cFiqGT4/USJ4SD87exI/AAAAAAAABfE/F4RrPCUXCAk/s400/El+trapero,+los+a%C3%B1os+70.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">L</span>os críos que recorríamos de arriba abajo las
calles del Poble Sec, que jugábamos en ellas, y en las que perpetrábamos las
mil diabluras, jamás supimos qué era eso de recibir la paga semanal. Más allá
de la Avinguda del Paral·lel; la frontera que separaba mi barrio del resto del
mundo, la cosa era bien distinta. Los niños de otros barrios recibían 15 o 20
pesetas a la semana que les daban sus padres, sus tíos o sus abuelos para que
tuviesen para sus gastos, e incluso para que ahorrasen un poco y se pudiesen
permitir algún que otro lujo.<br />
<br />
Eso no significaba que nosotros jamás llevásemos un
céntimo en el bolsillo; al contrario, en muchas ocasiones ya hubiese querido un
niño de otro barrio reunir las cantidades de dinero con las que nosotros
solíamos hacernos de vez en cuando y con las que nos permitíamos asaltar el
kiosko del señor Sánchez y comprarnos todas las chuches del mundo y todas las
baratijas de kiosko que se amontonaban en sus estantes.<br />
<br />
“La paga”, no obstante, rara vez procedía de
nuestros padres. Normalmente era un tío quien nos dejaba caer algún dinerillo,
y en función de la cantidad les teníamos catalogados en tres categorías
distintas; a saber: el tío roñoso, el tío standart, y el tío generoso.<br />
<br />
El tío roñoso era el que te soltaba una pesetilla y
te decía: “Toma, para que te compres un chicle” (justamente, ni más ni menos,
eso era lo que costaba un chicle a principios de los 70). El tío standart era
el que hurgaba en su bolsillo, y o bien en calderilla, o en moneda, te dejaba
caer cinco pesetas o un duro y te decía: “Toma, para que te compres chuches”;
bueno... la verdad es que con cinco pesetas podías comprarte un chicle, un par
de caramelos Palotes de Palín, un puñado de gominolas y alguna que otra regaliz
de palo. No estaban mal los tíos standart, la verdad. Pero el súmmum del
derroche, de la generosidad y del donaire, venía siempre de parte del tío
generoso que realmente se rascaba el bolsillo y depositaba sobre la palma de
nuestras manos una moneda de cinco duros; es decir, 25 relucientes pesetas. Eso
era un capital! Con esa moneda con la cara de Franco podías comprarte un
paracaidista de “Los Halcones del Espacio” que valía 15 pesetas, un tebeo de
Mortadelo que costaba 6 rubias y aún te quedaban 4 perras para pillar una buena
indigestión de gominolas.<br />
<br />
También es cierto que la cantidad de paga que nos
daban los tíos venía en base a la frecuencia con la que nos encontrábamos con
ellos. Luego, pasados los años y con la perspectiva del tiempo, terminamos
dándonos cuenta de que en realidad, el tío roñoso era el que más dinero nos
daba, ya que al pobre le veíamos cada día y siempre nos daba la pesetilla para
el chicle. Eso, al cabo del mes, hacía una media de 30 pesetillas. Mientras que
al que teníamos catalogado como generoso porque nos daba los cinco duros, les
veíamos escasamente una vez al mes. Pero bueno... nosotros fuimos niños que
supimos ser niños, y lo propio era ser injustos con los tíos “roñosos”, que por
el hecho de ser vecinos tenían que toparse a diario con nosotros y contemplar
cómo les tirábamos del bolsillo del pantalón para que soltasen la perra rubia.<br />
<br />
Pero no eran esos nuestros únicos ingresos. Los
críos del Poble Sec lo teníamos todo muy bien organizado. Éramos unos
auténticos “gestores de deshechos” que nos repartíamos el barrio por zonas y a
cada pequeña banda le pertenecían unas calles o unas manzanas concretas; los
andaluces se ocupaban de la zona este hasta casi tocar la plaza de España, los
gitanos dominaban la zona de Montjuïc y las barracas, y nosotros, los
charnegos, ejercíamos pleno control sobre la parte central y oeste hasta la
zona portuaria. Sin duda se trataba de la tajada más grande del pastel y en la
que se llevaban a cabo las mayores refriegas entre los clanes que deseaban
arrebatarnos algunas calles.<br />
<br />
Del mismo modo, cada grupo tenía su especialidad.
Los gitanos eran los reyes de la chatarra porque del negocio de deshechos
participaban también sus padres, y con sus carros eran capaces de cargar con
neveras viejas, cocinas, latas y hierros procedentes de obras y demás material
que nosotros escasamente podíamos cargar bajo el brazo o almacenar en el
almacén del herbolario, el señor Vallcanera. De modo que ahí no ejercíamos
demasiada presión y dejábamos que los gitanos se ocupasen de esos trastos, ya
que por el contrario, también les correspondía una menor zona. Entre tanto,
charnegos y andaluces nos peleábamos por periódicos viejos, cartones y envases
de botellas; “cascos” les llamábamos, y que eran la pieza más preciada después
de la chatarra.<br />
<br />
Los bares sacaban a la calle las cajas de plástico
con los cascos vacíos de las cocacolas, las mirindas o los refrescos de la
marca Kas. Al poco rato llegaba el camión de reparto y sustituía las cajas con
cascos vacíos por cajas con botellas llenas, pero no fueron pocas las ocasiones
en las que el camión de reparto no encontraba las cajas de cascos; a menos,
claro está, que no fuesen a buscarlas al almacén del herbolario, cosa que jamás
sucedió.<br />
<br />
La barraca que servía de almacén a los gitanos, así
como el almacén del herbolario ocupado por los charnegos, o la obra en
construcción de la zona este que hacía las veces de almacén para los andaluces,
eran zonas que debían estar permanentemente vigiladas, ya que los asaltos por
parte de los diversos clanes a los bienes ajenos eran más que habituales. Cada
cuatro o cinco meses se organizaba una guerra entre “familias” en la que
volaban las pedradas y eran frecuentes las luchas cuerpo a cuerpo, hasta que
llegaba un punto en que esas guerras podían llegar a más y se imponía una
reunión entre los responsables de los distintos clanes para llegar a una
negociación a través de la que se buscaba la paz, pero por encima de todo, se
intentaba hacer un reparto más o menos justo de deshechos y con el que todos
estuviésemos medianamente contentos.<br />
<br />
Una vez solucionado eso, impuesta la paz,
establecido el reparto, y con nuestras brechas cubiertas de tiritas, mercromina
y sulfamida, nos organizábamos dentro de cada clan para repartir los deshechos
entre el trapero, a quien le vendíamos los periódicos viejos, los cartones y
nos lo pagaba todo al peso, el chatarrero, a quien le colocábamos los trastos
viejos y las chapas de botella y nos daba algún dinero según tuviese el día. La
verdad era que el chatarrero quizá se trataba de “Il capo di tutti capi” del barrio
y le costaba soltar el parné más que a nadie. Por último estaban los dueños de
los bares, a quienes, en cantidades discretas (para que no se notase que
llevábamos un mes robándoles los cascos), les vendíamos los envases vacíos a
cambio de una peseta por pieza.<br />
<br />
En cada clan el reparto de beneficios era según
Dios nos dio a entender. En nuestro caso, en el clan de los charnegos, los
capos nos llevábamos una buena parte. Una parte ligeramente menor percibía el
mediador, que era el encargado de ejercer de portavoz en las reuniones
posteriores a la guerra entre bandas. Por último estaban los soldados, que
percibían una menor parte a pesar de que eran quienes más se jugaban el pellejo
en la vigilancia de almacenes y en las guerras, pero bueno... en su día todos
empezamos siendo soldados. Sabíamos que la fidelidad a la familia y el esfuerzo
nos llevaría tarde o temprano a ser capos, de modo, que aunque quizá injusto,
los soldados jamás protestaron por quedarse con simples migajas.<br />
<br />
Por desgracia hoy en día todo esto ha dejado de
existir. Ya no son los críos de barrio quienes se encargan de la “gestión de
deshechos” y quienes se pueden sacar unos euros con sus escaramuzas entre
clanes que ya ni existen.<br />
<br />
En la actualidad, nos han sorbido el seso con “el
cambio climático”, con ese rollo de que nos estamos cargando el planeta, etc, y
como consecuencia de todo ello somos nosotros, en nuestras casas, los que nos
encargamos de “reciclar”, de repartir la basura en absurdos contenedores
dejando sin empleo a traperos, chatarreros, e incluso a empleados de vertederos
que en los 70 separaban la materia orgánica de lo demás y que en la actualidad,
no forman parte de las cifras de parados, porque sencillamente, esos empleos ya
apenas existen.<br />
<br />
En cualquier caso, a día de hoy, los auténticos
“gestores de deshechos” se han convertido en poderosas instituciones públicas
que dejan sin trabajo a gente en un momento en el que se necesita más empleo
que nunca, que nos han convencido de que somos el peor animal que habita en el
planeta y que es necesario que reciclemos para compensar lo mucho que
contaminamos, y ahí... jodidos, pero contentos, y concienciados de que estamos
realizando una tarea ecológica y en favor del bien común, reciclamos y
reciclamos (gratis, sin percibir por ello un solo euro) para alimentar al “Capo
di tutti capi” que ha pasado de ser un chatarrero roñoso, a un tipo con coche
oficial que reposa su culo en el sillón de cualquier ayuntamiento.<br />
<br />
Los críos de barrio, con nuestros parches de
mercromina, fuimos los que inventamos eso del reciclaje, por necesidad y por
pura supervivencia. Ahora en cambio, como casi con todo lo demás, el negocio ha
ido aparar a manos de auténticos mafiosos.<br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<i><span style="color: #666666;">Ilustración: Sergi Càmara</span></i>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-80056460860303105632012-12-21T18:08:00.001+01:002012-12-21T18:08:34.085+01:00La estrella de la Navidad<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-xMG2Sasx9zA/UNSSQaK9pXI/AAAAAAAABeM/yn93VOaJmxA/s1600/Estrella+Sheriff+-+Gonzalez+-++Los+a%C3%B1os+70.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="300" src="http://1.bp.blogspot.com/-xMG2Sasx9zA/UNSSQaK9pXI/AAAAAAAABeM/yn93VOaJmxA/s320/Estrella+Sheriff+-+Gonzalez+-++Los+a%C3%B1os+70.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Estrella de Sheriff - Gonzalez Hermanos S.L.</td></tr>
</tbody></table>
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">Y</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">a sé que no se trata de la mejor imagen de
“estrella de Navidad” para felicitar estas fiestas, pero sin duda es mejor que
aquella estrella de Navidad que en los años 70 comprábamos para decorar nuestro
árbol o que poníamos en nuestro pesebre. La recuerdan? Se trataba de una
estrella fugaz, de cartón y rebozada en purpurina preferentemente plateada,
aunque creo que llegué a ver alguna dorada. Cada vez que sacábamos la estrella
de la caja en la que se encontraban también las bolas del árbol o las figuritas
del nacimiento, la purpurina se escampaba por todas partes. Como para perderse
los Reyes Magos de Oriente! La estela de minúsculos destellos de purpurina que
dejaba la dichosa estrella aún se percibía por nuestros hogares hasta bien
entrada la primavera.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pero si he preferido ilustrar la entrada navideña
con esta estrella del sheriff, es porque de lo que se trata, teniendo en cuenta
cómo nos están poniendo el panorama para el próximo 2013, es de transmitir un
mensaje positivo, y esa estrella –aunque no lo parezca- forma parte importante
de ese mensaje debido a que se trata de una historia de éxito.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-pPpKxEo3j_Y/UNSTHoqD4GI/AAAAAAAABeU/QfkRPUmqQKA/s1600/gonher+-+Los+a%25C3%25B1os+70.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-pPpKxEo3j_Y/UNSTHoqD4GI/AAAAAAAABeU/QfkRPUmqQKA/s1600/gonher+-+Los+a%25C3%25B1os+70.jpg" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">La famosa estrella de Sheriff que todos los críos
de los setenta lucimos en nuestras solapas fue el producto estrella (y nunca
mejor dicho) de la fábrica de juguetes </span><i>Gonzalez Hermanos S.L.</i><span style="font-size: small;"> Fundada en 1958
por los hermanos Antonio y Carlos Gonzalez, ambos antiguos empleados de la casa
</span><i>RICO</i><span style="font-size: small;">, y que en su nueva </span>compañía<span style="font-size: small;"> se especializaron en juguetes de plástico y
metal y en réplicas de revólveres y escopetas del </span><i>Far West</i><span style="font-size: small;">. El éxito de sus
juguetes les llevaron a visitar numerosas ferias internacionales hasta el punto
de tener que transformar su marca en </span><i>GONHER S.A</i><span style="font-size: small;"> (GONzalez – HERmanos, tan obvio
como suena, pero que le daba a la marca un carácter así como de más allá de nuestras
fronteras).</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: small;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">Pues a día de hoy, y 55 años después, la casa
</span><i>GONHER</i><span style="font-size: small;"> sigue fabricando sus juguetes desde Ibi, Alicante. Se trata de una de
las pocas grandes marcas que sobrevive de aquella época y que ha resistido el
paso de los años a pesar de las limitaciones y constantes ataques que el tipo
de juguete que fabrican han recibido por parte de asociaciones de padres,
educadores, etc, etc. Hoy en día, en una sociedad en la que los niños no pueden
jugar a </span><i>Cowboys</i><span style="font-size: small;">, ni a piratas, o que en caso de hacerlo deben ir desarmados, la
casa </span><i>GONHER</i> sigue ahí fabricando sus pistolillas y abriéndose paso día a día en
un mercado cada vez más complicado.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-gCOLqnK9ong/UNSTciAAcWI/AAAAAAAABec/7M7RKaMM9C0/s1600/El+Virginiano+-+Los+a%C3%B1os+70.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="198" src="http://1.bp.blogspot.com/-gCOLqnK9ong/UNSTciAAcWI/AAAAAAAABec/7M7RKaMM9C0/s200/El+Virginiano+-+Los+a%C3%B1os+70.jpg" width="200" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Esas chapas de Sheriff fueron unas de las más
preciadas baratijas de kiosko de aquellos tiempos. Las comprábamos en el kiosko
del señor Sánchez del Poble Sec y nos las poníamos perforando las solapas de
nuestras trencas; aquellas horribles trencas de color azul marino o marrón, con
forros de cuadros y botones en forma de cuerno de madera. Recuerdo que mi amigo
José María Collado, me decía que la imagen del vaquero que aparecía en ella era
la de <i>El Virginiano</i><span style="font-size: small;">. “Que no, hombre”. le decía yo. “No se parece en nada al
virginiano, chaval. Estás tonto o qué”. Pero él insistía e insistía. Al final,
por suerte, yo terminaba matándole porque a él siempre le tocaba hacer de
indio, y en el lejano Oeste; ya se sabe... las cosas iban así.</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-CcVcBVuoqOM/UNSUyggCHoI/AAAAAAAABew/Llr_cZH17V8/s1600/Estrella+de+Navidad+-++Los+a%C3%B1os+70.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="158" src="http://3.bp.blogspot.com/-CcVcBVuoqOM/UNSUyggCHoI/AAAAAAAABew/Llr_cZH17V8/s320/Estrella+de+Navidad+-++Los+a%C3%B1os+70.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Y para que no sea dicho. Les dejo también una
imagen de la estrella de cartón setentera para felicitarles estas navidades y
para desearles que el nuevo año, el 2013, no les parezca a ninguno de ustedes tan
terrible como nos lo quieren vender. Que sea próspero, que lo disfruten en
compañía de los suyos, que no se duerman en los laureles y que colaboremos
todos en sacar esto adelante, ya que aunque no nos vayan a dar trabajo, seguro
que tenemos de sobras la capacidad suficiente como para inventarlo.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ah!... y cuidado con la estrella, no vaya a
llenarles de purpurina el PC.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span>
<span style="color: #666666; font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: x-small;"><i>Créditos de las imágenes: 1.- Estrella de Sheriff, GONZALEZ HERMANOS S.L. (Colección particular) 2.- Logotipo marca GONHER 1958. 3.- El actor James Drury como EL VIRGINIANO. 4.- Estrella de Navidad para pesebre o árbol de los años 70's.</i></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-81696276296020931872012-12-13T18:50:00.003+01:002012-12-14T10:59:48.781+01:00El Caballero del Ring<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-MMCmusVoKQ0/UMny7V7rumI/AAAAAAAABcQ/tBiMp3laZZA/s1600/Kid+Tunero+1972.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="386" src="http://2.bp.blogspot.com/-MMCmusVoKQ0/UMny7V7rumI/AAAAAAAABcQ/tBiMp3laZZA/s400/Kid+Tunero+1972.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: Georgia;"><span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">H</span></span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">ay pocas cosas que duelan más que el primer <i>crochet</i><span style="font-size: small;"> de izquierda estampado contra la mejilla en el primer minuto de un combate. Por contra, hay pocas cosas que duelan menos que un segundo </span><i>crochet</i><span style="font-size: small;">, aunque este sea lanzado a mayor velocidad, con más ímpetu y aunque se estampe en la misma mejilla que el anterior. El cuerpo humano tiene una sabiduría que ya la quisiéramos a nivel consciente. Reacciona ante ese primer golpe distribuyendo a toda velocidad la sangre de nuestro cuerpo por absolutamente todos los músculos, segrega sudor para volvernos más escurridizos, la fuerza y frecuencia de los latidos del corazón aumentan haciéndonos más ágiles y se dilatan nuestros bronquios para que el aire penetre mejor en nuestros pulmones y nos otorgue una mayor resistencia. Todo eso sucede en fracciones de segundos. Incontrolable, pero demoledor.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span> <span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Me pasó algo así con ocho años de edad cuando andaba tranquilamente por la calle en dirección al kiosko del señor Sánchez que se encontraba en la esquina de casa. El “picao” se acercó a mí, y sin mediar palabra me sacudió un puñetazo en el mentón, seguidamente otro y otro, apenas los sentí a partir del primero, pero fueron decisivos y lograron derribarme. Una vez en el suelo me propinó una patada en el estómago, y ahí ya perdí la cuenta. Sé que me siguió pateando hasta que se detuvo jadeante y comprobando que el trabajo ya estaba realizado. Desde mi posición en el suelo, cabeza abajo y notando el sabor de la sangre en la boca, pude ver como me daba la espalda, se alejaba, y con el brazo extendido y su dedo índice señalando al cielo, me decía: “Y como te vuelvas a burlar de mi... Por mis cojones que te mato!”.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span> <span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Burlarme yo del picao? Cierto era que aquella bola de sebo de doce años, a quien el paso de la viruela dejó imborrables muescas por toda su cara, era, además de horrible, un tipo abiertamente despreciable que hacía culpable a todo el mundo de su desgracia, pero a diferencia de la mayoría de críos del barrio, ni yo, ni los amigos con quienes me relacionaba, teníamos por costumbre burlarnos, ni de él, ni de nadie. Podíamos reírnos de alguien por alguna actitud o reacción en un momento dado, pero rara vez, por no decir nunca, reaccionábamos así ante algún defecto físico. En mi barrio no eran pocos los que arrastraban alguna tara, me vienen a la memoria: el cojo, el chepas, el ojo taco, el bracicorto, la cuellilarga, el tonto, la enana... una galería interminable de personajes con los que nos cruzábamos casi a diario en nuestros trayectos del cole a casa y que eran vecinos en un barrio en que quien más o quien menos, aunque no fuesen visibles, cargábamos con varios defectos de fábrica.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span> <span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Alguien informó al picao de algo, que por lo visto yo hice o dije, pero le informó mal.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—No piensas levantarte del suelo? —una voz fina –casi femenina-, pero rota, reclamó mi atención.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Como pude me giré hacia mi interlocutor. Alguna patada había impactado en mi ojo derecho y me lo ponía difícil para enfocar a aquel individuo que sentado en el escalón de entrada a una escalera de vecinos, se me mostraba sonriente y como propietario de todo el equilibrio y la paz mundial.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando por fin le pude ver bien me sorprendió que se tratase de un negro. A decir verdad yo nunca había visto a un negro en persona con anterioridad, a excepción de los que salían en las películas de <i>Tarzán</i> y que, o vestían taparrabos, o atuendos ligeramente más civilizados, pero que siempre iban cargados de bultos que sostenían sobre sus cabezas. No obstante aquel tipo de voz rota y delicada iba envuelto en un larguísimo abrigo marrón y llevaba puesto un gorro de lana.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Quién eres? —le pregunté.</span><o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> —Mis amigos me llaman Kid. —me dijo. Se despojó de su gorra para saludarme y me sorprendió contemplar una discreta calvicie y algunas canas. Jamás hubiese pensado que los negros pudiesen ser calvos o tener el pelo canoso. No eran así en las películas de <i>Tarzán</i>.</span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">El negro Kid solicitó que me sentase a su lado en aquel escalón, y tras llegar a él –como pude- me senté junto a aquel tipo corpulento que no dejaba de mirarme con una perpetua sonrisa dibujada en su cara.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">—Por qué no te has defendido?</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">—Defenderme?</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">—Si, chico. Ya sabes... —Kid dibujó en el aire unos <i>jabs</i> y algunos ganchos con sus puños.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">—Pues yo que sé... Imagino que sólo tenía ganas de que terminase de una vez y me dejase en paz.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">—Buena estrategia, hijo. Eso es tener madera de campeón.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;">—Tú crees? —le pregunté mirándole de reojo y sosteniendo mi nariz con el pañuelo para no seguir manchándome de sangre.<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Oh, ya lo creo. —afirmó—. Sabes? Un campeón es aquel que nunca se mete en una pelea que sabe que no va a ganar.</span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Kid me acompañó hasta mi casa. De camino nos acercamos un instante a la fuente de la calle Poeta Cabanyes, y con mi pañuelo y también con el suyo ligeramente humedecidos con agua, limpió mis heridas y me parcheó como pudo para que mi madre no se llevase un susto de muerte al verme. Nos despedimos y quedamos en que ya nos iríamos viendo por el barrio.</span></span><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-mXDcxFiWPZU/UMoOKNIezGI/AAAAAAAABd0/LwQHC_TndqE/s1600/1954hemingwayykidtunero+Cuba.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-mXDcxFiWPZU/UMoOKNIezGI/AAAAAAAABd0/LwQHC_TndqE/s1600/1954hemingwayykidtunero+Cuba.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Kid junto a Ernest Hemingway. Cuba 1954</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">No pasaron muchos días hasta que volvimos a coincidir, y así varias veces en sucesivas ocasiones y en diferentes lugares del barrio. Cada vez que nos veíamos kid y yo conversábamos. Él me preguntaba que qué tal estaba mi gancho de izquierda, y yo me reía. En uno de esos encuentros, concretamente un día por la tarde, Kid me vio y se dirigió hacia mi con prisa. Yo iba hacia mi casa acompañado de mi amigo de clase Guijarro. Los dibujos animados estaban a punto de empezar en la tele y seguro que mi yaya Lola me esperaba con la merienda.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Georgia; font-size: 12pt;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Hola, Chico. Vienes? —Kid se me acercó sacándose su gorro de lana con una mano y tendiéndome la otra para estrecharla con la mía—. Tú y tu amigo podéis acompañarme si queréis. Me gustaría mostraros algo.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Guijarro declinó la invitación. Estaba sorprendidísimo de ver a un negro de carne y hueso. Se despidió de nosotros y se encaminó hacia su casa sin poder evitar girarse constantemente para cerciorarse de que era cierto que acababa de ver aquella rareza.</span></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-fZn_LMjYKbc/UMn9szxoAZI/AAAAAAAABck/eqYPQIJUtYE/s1600/barrio+chino.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="280" src="http://2.bp.blogspot.com/-fZn_LMjYKbc/UMn9szxoAZI/AAAAAAAABck/eqYPQIJUtYE/s320/barrio+chino.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Barrio Chino de Barcelona a principios de los años 70</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Kid y yo atravesamos la Avenida del Paralelo, una calle que era la frontera que separaba a mi barrio, el Poble Sec, del resto del mundo, y más concretamente del barrio Chino y del barrio de Sant Antoni. Rara vez mis pasos se encaminaban hacia esa dirección aún y que el barrio Chino, en todo su esplendor, estaba muy cerca de mi casa. Nos adentramos en él a través de la calle Conde del Asalto, Kid saludó a un montón de gente por el camino, a tipos que se le acercaban con una abierta sonrisa y a putas que le rodeaban el cuello con sus brazos, le lanzaban seductoras miradas y le preguntaban que “quién era el pequeñín”. Kid era amable con todos los que se cruzaban a su paso hasta que finalmente entramos en una de las fincas de la angosta calle. Andamos unos metros a través de un estrecho pasillo al final de cual podían oírse fuertes respiraciones, golpes, jadeos y unas intermitentes e interminables sacudidas a modo de “chack, chack, chack...”.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Georgia; font-size: 12pt;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nos detuvimos en una gran estancia en la que entraba el sol a través de unos ventanales, pero en la que imperaba una suave penumbra. Tres rings de boxeo se hallaban esparcidos por ella. Un montón de tipos en calzón corto se liaban a mamporros con unos enormes sacos que colgaban del techo, algunos de esos hombres, subidos en los rings y protegidos con cascos y chalecos que guarecían sus costillas, se distribuían en parejas y se sacudían a la vez que permanecían atentos a las voces que les dirigían otros que corregían sus movimientos y les indicaban cómo debían lanzar los golpes. También habían tipos que parecían ir por libre, fintaban frente a espejos o se peleaban contra su propia sombra proyectada en una pared, o bien saltaban a la comba “chack, chack, chak...”.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Enhorabuena, Kid. Te estábamos esperando! — Otro hombre corpulento, pero de baja estatura se acercó con una botella de ron cubano en la mano, abrazó a Kid y remostó su maltrecha nariz contra su cara para estamparle un sonoro beso en la mejilla—. Quién es tu amigo? —le preguntó mirándome con curiosidad.</span></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-ocFgJvcUjsk/UMn-Iq7iR9I/AAAAAAAABcs/J2tzOYijIBs/s1600/ali-crop.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-ocFgJvcUjsk/UMn-Iq7iR9I/AAAAAAAABcs/J2tzOYijIBs/s320/ali-crop.jpg" width="191" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mimoun Ben Ali</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Kid nos presentó, aunque aquel tipo me era familiar. Mi padre y yo asistíamos los domingos por la mañana al <i>Gran Price</i><span style="font-size: small;">, también íbamos algún miércoles por la tarde, y en aquel local que hacía las veces de sala de baile, cancha de baloncesto y ring en el que se celebraban emocionantes veladas, veíamos combates de boxeo. Efectivamente, se trataba ni más ni menos que del melillense </span><b>Mimoun Ben Ali</b><span style="font-size: small;"> a quien ya había visto pelear en alguna ocasión. Hacía cuatro años escasos que había perdido su título de campeón de Europa en Italia frente a </span><b>Salvatore Burrini</b><span style="font-size: small;">. Realizó algunos combates después de ése, pero no logró recuperarlo, de modo que colgó los guantes, abrió una zapatería en la ciudad Condal y acudía al gimnasio para no olvidar viejos tiempos y para seguir reencontrándose con viejas glorias.</span></span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A la que quise darme cuenta eran varios los tipos que se encontraban a nuestro alrededor. Todos abrazaban a Kid, le daban palmadas en el hombro y le felicitaban. Ali, que así era como llamaban todos a Mimoun, empezó a servir ron cubano en roñosos vasos y a repartirlo entre el grupo de gladiadores que habían dejado de zurrarse por un momento para acercarse a nosotros a celebrar algo, que por lo visto... era muy importante.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Toma, chico. —Ali me ofreció uno de esos vasos en el que había dejado caer apenas tres gotas de ron —. Celebra la victoria del campeón con nosotros —me dijo.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Yo no tenía ni la menor idea de qué estaba sucediendo allí, hasta que al poco rato, y por ese mismo pasillo por el que instantes antes, Kid y yo habíamos llegado, hacía su aparición otro negro, sonriente y enfundado en un traje oscuro con finas rayas blancas y que saludaba muy efusivamente a todo el mundo que le recibía con más abrazos, mayor número de palmadas en el hombro, vítores y más felicitaciones.</span></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-Jr2piTrep9A/UMn-qhgT7aI/AAAAAAAABc0/GzG6sAu9BiA/s1600/Jos%C3%A9+Legr%C3%A1+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" src="http://1.bp.blogspot.com/-Jr2piTrep9A/UMn-qhgT7aI/AAAAAAAABc0/GzG6sAu9BiA/s1600/Jos%C3%A9+Legr%C3%A1+1.jpg" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">José Legrá</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nos encontrábamos en las navidades de 1972. Dos días antes a esa improvisada fiesta en el gimnasio del barrio Chino barcelonés, Kid y el negro del traje de finas rayas blancas acababan de llegar de Monterrey, México, con un título del campeonato mundial del peso pluma bajo el brazo. Logré enterarme de que Kid había sido el entrenador, y de que el negro sonriente que acababa de llegar tras un breve reposo, y que estaba siendo recibido como si se tratase de un rey, se llamaba <b>José Legrá</b><span style="font-size: small;"> y era quien había peleado y vencido en aquel combate.</span></span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En medio de todo aquel desconcierto, Legrá reparó por un breve instante en mí, hizo una mueca de sorpresa al verme sostener un vaso de ron. Imagino que pensó que debía ser hijo de alguno de los boxeadores que se encontraban por allí, me atusó el pelo con la mano e inmediatamente se agarró del brazo de Kid y se lo llevó hacia un despacho. Por lo visto el campeón y su entrenador tenían cosas de que hablar. Kid le solicitó a Ali que cuidase de mi y me pidió que le esperase para poder acompañarme a casa. Ali me rodeó con su brazo y se dispuso a mostrarme todo el gimnasio. Mientras, el resto de los que se hallaban allí volvieron a su actividad frenética de soltar mamporros como si no hubiese sucedido absolutamente nada.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ali era sin duda un anfitrión excelente. Me mostró las instalaciones y me explicó para qué servían todos los aparatos y qué ejercicios realizaban los boxeadores, pero además, me contó apasionantes historias de boxeo. De vez en cuando detenía su charla conmigo, se dirigía a un par de púgiles que se estaban dando una buena y les lanzaba alguna indicación: “Pero que haces, hijo? Agáchate y esquiva, agáchate y esquiva, o de lo contrario te vas a comer más hostias que comulgando!”.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Nos encaminábamos hacia el tercero de los rings cuando, Ali, me sorprendió boquiabierto contemplando un enorme cartel que colgaba de una pared. En él estaba la imagen de Kid con un par de guantes cubriendo sus manos.</span></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-i0XFxuDa-z4/UMoAI_LdswI/AAAAAAAABc8/cVBy79MOD60/s1600/Kid_Tunero.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-i0XFxuDa-z4/UMoAI_LdswI/AAAAAAAABc8/cVBy79MOD60/s320/Kid_Tunero.jpg" width="202" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Kid Tunero</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"></span></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">—Es... es Kid —balbuceé.<o:p></o:p></span></div>
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"> —Vaya!... Veo que el viejo te ha contado poco. Eh?.</span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ali y yo nos sentamos en un banco del gimnasio junto a unos viejos guantes de boxeo y una nevera portátil llena de hielo que contenía un buen montón de botellas de agua helada. Apuró el ron de su vaso y empezó a contarme cosas de Kid.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En realidad Kid se llamaba <b>Evelio Mustelier</b> y era de origen cubano. Todos le llamaban<b> Kid Tunero</b>, aunque también era conocido como “<i>El Caballero del Ring</i>” por su elegancia, educación y por su gran deportividad en todo momento y ante cualquier rival.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Al parecer, y a pesar de ese aspecto de hombre absolutamente feliz, Kid Tunero fue el boxeador a quien nunca le sonrió la buena fortuna. Llegó a ganar a cuatro campeones del mundo, pero nunca pudo ostentar ese título. Cuenta la leyenda, que disputó en Inglaterra un combate por el título mundial, y venció, pero antes de su nombramiento como campeón, le obligaron a renunciar al título y a abandonar de inmediato el país. Kid había mantenido un escandaloso <i>affaire</i> con una importante dama de la realeza británica y, a toda prisa, le metieron en un barco antes de que la noticia pudiese llegar a filtrarse a los medios.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-family: Georgia; font-size: 12pt;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Se casó en Francia y tuvo dos hijos varones, pero la invasión nazi durante la <i>II Guerra Mundial</i><span style="font-size: small;"> le sorprendió peleando en Sudamérica, lejos de su esposa y de sus hijos que se encontraban en la Costa Azul de la Riviera. A partir de ahí, y en medio de una Europa devastada, Kid Tunero no tuvo noticias de su familia durante seis largos años. Finalmente se reencontró con ellos en Paris en 1946.</span></span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Pese a todo, y durante su estancia en Europa, Kid fue reconocido como el gran boxeador que era. A su regreso a Cuba su estilo europeo contó con gran número de detractores a los que costó convencer, y para ello tuvo que derrotar a los mejores púgiles cubanos.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="font-size: small;">Abandonó el boxeo a la edad de 38 años tras un fiero combate celebrado en Cuba en 1948 y frente a </span><b>Hankin Barrons</b>. Ambos contendientes quedaron severamente maltrechos y la decisión de tablas fue aplaudida por el público que disfrutó de la velada. En realidad, quien logró derrotar a Kid Tunero fue el reuma articular que arrastraba desde hacía ya varios años. Sin duda fue ese su peor rival.</span></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-IypyJGRPGDI/UMoA3Rezw2I/AAAAAAAABdE/1ZsI5WPBEpk/s1600/gran+price+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="400" src="http://3.bp.blogspot.com/-IypyJGRPGDI/UMoA3Rezw2I/AAAAAAAABdE/1ZsI5WPBEpk/s400/gran+price+1.jpg" width="262" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Sala GRAN PRICE de Barcelona 1972</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Trabajó durante unos años como entrenador de púgiles cubanos hasta que en 1959, tras erradicarse el boxeo profesional en la isla, decidió venir a Barcelona para seguir con su tarea como entrenador, y para entre otras cosas, acompañar a José Legrá hasta convertirle en merecedor de ese título de campeón mundial que acababa de ganar.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Ali me comento que Kid había recibido más golpes fuera que dentro del ring, pero que incluso de esos fue capaz de recuperarse.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Con el paso de los años mi contacto con Kid fue cada vez más esporádico. Yo tenía que invertir todo mi tiempo en salir adelante, y poco después el campeón se alejó del barrio tras enviudar de la que había sido su esposa, una elegante mujer francesa llamada <i>Yolett</i>. Empezó a añorar a sus hijos que definitivamente se habían quedado a vivir en Francia y se instaló en una pensión de la calle Valencia. Dio la casualidad de que a raíz de mi relación con boxeadores, mi padre, como gran aficionado que era, empezó también a relacionarse con ellos y nos acompañaba al gimnasio cada vez que Kid o Ali me llevaban a pasar la tarde. Mi padre llegó a establecer una relación bastante estrecha con Ali que aún perdura a día de hoy. Tiempo atrás solían encontrarse casi cada día en la esquina de la calle Comte Borrell con calle Manso, mi padre salía de trabajar de su puesto del <i>Mercat de Sant Antoni</i> y se paraba un rato a charlar con Ali que se hallaba en la esquina esperando a su chica para ir con ella a cenar.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En uno de esos encuentros en noviembre de1992. Ali le contó a mi padre que Kid Tunero había muerto hacía escasamente un mes. El campeón contaba con 82 años de edad. José Legrá se ocupó bastante de él en los que fueron sus últimos años, venía a visitarle desde Madrid, donde había establecido su residencia, y se preocupó siempre del que había sido su maestro. Pero el corazón de Kid estaba realmente cansado y, en cierto modo, deseaba que llegase el momento en el que poder descansar para siempre al lado de <i>Yolett</i>.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Bastantes años después, y una vez que conseguí estabilizarme profesionalmente y formar una familia, dediqué gran parte de mi tiempo libre a practicar boxeo. Imagino que fue por rememorar todas esas experiencias vividas de niño y porque el veneno del boxeo había penetrado en mi sangre. Jamás me lo planteé como algo profesional y me dediqué a él solo como afición, pero cada tarde, cuando llegaba al gimnasio, recordaba aquel invierno de 1972 en el que por primera vez entré en uno agarrado de la mano de Kid Tunero.</span></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-7k8Uuu2rW-8/UMoINdqtMaI/AAAAAAAABdg/4uUW7ALMbhc/s1600/Martin+Kolgate+Xavi+Moya.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="211" src="http://3.bp.blogspot.com/-7k8Uuu2rW-8/UMoINdqtMaI/AAAAAAAABdg/4uUW7ALMbhc/s400/Martin+Kolgate+Xavi+Moya.jpg" width="400" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Martin Holgate Xavi Moya</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Aguanté en los rings hasta la edad de 42 años. Algunos recuerdos de entonces conservo: tres muelas voladas, la nariz rota en un par de ocasiones, costillas fisuradas y derrame de líquido sinovial en nudillos y muñecas; al margen de eso... ninguno de malo. Y como no, el recuerdo de haber sido <i>sparring</i> de <b>Joan Carles Muntaner</b> "<i>El Loco</i>" en los días previos a su combate para conseguir el título de campeón de España, y que finalmente obtuvo. Tuve la suerte de aprender junto a formidables entrenadores como <b>Martin Holgate</b><span style="font-size: small;">, campeón británico, o </span><b>Xavi Moya</b><span style="font-size: small;">, varias veces campeón de España, posteriormente de Europa y finalmente campeón del mundo en diversas modalidades de deporte de contacto, pero siempre recordé, por encima de todo, los consejos que Kid Tunero les daba a sus boxeadores, que más que consejos para la lucha, eran consejos para la vida: “No huyas del dolor, hijo. Enfréntate a él y hiérele”. “Jamás combatas para derrotar a ningún rival. Lucha siempre contra ti mismo, véncete, supérate”.</span></span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Cuando me hallaba sobre la lona esquivando y fintando los envites de mis oponentes, me parecía ver a Kid Tunero en mi esquina, sosteniendo su gorro de lana con la mano, apoyado de brazos en las cuerdas del Ring y obsequiándome con esa sonrisa suya que parecía decir: “No pasa nada malo, todo está bien”.</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span></span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hay pocas cosas que duelan más que el primer <i>crochet</i> de izquierda estampado contra la mejilla en el primer minuto de un combate...</span></span><br />
<span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /></span></span>
<span style="color: #666666; font-size: x-small;"><i><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Créditos Imágenes: 1.- Ilustración de Sergi Càmara. 2.- Kid Tunero y Ernest Hemingway. Fotografía extraida de internet. Autor desconocido. 3.- El barrio Chino de Barcelona. </span></span><span style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Fotografía extraida de internet. Autor desconocido. 4.- Cartel de promoción del que fue campeón de Europa, Mimoun Ben Ali. 5.- José Legrá. </span><span style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Fotografía extraida de internet. Autor desconocido. 6.- Kid Tunero en una fotografía de promoción de BoxRec Boxing. 7.- El Gran Price de Barcelona. </span><span style="background-color: white; font-family: Georgia, 'Times New Roman', serif;">Fotografía extraida de internet. Autor desconocido. 8.- Los boxeadores Martin Holgate y Xavi Moya.</span></i></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-61006983180493165412012-12-08T16:56:00.000+01:002012-12-10T09:45:19.741+01:00De cuando jugábamos en castellano<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-83AX1Isee3U/UMNd1r0oVyI/AAAAAAAABbI/SNUl-KuU3Q0/s1600/Cuando+jug%C3%A1bamos+en+castellano.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-83AX1Isee3U/UMNd1r0oVyI/AAAAAAAABbI/SNUl-KuU3Q0/s320/Cuando+jug%C3%A1bamos+en+castellano.jpg" width="305" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">E</span><span style="font-family: inherit;">n las escuelas de finales de los sesenta y principios de
los setenta, y sobretodo en aquellas pertenecientes a barrios humildes de Barcelona
como en el que nací y me crié, cada vez que sonaba el timbre que daba por
finalizada la clase que coincidía con la hora del patio, siempre había uno que
gritaba: “Marica el último!” y tras semejante agravio en una España en la que
ningún macho podía ser marica, los tacones de nuestros zapatos <i>Gorila</i> golpeaban
nuestras nalgas en portentosas zancadas que nos hacían colocarnos en los
primeros puestos de la cola de salida.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Una vez en el patio, el Vallcanera, el niña, el Guijarro o
yo, proponíamos un juego; a menos claro está, que hubiesen cromos para cambiar,
ya que entonces se nos podía pasar tranquilamente la media hora con eso del
“tengui, tengui, falti, tengui, falti...”. Pero cuando no habían cromos, los
juegos eran siempre los mismos: el churro, mediamanga, mangotero, el pilla
pilla, policías y ladrones, indios o vaqueros, el escondite, las canicas y así un
largo etcétera. En todos esos juegos siempre habían unas coletillas que como
no, gritábamos también a pleno pulmón: “Churro, mediamanga mangotero. Adivinas
lo que tengo en el puchero?”, “Eh, tú... la pillas!”, “Un, dos, tres, Salvado!
Salvado por todos mis compañeros y por mí el primero!”, “Chiva, pie bueno,
tute, retute, matute”...</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Al margen de los juegos, había días en los que nos daba por
sentarnos en un rincón del patio y comernos nuestros bocadillos de chorizo
ibérico manteniendo alguna conversación. Era curioso que el Vallcanera, el
niña, el Guijarro y yo nos comunicásemos en castellano. Jamás hablamos el
catalán entre nosotros, y eso que tanto ellos como yo, lo hablábamos en
nuestras casas y ese era nuestro idioma común. No obstante, por una serie de
circunstancias concretas, jugábamos y hablábamos siempre en castellano.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Una de esas muchas circunstancias, bien podía estar unida al
hecho de que cuando fuimos pequeños nunca pudimos asistir<span style="background: white; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"> a una obra de teatro ni a
cualquier otro tipo de representación artística en catalán por culpa de una ley
que fue aprobada ya en 1940 por un gobernador civil llamado <b>Wenceslao González
Oliveros</b>; una ley relativa a lo que sería el uso de la lengua oficial y que
literalmente decía:</span><br />
<br />
<span style="background: white;"><i>"Todas las manifestaciones sociales y
culturales de carácter público expresadas en lengua catalana quedan prohibidas
en todo el territorio nacional, quedando el catalán para uso estrictamente
privado y familiar".</i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: inherit;">Obviamente,
las dos únicas cadenas de televisión en las que veíamos dibujos animados,
<i>Chiripitifláuticos, La Casa del Reloj, o el Un globo, dos globos, tres globos,</i>
emitieron siempre en castellano. Luego era ese, y no otro, el idioma que nos
aseguraba el entretenimiento a la hora de nuestra merienda de pan con <i>Nocilla</i> y
de vaso de leche chocolateado con <i>Nesquik</i>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;"><span style="background: white; mso-bidi-font-size: 11.0pt;">Otra
circunstancia estaba ligada a otra prohibición, promulgada por otra ley que
venía de la "Inspección de Primera Enseñanza" en la que decía:</span><br />
<br />
<span style="background: white;"><i>"Todo libro que esté escrito total o
parcialmente en lengua que no sea la española, debe ser retirado de la escuela,
igual procedimiento se utilizará en cuanto a las bibliotecas escolares, de
cualquier procedencia o clase".</i><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: inherit;">Aprender
catalán en la escuela resultó algo imposible debido a esa ley. Los insuperables
momentos que pasé leyendo las aventuras de <i>Tom Sawyer</i>, o <i>La Cabaña del Tío Tom</i>,
así como toda la literatura de <i>Enid Blyton</i> o incluso las revistas semanales de
<i>Don Mickey, TBO, Mortadelo y Filemón, Zipi Zape</i>, etc, etc...fueron en
castellano también ya que no había posibilidad remota de encontrar libros
escritos en catalán en escuelas, librerías o bibliotecas. Afortunadamente
siempre hubo por ahí un movimiento clandestino de “libros prohibidos” que de
vez en cuando llegaban a nuestras manos. Prohibidos no curiosamente por sus contenidos,
sino porque estaban escritos en catalán.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: inherit;">Con
eso, nos obligaron a toda una generación a ser unos absolutos analfabetos en
nuestra propia lengua. Una lengua que hablábamos en casa y con algunos amigos
que no eran del cole, pero una lengua en la que no sabíamos escribir y que nos
costaba una barbaridad leer.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: inherit;">Ya
con 14 o 15 años, por allá por el 1977-78, algún profesor empezó a dar sus
clases en catalán con libros de texto en castellano, e incluso la asignatura de
Lengua Catalana, a razón de una hora de clase a la semana, empezaba a hacer su
tímida aparición por las aulas junto al Santo Cristo colgado en la parte
superior de la pizarra y esa zona más clara de la pared que evidenciaba la muy
reciente desaparición de un retrato con la imagen del Caudillo .
Lamentablemente yo dejé de estudiar poco después y todo ese proceso de
normalización e inmersión lingüística me lo perdí y continué con mi
analfabetismo hasta los 37 años, edad en la que a través de un acceso a la
Universidad para mayores de 25 años, me matriculé en psicología en la UOC y
tuve que aprender a escribir en catalán porque así era como se me daban las
clases, los libros de texto, y así era como debía presentar mis trabajos y
realizar los exámenes. Afortunado fui de poder aprender catalán a esa edad,
aunque, a pesar de eso, sigue costándome menos escribir en castellano. El
catalán, no obstante, es el idioma con el que comparto la gran mayoría de las
conversaciones con amigos, con el que juego con mis hijos, y con el que amo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: inherit;">Siempre
que en Catalunya utilizamos argumentos como los ya mencionados de la
prohibición, para defender el proceso educativo de inmersión lingüística, y en
general, de nuestra lengua: el catalán, no son pocas las voces que nos
recuerdan (como si no lo supiésemos) que Franco murió hace un montón de tiempo,
que la dictadura terminó, que hubo una Constitución en 1978 y que ya va siendo
hora de pasar página. Sin ir más lejos, recientemente nos lo recordaba la
vicepresidenta, ministra de la presidencia y portavoz del gobierno, <b>Soraya
Sáenz de Santamaría</b>. Pero el caso... es que Franco solo fue una parte de un
problema que ya venía de lejos, de muy lejos, y que sigue coleando, con mayor o
menor intensidad según la época, pero de un modo constante en la actualidad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="background: white; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: inherit;">Un
ejemplo claro es lo fácil que resulta compartir vivencias anacrónicas con
personas de mi generación y motivadas por el uso de la lengua catalana; por
ejemplo, en mi caso, viví un momento surrealista en el año 1984. Estaba yo
haciendo la mili en Madrid, destinado en el Cuartel General del Ejército en
Cibeles y fui arrestado a un mes de calabozo por hablarle en catalán a un
soldado, compañero mío con el que compartía numerosas horas de charla y con el
que solo hablaba el catalán “en la intimidad” de la dependencia en la que me
encontraba destinado, y única y exclusivamente cuando ambos estábamos solos. Un
teniente coronel redujo la anterior condena a 15 días de arresto en prevención,
y parecía que aún tenía que estarle agradecido por ello. Vale, redujo mi
condena por hablar en catalán, pero condenó también al fin.<o:p></o:p></span></span><br />
<span style="background: white; mso-bidi-font-size: 11.0pt;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Pues en esa línea de anacronismos y de surrealismo –por
increíble que parezca- seguimos aún a día de hoy. Sin ir más lejos, no hay más
que echarle un vistazo al reciente Anteproyecto de Ley de Educación presentado
por el Ministro <b>José Ignacio Wert</b>, y en el que relega al catalán a las más
oscuras catacumbas. “Y bien que hace” puede que piensen algunos.
Seguro que, además, son los mismos que piensan que en Catalunya no se puede
celebrar un Referéndum por la independencia porque resulta que es
anticonstucional.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<span style="font-family: inherit;">Pues bien... ya que hablamos de Constitución, y con ella en la mano,
echémosle un vistazo a lo que, en referencia al idioma, nos cuenta la susodicha
al respecto en su artículo 3.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-yj7n1bLO66Y/UMNegw23HyI/AAAAAAAABbQ/asNBHL5jttc/s1600/Art3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="128" src="http://4.bp.blogspot.com/-yj7n1bLO66Y/UMNegw23HyI/AAAAAAAABbQ/asNBHL5jttc/s400/Art3.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-family: inherit;"><br /></span>
<span style="font-family: inherit;">1-. El castellano es perfectamente conocido por todos los
catalanes, estudiado, aprendido y con conocimiento demostrado. Personalmente me
afectaría que no fuese así, ya que el castellano es el idioma con el que
también hago un par de cosas no poco importantes para mí; en castellano pienso,
y en castellano escribo. Quizá alguien que viva en algún pequeño pueblo situado
en el interior de Cataluya pueda tener alguna dificultad con él, pero no mayor
que la que pueda tener cualquier español que viva en un pequeño pueblo situado
en el interior de España.</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">2-. Atendamos que ya en 1978 se hablaba de “oficiales” y no
de “cooficiales”. Eso de la cooficialidad es una manera de darles una calidad
de segunda a las otras lenguas que no sea la española, pero anotemos desde ya,
que el resto de idiomas hablados en España, y en sus respectivas comunidades
autónomas, son oficiales.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">3-. Se habla de la riqueza y del patrimonio cultural que las
distintas modalidades lingüísticas suponen para España. Se hace especial
mención a que serán objeto de especial respeto y protección. Pero aún seguimos
recibiendo ataques por parte del Supremo tratando de anular artículos de
decreto expresados en el Estatut de Catalunya y avalados por el Tribunal
Constitucional. Anteproyectos de ley como los del actual ministro, y como no...
constantes y diarias tertulias en medios televisivos y radiofónicos, así como
interminables artículos en la prensa escrita y en los que parece que en
Catalunya, el derecho a defender nuestro idioma sea algo que venga de ahora y
que nos hayamos inventado nosotros. </span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: inherit;">Obviamente se trata de una defensa que, al parecer, es solo
responsabilidad nuestra, ya que los distintos gobiernos de España nunca han
estado por la labor de apoyar, y ni tan siquiera de cumplir con la
Constitución. Aunque eso ya viene siendo algo habitual teniendo en cuenta cómo
se nos garantiza la sanidad, la vivienda digna o el trabajo; principios también
constitucionales que parece que el presente gobierno no tiene en cuenta. Eso
si... a la hora de solicitar un Referéndum por la independencia, bien que se
arman con la Constitución y la esgrimen como si ellos fuesen los primeros en
cumplirla.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.05pt;">
<span style="font-family: inherit;">Les dejo con
una última reflexión por la que recientemente se me ha tachado de iluso, de
ingenuo y; como decimos en Catalunya, de somia truites (no les falta razón a
los que me han llamado todo eso), pero mi propuesta para el ministro Wert es
la de que cualquier niño español, independientemente de cuál sea su territorio,
tenga la obligación de estudiar y demostrar conocimiento de –como mínimo- dos
del resto de las lenguas oficiales del Estado.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.05pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText">
<span style="font-family: inherit;">Se trataría, sin duda, de la mejor manera de españolizar,
no sólo a niños catalanes, sino de españolizar a todos los niños ya bien sean
madrileños, extremeños, valencianos, etc.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: 15.05pt;">
<br /></div>
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: inherit;">Un país que se enriquece de sí
mismo y de su entorno es capaz de crear una sociedad sana, mientras que un país
que se dispara en el pie tratando de mutilar el que es su propio patrimonio, en
este caso cultural, es un país enfermo.</span></span><br />
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: inherit;"><br /></span></span>
<span style="color: #999999; font-size: x-small;"><i><span style="font-family: inherit;">Créditos imágenes: 1. Ilustración de Sergi Càmara. 2. Fotografía de Alfonso Roldán, </span>extraída de una entrada en su blog: <a href="http://alfon-lavidadesdeellago.blogspot.com.es/2012/12/6-de-diciembre-constitucion-incumplida.html" target="_blank">La vida desde el lago</a>.<span style="font-family: inherit;"> </span></i></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-73602016299114452282012-11-07T11:13:00.000+01:002012-11-07T11:18:25.418+01:00La ranita mecánica de Geyper<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-MECzN5PsWJA/UJoyqpBhFMI/AAAAAAAABZs/MXZgZimGSWo/s1600/Rana+01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="301" src="http://4.bp.blogspot.com/-MECzN5PsWJA/UJoyqpBhFMI/AAAAAAAABZs/MXZgZimGSWo/s320/Rana+01.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">D</span><span style="font-size: 12pt;">esde siempre me han caído bien las ranas. Todo
empezó el día que leí las aventuras de <i>Tom Sawyer</i> y me divertí horrores cuando
el pequeño Tom ocultaba una rana en su peto y asustaba con ella a <i>Becky
Tatcher</i>, y a pesar de ello, posteriormente se convirtió en su novia; me refiero
a Becky, no a la rana.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">A Becky le asustaban las ranas, pero a pesar de
ello, las princesas de los cuentos, era a ranas a quienes debían besar para
encontrar así a su Príncipe Azul. Siempre me pareció mejor el papel que
interpretaban las princesas besando a ranas que el que les tocaba interpretar a
príncipes como el de la <i>Blancanieves</i> o la <i>Bella Durmiente</i> a los que no les
quedaba otra que tener que besar a princesas... en principio muertas.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">La rana se convirtió también en protagonista de
nuestros juegos; un ejemplo es la pequeña ranita a cuerda que fabricó la casa
<i>Geyper</i> a finales de los 60 y que ilustra esta entrada.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">Aunque también jugábamos con ranas de verdad.
Recuerdo las excursiones al campo con padres y amigos, así como esas escapadas
a las charcas o a los ríos para capturar renacuajos, o cabezudos. Los metíamos
en tarros de cristal con un poco de agua, y luego en casa, los pasábamos a un
cómodo balde y observábamos poco a poco su curiosísima metamorfosis. Esos
renacuajos que vivían única y exclusivamente en el agua, con el tiempo perdían
su cola, desarrollaban sus patas y salían del agua convertidos en ranas
adultas. Una versión a cámara rápida de lo que para muchos significa el origen
de la vida en la tierra y la aparición de los primeros mamíferos terrestres.
Ahí es nada el espectáculo que se desarrollaba ante nuestros ojos! Entre la
metamorfosis de las ranas y la de los gusanos de seda nos dimos una panzada de
ver cómo evolucionaban diversos seres que convivían con nosotros en nuestras
casas. No es de extrañar que a los de nuestra generación, los <i>Pokemon</i> nos
parezcan una verdadera estafa.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">Luego llegaba el instituto, y a esas pequeñas ranas
que nos sirvieron de entretenimiento en nuestra infancia las extraíamos de
tarros de cristal (como a nuestros renacuajos), les aplicábamos formol en el
laboratorio de ciencias, clavábamos sus patas con alfileres dejándolas sobre
nuestras mesas hechas un Cristo y las abríamos en canal para sacarles las
vísceras. Los pobres anfibios ofrecían su cuerpo a la ciencia, cosa que ya
habían hecho a lo largo de la década de los 60 en la que se les inyectaba bajo
la piel la orina de una mujer para averiguar si estaba o no embarazada.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-_qhmo-FAAMo/UJozM6lS4XI/AAAAAAAABZ0/vDE9mfZQU9w/s1600/Rana+02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="212" src="http://4.bp.blogspot.com/-_qhmo-FAAMo/UJozM6lS4XI/AAAAAAAABZ0/vDE9mfZQU9w/s320/Rana+02.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: 12pt;">Quizá el origen de esa práctica en la que se
utilizaban ranas como test de embarazo se remonte al antiguo Egipto en el que
la diosa <i>Heket</i>, representada como una mujer con cabeza de rana, simbolizaba la
fertilidad, presidía los nacimientos, asistía como comadrona en los partos y
daba el soplo de vida a los recién nacidos. De este modo se la asoció como la
diosa de la concepción y de los nacimientos y se vinculó a la rana con el
renacer y la prosperidad.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">Los romanos la usaron para protegerse de las malas
influencias y para alejar las desgracias. Los chamanes encontraron en las ranas
al espíritu sagrado purificador que da vida a la tierra. Por su parte, en
China, la rana simbolizaba la longevidad y la buena salud, y en la práctica del
<i>Feng Shui</i> los batracios simbolizan la abundancia y la prosperidad.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">Y así, a lo largo de la historia de la humanidad y
en multitud de culturas distintas, la rana siempre ha sido vista como un
elemento positivo a quien se rendía culto porque deparaba cosas buenas.
Bueno... no siempre, el catolicismo, sin ir más lejos, asoció a la rana con la
lujuria y la hizo culpable de los mundanales y furtivos placeres, pero ya se
sabe que para los católicos, todo lo que es placer es pecado, así que tampoco
hay que darles demasiado crédito.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">Las ranas tienen una capacidad que siempre me ha
parecido admirable, y es que pueden congelarse en su charca cuando
llega el invierno, permanecer criogenizadas durante todo ese periodo, y con la
desaparición del hielo volver a su estado normal, continuar como si nada y
ponerse a croar sobre un nenúfar anunciando el despertar de la naturaleza y la
llegada de la primavera.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">Ojalá pudiésemos ser ranas en épocas de crisis,
todo y que con los políticos que tenemos... terminaríamos convertidos en sopa o
en un plato de ancas para satisfacer su infinito, voraz e insaciable apetito.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<span style="font-size: 12pt;">Pongan una rana en su vida, y suerte! Seguro que su
buenos augurios les traerán prosperidad, pese a todo...</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span>
<i><span style="color: #999999; font-size: x-small;">Créditos imágenes: Fotografías de la rana de Geyper. Colección particular.</span></i>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-79450849745790762092012-10-19T18:51:00.003+02:002012-10-20T20:02:15.157+02:00Street Photography - "Mira al pajaritooo..."<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-mFLCLn18GQo/UIF1HR1S8jI/AAAAAAAABX8/PTb_qvZNPjU/s1600/Regula+IIIa.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://3.bp.blogspot.com/-mFLCLn18GQo/UIF1HR1S8jI/AAAAAAAABX8/PTb_qvZNPjU/s320/Regula+IIIa.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: xx-small;">Regula III A (1956)</span></td></tr>
</tbody></table>
<span style="color: #b45f06; font-family: Georgia; font-size: x-large;">F</span><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">ueron muchas las cosas que me influenciaron a lo largo de mi infancia sesentera y de mi adolescencia ya en los setenta. Afortunadamente muchas. Contribuyó a ello la suerte de tener unos padres curiosos que llenaban la casa de cosas susceptibles de llamar mi atención, y como no, una gran predisposición por mi parte a la hora de recibir todos esos estímulos con los brazos abiertos y con no pocas ganas de escudriñarlos y de tratar de sacar de ellos su máximo partido.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
Una de esas cosas que ya llevaba tiempo en casa (de hecho, llegó antes que yo), fue una cámara fotográfica, una <i>Regula III A</i> del año 1956 y que durante muchos años fue la cámara de mi padre y el “ojo” que congeló infinidad de instantes vividos en familia. Sin ir más lejos, esa vieja <i>Regula</i> es la responsable de las fotografías que se pueden ver a lo largo del <i>Slide</i> lateral de este blog.</span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
Por sí sola la cámara ya me parecía un objeto atractivo. Se trataba de un artefacto robusto tras el que siempre se encontraba oculto mi padre con un ojo cerrado y diciéndome: “Mira al pajarito...”. Yo esperaba ver a algún pajarito dentro del objetivo o posado sobre el dedo índice de mi padre que no tardaba en darle al disparador para, acto seguido, salir de detrás de la cámara con cara de satisfacción. Pero al margen de ese objeto robusto se encontraba algo que me parecía más atractivo aún. El “mira al pajarito...” guardaba una estrecha relación con una caja metálica del <i>Cola-Cao</i> que misteriosamente contenía un sinfín de momentos vividos. La cámara fotográfica era, sin duda, un miembro más de la familia, que aunque no aparecía nunca en ninguna foto, era el instrumento encargado de conservar para siempre esas fiestas de cumpleaños, domingos en el campo, días de reyes desenvolviendo regalos, vacaciones en el pueblo... En esa caja se hallaban fotografías de personas de las que yo no guardaba recuerdo alguno, pero que estaban ahí, compartiendo conmigo esas imágenes e incluso sosteniéndome en sus brazos.</span><br />
<span style="font-family: Georgia; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-font-size: 12.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-HYfHw9g1zJo/UIF1pDptL0I/AAAAAAAABYE/sv478vicu_g/s1600/Caja+de+fotografias.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="312" src="http://3.bp.blogspot.com/-HYfHw9g1zJo/UIF1pDptL0I/AAAAAAAABYE/sv478vicu_g/s320/Caja+de+fotografias.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif; font-size: xx-small;">Caja de fotos de Cola-Cao (años 70's)</span></td></tr>
</tbody></table>
<br />
</span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;">—Quién es este señor, papá? —preguntaba yo con una de esas fotografías en mis manos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoBodyText">
<span style="font-family: Georgia;">—Era tu tío abuelo —respondía mi padre a la vez que me añadía siempre algo más de información—. Fue boxeador y promotor de combates en el PRICE de Barcelona.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Georgia;"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; color: #333333; font-family: Georgia;">—Y... Dónde está ahora?<o:p></o:p></span></span></div>
<span style="font-family: Georgia;"><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;">—Se murió —sentenciaba mi padre—. Es posible que no le recuerdes porque tú eras muy pequeño.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;"><br />
</span> <span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;">Se murió? Aquel tipo con aspecto de gladiador que me sostenía cariñosamente en brazos, que llevaba el pelo engominado, que tenía un fino bigotillo debajo de su nariz y que mostraba una feliz sonrisa... Había muerto? Creo que fue en ese momento en el que descubrí que la fotografía tenía la capacidad mágica de convertir en eternas las cosas más efímeras, y a partir de ese instante mi empeño en conseguir mi propia cámara se convirtió en una testarudez demoledora.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;"><br />
</span> <span style="background-color: white; font-family: Georgia;"><span style="color: #333333;">Mi insistencia fue de tal magnitud, que una mañana de domingo, paseando por la plaza de Catalunya, mi padre, harto ya de mi tozudez machacona, me dijo: “Quieres una cámara? Pues ven!”. Papá, mamá y yo nos acercamos a uno de los tenderetes que se hallaban en la plaza y en el que vendían pipas, altramuces, cacahuetes, globos, pistolas de agua y baratijas varias. Papá saco algunas monedas de su bolsillo y me obsequió mi primera cámara fotográfica.</span><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia; font-size: 10pt;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-size: 10pt;"><br />
</span></span> <br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="color: #333333; float: left; font-size: 10pt; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-k2AqNFEBC-Q/UIF2vSapZ0I/AAAAAAAABYM/hWTQLF-fVfU/s1600/Fentax.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://2.bp.blogspot.com/-k2AqNFEBC-Q/UIF2vSapZ0I/AAAAAAAABYM/hWTQLF-fVfU/s320/Fentax.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Baratija de Kiosko "Made in Spain (años 70's)</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;">Un engendro de plástico de la marca “Fentax”, Made in Spain, que tras accionar el disparador aparecía por el objetivo, la cara de un horrible muñeco acompañado de un molesto sonido de fuelle de feria. Mi padre me colgó del cuello aquella abominación, me dio la mano y cerró cualquier posibilidad de diálogo o de protesta con un contundente: “Ahora sigamos con el paseo, y como protestes más... te comes la cámara y el muñeco!”.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;"><br />
</span> <span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;">A pesar de la aversión que siempre le he tenido a esa baratija, curiosamente es una de las que conservo e ignoro por qué motivo, pero ahí está para mi goce y disfrute, en mi vitrina de objetos setenteros. Creo que en algún punto de mi infancia, por algún motivo extraño... perdí la razón.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;"><br />
</span> <span style="background-color: white; font-family: Georgia;"><span style="color: #333333;">Mi incipiente fascinación por la práctica fotografica desapareció a partir de ese día, no obstante seguía pasando horas y horas contemplando las fotos de la caja del </span><i style="color: #333333;">Cola-Cao</i><span style="color: #333333;">, recordando algunos de los momentos inmortalizados y alucinando con lo imperecedero que podía llegar a convertirse un mínimo instante. Ordenaba y reorganizaba las fotografías de esa caja como si se tratasen de los cromos de algún álbum de los que coleccionábamos por entonces, solo que los protagonistas de esos... “cromos” ni eran los jugadores de fútbol ni los personajes de dibujos animados. Aquel álbum lo protagonizábamos nosotros, los miembros de mi familia, seres absolutamente anónimos para el resto de la humanidad.</span><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia; font-size: 10pt;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-size: 10pt;"><br />
</span></span> <br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="color: #333333; float: left; font-size: 10pt; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-qjC94x3wb0c/UIF3Yg3jmJI/AAAAAAAABYU/rLJdHWf1OWk/s1600/Brownie+Fiesta+Kodak.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://2.bp.blogspot.com/-qjC94x3wb0c/UIF3Yg3jmJI/AAAAAAAABYU/rLJdHWf1OWk/s320/Brownie+Fiesta+Kodak.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Kodak, Brownie Fiesta (1966)</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;">La fecha de mi primera comunión (primera... y única) estaba próxima. Un día apareció por casa mi tía Maria y me anticipó el regalo. Siempre me gustó que mi tía Maria viniese a casa, mis padres trabajaban todo el día y mi yaya Lola estaba ocupada con los quehaceres del hogar, así que fui un niño, que al no tener hermanos, me acostumbré a jugar solo. Siempre me encantó hacerlo y nunca eché de menos a nadie en mis juegos, pero a la tía Maria le gustaba jugar conmigo y yo lo pasaba en grande con ella.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia;"><br />
</span> <span style="background-color: white; font-family: Georgia;"><span style="color: #333333;">El regalo que mi tía Maria me hizo para mi primera comunión fue una cámara </span><i style="color: #333333;">Kodak</i><span style="color: #333333;">. Una </span><i style="color: #333333;">fiesta</i> <i style="color: #333333;">Brownie</i><span style="color: #333333;">, de plástico, que el señor </span><i style="color: #333333;">Eastman</i><span style="color: #333333;"> empezó a fabricar en USA a principios de los sesenta. Una cámara económica que utilizaba el ya clásico chasis con película en rollo y que aunque parecía una lavadora automática de carga frontal, servía en realidad para hacer fotos de esas cuadradotas. En 1966, la </span><i style="color: #333333;">Brownie</i><span style="color: #333333;"> de </span><i style="color: #333333;">Kodak</i><span style="color: #333333;"> empezó a producirse directamente en España y fue una de esas la que cayó en mis manos. Y ya todo fue distinto. Me dediqué a fotografiar todo cuanto se me ponía a tiro hasta el punto en el que mis padres tuvieron que “prohibirme” hacer fotos y requisarme la cámara. No entendí nada en ese momento, no comprendí por qué mis fotos no podían estar en la caja del </span><i style="color: #333333;">Cola-Cao</i><span style="color: #333333;">. No era porque existiese proceso de selección alguno para que las fotos pudiesen formar parte de la caja; así que el verdadero motivo de tal medida represora fue por un objetivo mucho más práctico: sencillamente, mis padres estaban gastando un dinero en revelar los carretes de mi </span><i style="color: #333333;">Kodak Brownie</i><span style="color: #333333;"> y el resultado de mis tomas era indescriptiblemente caótico. Pusieron en las estanterías de mi habitación unos libros de fotografía de la editorial </span><i style="color: #333333;">Daimon</i><span style="color: #333333;"> en la que trabajaba mi padrino Armando y me animaron a echarles un ojo antes de volver a meterlo detrás del visor de la </span><i style="color: #333333;">Kodak</i><span style="color: #333333;">.</span><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia; font-size: 10pt;"><span style="background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; font-size: 10pt;"><br />
</span></span> <br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="color: #333333; float: left; font-size: 10pt; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-zBR6mY1beAg/UIF3xx26d-I/AAAAAAAABYc/TvAmhgLF2u0/s1600/Werlisa+Color+A.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://1.bp.blogspot.com/-zBR6mY1beAg/UIF3xx26d-I/AAAAAAAABYc/TvAmhgLF2u0/s320/Werlisa+Color+A.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Werlisa Color A (1963)</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; color: #333333;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">La <i>Werlisa Color (A)</i> llegó a nosotros entre finales de los sesenta y principios de los setenta. Era la cámara que todo españolito llevaba en sus vacaciones o en sus salidas al campo; vaya... como el coche 600 o el 850 de la <i>SEAT</i>, pero en cámara. No sé si mi padre estuvo verdaderamente satisfecho con los resultados de su nueva “máquina de retratar” (que así era como la llamaban), pero nunca abandonó a su vieja <i>Regula</i> llevándola a todas partes mientras que la nueva <i>Werlisa</i> se quedaba en casa.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white;"><br />
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white; color: #333333;">Durante mi adolescencia, la fotografía pasó a un segundo plano. Nunca dejó de interesarme y me parecía una estupenda mezcla de arte y técnica para expresarse plásticamente, pero habían otros sistemas de expresión que me parecieron más interesantes, ya que con ellos, además, podía contar historias. Empecé a dedicarme a ilustrar y a escribir, gracias a los libros de <i>Daimon</i> y a otros muchos que les siguieron aprendí algo acerca de encuadres, composición, teoría del color, utilización de la luz... conceptos que me han ido muy bien en mi trabajo como ilustrador y como realizador de películas de dibujos animados, pero que por esa idea equivocada de que con la fotografía “no podía contar historias” las apliqué única y exclusivamente en otros campos.</span></span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="color: #333333; float: left; font-size: 10pt; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-WMGbd3Ilg7U/UIF4p-KTplI/AAAAAAAABYk/_kcxtVjAyU4/s1600/1267409351564cataladn.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://2.bp.blogspot.com/-WMGbd3Ilg7U/UIF4p-KTplI/AAAAAAAABYk/_kcxtVjAyU4/s320/1267409351564cataladn.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Copyright. Francesc Català i Roca</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; color: #333333;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Hubo, sin embargo, una semilla que con el tiempo germinaría en mí inevitablemente. Me refiero a unas clases de pintura al óleo a las que asistí a finales de los setenta en el estudio de pintura de <b>Maria Aurea Cátala i Roca</b>. La pintora catalana se dedicó durante un período de su vida a dar clases en su taller a cinco alumnos que diariamente acudíamos, ocupábamos sus cabelletes cargados con nuestra maleta de óleos y supervisados por sus sabios consejos pringábamos unos lienzos con nuestros primeros balbuceos en el mundo del arte. Para bien o para mal la pintura no llegó a cuajar en mí. Jamás me interesó demasiado, y sí, en cambio, disfrutaba especialmente de los días en los que su hermano, <b>Francesc Cátala i Roca</b> se dejaba ver por el estudio. Por entonces yo desconocía que el hermano de mi profesora de pintura, Francesc, era en realidad un fotógrafo famoso y reconocido a nivel internacional, un artista que había recibido en dos ocasiones el <i>Premi Ciutat de Barcelona</i>, y que más tarde recibiría el <i>Premio Nacional de las Artes Plásticas</i> otorgado por el Ministerio de Cultura y la <i>Medalla al Mérito Artístico</i>. Lo que sabía, era que aquel hombre llegaba al estudio de su hermana, se saludaban con un beso y entre ambos se desprendía un intenso y mutuo afecto. Se quitaba su americana y sobre una mesa depositaba una caja de tamaño Din A-3, plana, la abría y pasaba a mostrarle a su hermana sus últimas instantáneas, fotografías que él mismo había realizado con su cámara y procesado en su laboratorio.</span></span><br />
<span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white; color: #333333;"><br />
</span> <span style="background-color: white;"><span style="color: #333333;">El resto de mis compañeros, en el estudio de Maria Aurea, seguían afanosos con sus óleos tratando, con los pinceles, de extirparle a sus lienzos ese bodegón de frutas oculto, pero mi atención se desviaba hacia el contenido de esa caja a la vez que trataba de escuchar las historias, que de cada una de las fotografías, </span><b style="color: #333333;">Francesc Cátala i Roca</b><span style="color: #333333;"> le contaba a su hermana.</span><span style="background-color: white; color: #333333; font-family: Georgia; font-size: 10pt;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br />
</span></span> <br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="color: #333333; float: left; font-size: 10pt; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-WdUVUHKHEZU/UIF48-X3ezI/AAAAAAAABYs/BtQYZjf-JJI/s1600/10289918_1_x.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="277" src="http://3.bp.blogspot.com/-WdUVUHKHEZU/UIF48-X3ezI/AAAAAAAABYs/BtQYZjf-JJI/s320/10289918_1_x.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Copyright: Francesc Català i Roca</td></tr>
</tbody></table>
<span style="background-color: white; color: #333333;"><span style="font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">En una de aquellas visitas que el fotógrafo realizaba al estudio, me atreví a preguntarle si podía echar un vistazo a sus fotos, y para mi sorpresa, no solo me las mostró con entusiasmo, sino que compartió conmigo la historia que había detrás de cada una de ellas. Sus imágenes eran mayoritariamente urbanas, trataban de captar lo insólito, y en ellas, el aspecto humano era el más absoluto protagonista.</span></span><br />
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; color: #333333;"><br />
</span> <span style="background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; color: #333333;"> </span>Entendí que detrás de cada fotografía, sí que podía haber una buena historia. Que una cosa eran los bodegones, las naturalezas muertas, las fotografías de interiores, arquitectónicas o de moda, pero que en el mundo de Cátala i Roca, lo importante, era la historia que se encontraba en cada imagen, el momento captado y las diferentes interpretaciones que podía dar de ellas cualquier espectador.</span><br />
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
</span><span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Las clases de pintura al óleo pasaron a importarme un pimiento, pero el estudio de Maria Aurea continuó sirviendo de lugar de reunión en el que Francesc y yo nos encontrábamos un par de veces por semana. La pintora continuó aconsejando a sus alumnos sobre las técnicas de su arte, mientras Francesc, me hablaba de imágenes y a través de ellas me contaba historias</span><span style="color: #333333; font-size: small;">.</span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="color: #333333; float: left; font-size: 12pt; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-paASQlbKCFk/UIF6Y8deCwI/AAAAAAAABY0/JRe0K9FDDzU/s1600/lee-friedlander-5.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="215" src="http://3.bp.blogspot.com/-paASQlbKCFk/UIF6Y8deCwI/AAAAAAAABY0/JRe0K9FDDzU/s320/lee-friedlander-5.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;">Copyright: Elliot Erwitt</span><br />
<span style="font-size: xx-small;">(Presidente de la agencia Magnum Photos en 1968)</span></td></tr>
</tbody></table>
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">A finales de los ochenta leí un artículo en el que hablaban de un fotógrafo llamado <b>Lee Friedlander</b><span style="font-size: small;"> y de una exposición que junto a los fotógrafos </span><b>Diane Arbus</b><span style="font-size: small;"> y </span><b>Garry Winogrand</b><span style="font-size: small;">, se realizó en el </span><i>Museo de Arte Moderno de New York</i><span style="font-size: small;"> en el año 1967. Las fotografías de Lee y las de sus compañeros exploraban el paisaje urbano buscando situaciones espontáneas en las que los sujetos interaccionasen de algún modo con los lugares públicos. Para ello utilizaban la técnica de la fotografía directa, ya que para captar un instante urbano no hay tiempo que perder en mediciones ni en la alteración de los controles básicos de la cámara. Lo verdaderamente importante es el buen ojo fotográfico para saber captar esos momentos que la gente comparte en la calle y que pueden dar lugar a situaciones de gran comicidad, o bien a instantes humanos atrapados en un momento decisivo y conmovedor. A ese nuevo enfoque, a esa sentido distinto de ver la fotografía documental, se le llamó, tras esa exposición de los setenta: </span><i>“Street Photography”</i><span style="font-size: small;">, un subgénero del fotoperiodismo que no pocos fotógrafos profesionales se atreven a definir como: "una de las disciplinas fotográficas más difíciles que existe”, y bien es cierto a pesar de que en la </span><i>Street Photography</i><span style="font-size: small;"> los conocimientos técnicos pasan a un segundo plano. La cámara se convierte en un mero instrumento, en un simple apéndice del fotógrafo del que lo que realmente se espera es “que sepa ver” y que sea capaz de transmitir. Que le robe imágenes a la calle, al espacio público y a los personajes anónimos que constantemente deambulamos por ella. Luego, lo necesario, es que esas imágenes robadas sean publicadas para que de algún modo vuelvan al lugar del que se tomaron y para que cualquier posible espectador pueda verlas, disfrutarlas y, a su modo, reinterpretarlas</span></span><span style="color: #333333; font-size: small;">.</span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="color: #333333; float: left; font-size: 12pt; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-oDj9VJLeEOY/UIF7HQcsP9I/AAAAAAAABY8/-bI3bdfBsD4/s1600/Jugando+con+el+agua.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-oDj9VJLeEOY/UIF7HQcsP9I/AAAAAAAABY8/-bI3bdfBsD4/s320/Jugando+con+el+agua.jpg" width="277" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;">Copyright: Sergi Camara i Perez</span></td></tr>
</tbody></table>
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Fue a principios de los noventa cuando la <i>Regula</i><span style="font-size: small;"> de mi padre, el hecho de verle a menudo tras ella, la abominación que supuso aquella “Fentax” de plástico con muñeco incorporado, la caja metálica del </span><i>Cola-Cao</i><span style="font-size: small;"> con instantes congelados, mi primera </span><i>Kodak Brownie</i><span style="font-size: small;">, la </span><i>Werlisa</i><span style="font-size: small;"> abandonada, y la semilla que hábilmente plantó en mí </span><b>Francesc Cátala i Roca</b><span style="font-size: small;">, formaron un núcleo que finalmente me motivó a tomar una cámara y a llevarla conmigo allá a donde vaya. Empecé con una Reflex de la marca </span><i>Canon</i><span style="font-size: small;">, modelo </span><i>Eos 1000 FN</i><span style="font-size: small;">. Con ella tomé mis primeras fotografías; podríamos decir... “con intención”, y siempre con la filosofía de la </span><i>Street Photography</i><span style="font-size: small;">, lo que significa que en mis fotografías, correspondan a la parte del mundo que correspondan, nunca se ven reflejados grandes monumentos ni hermosos paisajes, ya que lo que siempre me ha gustado ha sido esa interacción del ser humano con su entorno.</span></span><br />
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /><span style="font-size: small;">
Posteriormente adquirí una </span><i>Nikon Coolpix P80</i>, una cámara sencillita con la que me manejo en la actualidad y con la pretensión, dentro de mis modestas posibilidades, de documentar el día a día y de mostrar mi pasión por la especie humana.</span><br />
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="color: #333333; float: left; font-size: 12pt; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-bCHfIblXXS0/UIF7gIgWmAI/AAAAAAAABZE/I-_PL3MjzOQ/s1600/Street+Photography+-+Sergi+Camara+Perez+-+Barcelona+026.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://3.bp.blogspot.com/-bCHfIblXXS0/UIF7gIgWmAI/AAAAAAAABZE/I-_PL3MjzOQ/s320/Street+Photography+-+Sergi+Camara+Perez+-+Barcelona+026.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: xx-small;">Copyright: Sergi Camara i Perez</span></td></tr>
</tbody></table>
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;">Personalmente veo la <i>Street Photography</i><span style="font-size: small;"> como una extensión de mi trabajo, pero con una diferencia muy importante. A diario me encierro en mi estudio para contar historias; bien sea ilustrándolas, escribiéndolas o filmándolas en dibujos animados. En todos esos casos se empieza por una idea a la que hay que buscar y perseguir en algún lugar oculto de la cabeza. Posteriormente es necesario estructurarla, desarrollarla minuciosamente y corregirla antes de mostrarla. Se trata de un trabajo que requiere muchísima planificación y de todo un proceso de elaboración exhaustiva para terminar contando una historia. La </span><i>Street Photography</i><span style="font-size: small;">, en cambio, constituye un proceso inverso. El trabajo no hay que hacerlo encerrado en un estudio sino saliendo a la calle, y la historia no hay ni que buscarla, ni estructurarla ni planificarla. La historia está allí, en la calle. Se trata simplemente de encontrarla... y disparar.</span></span><br />
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br />
Una forma maravillosa de contar historias.</span><br />
<span style="color: #333333; font-family: Georgia, Times New Roman, serif;"><br /><span style="font-size: small;">
Les dejo mi galería en </span><i>Flickr</i> por si quieren ver algunas fotos. Clicken la siguiente imagen y siéntanse libres para interpretarlas, que para eso están.</span><br />
<span style="color: #333333; font-size: 12pt;"><br />
</span> <br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="color: #333333; font-size: 12pt; margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://www.flickr.com/photos/sergicamaraperez/show/" style="margin-left: auto; margin-right: auto;" target="_blank"><img border="0" height="97" src="http://2.bp.blogspot.com/-_u1ltMIrfNw/UIF_K6R9z5I/AAAAAAAABZY/k7E0aiUctUI/s320/Flickr.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Galería de imagenes de Sergi Camara i Perez</td></tr>
</tbody></table>
<span style="color: #999999; font-size: x-small;"><i>Créditos imágenes: Fotografías 1, 2, 3, 4 y 5 realizadas por Sergi Camara, el resto son propiedad de sus respectivos autores.</i></span><span style="color: #333333; font-size: 12pt;"><br />
</span></span></span></span></span></span></span></span></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-34214235076635886172012-07-31T20:42:00.002+02:002012-07-31T20:52:16.167+02:00Billetes del Mundo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-TzDqavI3QP0/UBgkhq6vmrI/AAAAAAAABWU/Q4lY-iafZ7s/s1600/Billetes+del+mundo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-TzDqavI3QP0/UBgkhq6vmrI/AAAAAAAABWU/Q4lY-iafZ7s/s400/Billetes+del+mundo.jpg" width="297" /></a></div>
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">S</span><span style="font-size: 12pt;">i el Banco Central Europeo, o el FMI, o el mismísimo Banco de España, o a quien corresponda, no se ponen de inmediato a imprimir billetes para sacarnos de esta crisis, creo que no voy a tener otro remedio que poner en circulación los cromos de mi viejo álbum “Billetes del Mundo”. Aunque creo, que a pesar de tener billetes de los cinco continentes, no iría demasiado lejos, ya que desgraciadamente... están fuera de circulación.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br />
</span><br />
<span style="font-size: 12pt;">El álbum, así como la colección de billetes, fueron editados en el año 1974 por Ediciones Este de Barcelona. Los cromos estaban impresos por ambas caras mostrándonos el anverso y el reverso de los billetes, de modo que nos ofrecía una réplica perfecta de cómo era el billete original. Por si fuera poco, en el anverso nos incluía el nombre del país de procedencia del billete, su equivalencia en pesetas y la bandera del país. En el reverso mostraban un sello en el que se podía leer “sin valor legal”; cosa que siempre nos fastidió a los críos de la época, sobretodo con los billetes españoles de cien, quinientas y mil pesetas, ya que tras leer esa leyenda descubríamos que, desgraciadamente... esos billetes eran falsos y no podíamos ir con ellos al kiosco y comprarnos tebeos, chuches ni absolutamente nada de nada.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br />
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-ikNUahiqIpo/UBgk7k5xm8I/AAAAAAAABWc/BrJQpKWdKLA/s1600/colecci%25C3%25B3n+billetes.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="http://3.bp.blogspot.com/-ikNUahiqIpo/UBgk7k5xm8I/AAAAAAAABWc/BrJQpKWdKLA/s320/colecci%25C3%25B3n+billetes.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">El caso era, que con tal de no perder detalle del billete por sus ambas caras, era necesario pegarlos al álbum por una de sus esquinas. Eso hacía que la colección fuese distinta a las otras de sus contemporáneas y que tuviese una gracia especial.</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">Para nosotros fue todo un descubrimiento enterarnos de que además de las pesetas, por el mundo existían monedas como: francos, marcos, escudos, riyals, dinares, pesos, dólares, bolívares, rupias, coronas, libras, dracmas, florines, etc. Aunque los más asquerosos eran los schillings; no por nada. Que nadie piense que tengo algo en contra de los pobres austriacos. Era solo que cuando mi amigo Guijarro se me acercaba a la hora del patio a cambiar los cromos y me decía: “Oye... tienes el cromo número 22?... El schilling?”... me llenaba la cara de escupitajos, y es que no era justo que semejante nombre de moneda se lo hiciesen pronunciar al pobre Guijarro que era gangoso.</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-5QaKsiQxcJU/UBglLuunIaI/AAAAAAAABWk/cqIx4IKjBss/s1600/pesetas+francos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-5QaKsiQxcJU/UBglLuunIaI/AAAAAAAABWk/cqIx4IKjBss/s320/pesetas+francos.jpg" width="314" /></a></div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">Luego se daban situaciones muy curiosas; por ejemplo: nuestro billete de 500 pesetas circulaba en varias versiones y nos mostraban los rostros de Ignacio Zuloaga, Mossèn Cinto Verdaguer o Rosalía de Castro (posterior a la colección de Ediciones Este). Sus fechas de emisión variaban entre 1954, 1971 y 1979 respectivamente, de modo que pasaron todos por delante de nuestros ojos durante las décadas de los 60’s y los 70’s, pero curiosamente, el que más llamó mi atención fue el de Ignacio Zuloaga al que yo asociaba con la imagen del español venido del pueblo, que había pasado gran parte de su vida en la ciudad y que paseaba con sus nietos aún con su boina puesta. Claro... luego veía que en la colección me mostraban los cromos de cómo eran los billetes de 10 y 50 Francos franceses en los que aparecían dos tipos con larga melena atirabuzonada y de color blanquecino del mismo estilo que el Cardenal Richelieu de Los Tres Mosqueteros, y en mi mente infantil... me hacía la imagen de que todos los franceses eran así y de que paseaban de esa guisa por las calles de París.</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-iewmhWTod18/UBglYs6vhdI/AAAAAAAABWs/5sXaRF0RTW4/s1600/guinea.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="185" src="http://3.bp.blogspot.com/-iewmhWTod18/UBglYs6vhdI/AAAAAAAABWs/5sXaRF0RTW4/s320/guinea.jpg" width="320" /></a></div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">Me molaba, también mucho, el billete de 100 francos guineanos en el que aparecía un señor con un gorro tipo casquete y que me recordaba al Madelman negro de la Expedición Safari.</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">Recuerdo que esa colección nos fascinaba especialmente debido a que a la hora del “tengui, falti”, en el patio o en la calle, lo que intercambiábamos no eran imágenes con dibujitos de Bambi, o las maravillosas ilustraciones de la colección Vida y Color; nada de eso, nuestras manos estaban repletas de fajos de billetes que nos hacían parecer potentados, o que en lugar de estar intercambiando cromos, andábamos haciendo extraños manejes como los que les veíamos hacer a los estraperlistas del barrio cuando traían las mercancías robadas del puerto.</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">Eran tiempos en los que quienes vivían en barrios humildes no tenían ni idea de qué era la prima de riesgo, ni la bolsa, ni de a cómo estaba la cotización del índice Dow Jones; ni falta que hacía. Se sabía que una peseta valía una peseta, que era necesario trabajar mucho para ganar unas cuantas y que costaba toda una vida llegar a tener algunas de ellas ahorradas. Las cosas se compraban con billetes de esos en los que aparecía Ignacio Zuloaga, o el maestro Falla, Rosalía de Castro, o Mossèn Cinto Verdaguer. Nada de tarjetas de crédito, o de interminables financiaciones con las que dejamos endeudados con los bancos a nuestros hijos e incluso nietos. Antes la vida funcionaba así; con billetes del mundo.</span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></span><br />
<span style="color: #999999; font-size: x-small;"><i>Créditos Imágenes: Colección y álbum "Billetes del mundo". Colección particular.</i></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-66957342369012973922012-07-26T18:27:00.000+02:002012-07-26T18:58:36.368+02:00De vacaciones al pueblo; como en los 70<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-0sygZM5OTaU/UBFWBVTEAsI/AAAAAAAABVE/LbgY65gTlyI/s1600/Mendavia+01.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="132" src="http://1.bp.blogspot.com/-0sygZM5OTaU/UBFWBVTEAsI/AAAAAAAABVE/LbgY65gTlyI/s640/Mendavia+01.jpg" width="640" /></a></div>
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">E</span><span style="font-size: small;">n los 70, para la mayoría de españolitos de a pie,
las vacaciones eran austeras como lo era todo en aquellos años. Era poco usual
recurrir a agencias de viajes para programar una estancia de 15 o 20 días en un
país extranjero o en una playa caribeña. Los españoles setenteros de tierra a
dentro viajaban hacia las costas de la geografía nacional, se aglutinaban entre
la masa de turistas venidos de toda España y se mezclaban entre medio de las
atractivas suecas y de los hoteles de hormigón que de un día para otro hicieron
desaparecer a las humildes casas de pescadores que se encontraban en primera
línea de mar. Los que vivían en zonas costeras pasaban los fines de semana en
las playas de su localidad, y durante sus vacaciones, cargaban los SEAT 600 con
la familia y se largaban; como no... al pueblo.</span>
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<span style="font-size: small;">
Eran los tiempos de la cultura del ahorro en la que
nuestros abuelos (a los que la guerra les pilló de lleno) habían educado a
nuestros padres (a quienes pilló justo por los pelos). La misma cultura en la
que nuestros progenitores nos intentaron educar a nosotros, pero con muy poco
éxito. Nosotros habíamos sido llamados para cambiar eso. No entendimos nunca el
por qué de tanto sacrificio a cambio de darse tan pocos y contados placeres.
Nosotros queríamos conocer mundo, viajar, veranear allá donde Cristo perdió el
gorro y conocer culturas distintas a la nuestra más allá de lo que nos
mostraban los documentales de la televisión.</span>
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<span style="font-size: small;">El ahorro había pasado a la historia. Los nacidos en el BABY BOOM, en pleno desarrollismo y en una España a punto de ver desaparecer la dictadura y las restricciones, no estábamos dispuestos a veranear en Benidorm o en el pueblo en el que habían nacido nuestros abuelos y del que se vinieron con su prole para poder darles un futuro mejor en la ciudad. Bastante habíamos ido ya a ese pueblo durante nuestra niñez y adolescencia. Absolutamente todos los años, uno tras otro!</span>
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-MmyyINN-PZU/UBFi8N7t5eI/AAAAAAAABVQ/AD0j84FHANg/s1600/Mendavia+02.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="243" src="http://4.bp.blogspot.com/-MmyyINN-PZU/UBFi8N7t5eI/AAAAAAAABVQ/AD0j84FHANg/s400/Mendavia+02.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-size: small;">Dos años de edad tenía yo la primera vez que me
llevaron de vacaciones al pueblo de mi padre. Un pueblo de Navarra situado en la
llanura de la ribera del Ebro, a unos 80 kilómetros de Pamplona y a unos 20 de
Logroño. No tengo recuerdo alguno de esa primera vez, pero conservo muchísimos
de los sucesivos veranos que pasé allí hasta que dejé de ir cumplidos los 16.
Llegar al pueblo significaba pasar los dos primeros días casa por casa para
saludar a toda la familia: tíos, primos, tías, primas, etc, (nunca entendí por
qué, pero en los pueblos... todo el mundo era primo mío de un modo u otro).
Primas y primos a los que solo veía en época estival y a los que había que
hacer la visita de rigor por aquello del “qué dirán”. Mis padres me decían:
“Acércate a casa de la tía Merenciana y dile que ya hemos llegado al pueblo. Se
alegrará mucho de verte”. Yo torcía el morro, me importaba un pimiento la tía,
mis dotes diplomáticas eran nefastas y estaba deseoso de quitarme el calzón y
darme un baño en las aguas del río con los amigos que había hecho allí año tras
año. Pero mis padres eran inflexibles y me obligaban a hacer absolutamente
todas las visitas. Cualquiera pasaba un mes entero en aquel pueblo sin saludar
a la tía Merenciana que tenía aspecto de abuela de 80 años, con moño y siempre
vestida de negro desde que enviudó, hacía un siglo, del tío Concordio. La tía
Merenciana tenía un empeño tremendo en que merendase pan ‘sobao’ con chorizo,
se alegraba mucho de que fuese a visitarla, me decía lo flacucho que estaba e
insistía en eso de: “Si vivieses conmigo aquí en el pueblo, ya me encargaría yo
de ponerte lustroso como a un gorrino. Dónde vas con esas garrillas, zagal? Es
qué tu madre no te da de comer?”. Lo peor era la despedida, la tía Merenciana
siempre me estampaba un sonoro beso en la mejilla, me pinchaba la cara con los
pelillos de su barba y me la dejaba llena de babas, y no contenta con eso, me
arreaba un pellizco a rosca en el moflete que me dejaba señalado para el resto
del verano.</span>
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-O-zjd5lSBn4/UBFj33jnygI/AAAAAAAABVY/YwnKmwLGV0Q/s1600/Mendavia+Pueblo+2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://4.bp.blogspot.com/-O-zjd5lSBn4/UBFj33jnygI/AAAAAAAABVY/YwnKmwLGV0Q/s400/Mendavia+Pueblo+2.jpg" width="266" /></a></div>
<span style="font-size: small;">Pasado ese mal trago inicial venían por fin los
días esos en los que me convertía en un ser asilvestrado y en los que dejaba de
lado los remilgos de ciudad. Hay que reconocer que el pueblo tenía un encanto
bestial y se convertía en una pequeña ciudad sin ley: salía de casa temprano,
de buena mañana. Algún amigo me venía a buscar con un par de carabinas de aire
comprimido para ir a dispararles perdigonadas a los gorriones que campaban
felices por las eras. Otros amigos del pueblo, así como forasteros llegados de
otras ciudades se nos iban uniendo y terminábamos formando un grupo -no
superior a la docena- de pequeños peligros públicos que paseábamos en plena libertad
por los campos de viñas y de cereal. A media mañana nos colábamos en la pieza
de la tía Eufemia y nos poníamos morados de comer higos y melocotones. El primo
Agapito me decía que había que ir a comer a la cabaña del tío Fructuoso, que
tenía preparado un rancho de liebre con patatas y pimiento y que era para
chuparse los dedos. Llegábamos a la cabaña y la tía Froilana nos recibía con
unos Kas de naranja y de limón bien frescos, pero si queríamos, podíamos tomar
vino con gaseosa. Bebíamos vino con 14 años! Y aquel rancho preparado a la
lumbre de unos sarmientos bien secos me sabía a gloria. En la ciudad, yo era
uno de esos críos que no probaba bocado, pero en el pueblo me ponía tibio de
comer, y aún y así siempre estaba dispuesto a hincarle el diente a algo.</span> <span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-0uPTl-FccNw/UBFkc08uyNI/AAAAAAAABVg/6NYU8QLAsDA/s1600/Mendavia,+La+barca+1978.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="282" src="http://2.bp.blogspot.com/-0uPTl-FccNw/UBFkc08uyNI/AAAAAAAABVg/6NYU8QLAsDA/s400/Mendavia,+La+barca+1978.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-size: small;">Luego venía la modorra. Los amigos del pueblo se
retiraban a sus casas a echarse la siesta. Quedábamos los forasteros, que poco
acostumbrados a ese menester, nos dirigíamos a la orilla del Ebro, nos poníamos
en pelotas y nos bañábamos en el río sin haber hecho la digestión, pero nunca
nos pasó nada. Mi abuelo me contaba que en un tramo concreto del río se había
ahogado mi tío Félix cuando contaba con 16 años. Un remolino lo arrastró hasta
el fondo y tardaron cuatro días en rescatar su cuerpo sin vida. Mi abuelo y mi
padre me pedían que no me bañase en el Ebro jamás, pero precisamente por ese
tramo, por el del remolino, era por donde cruzábamos a nado. Había más río,
pero yo insistía en que debíamos cruzar por ahí. Ignoro si buscaba un desafío o
plantarle cara a aquel tramo maldito que guadañó la vida de un tío al que nunca
conocí. La otra orilla dejaba de ser Navarra para convertirse en la Rioja, algo
que me importaba poco, pero que tenía su gracia. Subíamos hasta lo más alto del
acantilado y jugábamos a lo que llamábamos “cagar al Ebro” y que consistía en
ponernos en fila al borde del precipicio con los culos apuntando al vacío y a
una altura que ahora nos haría temblar las piernas. Empezábamos a empujar, nos
mirábamos los unos a los otros, contemplábamos nuestras caras coloradas y
nuestras muecas de esfuerzo para ver quien de nosotros era el primero en soltar
un buen zurullo que se despeñase acantilado abajo hasta oír su chapoteo al impactar en el agua del río; el que lo
conseguía era el que ganaba. Recuerdo que gané alguna vez.</span>
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<span style="font-size: small;">Avanzada la tarde cogíamos las bicicletas, los
amigos del pueblo se nos unían de nuevo. Subíamos pedaleando hasta el calvario,
justo al pie de la Iglesia, dábamos media vuelta y bajábamos a toda leche sin
poner los pies en los pedales en aquellas bicis sin frenos. Las viejillas que
tomaban el fresco con sus sillas en las puertas de sus casas nos gritaban, pero
nosotros nunca oíamos nada. Nos retirábamos cada uno a su casa a buscar la
merienda y quedábamos en la plaza del pueblo. Justo terminábamos de merendar
que ya era la hora de cenar y siempre había un amigo que me pedía que fuese a
su casa, que su madre tenía espárragos de la cosecha y jamón curado de la
matanza. Durante la cena charlábamos y se interesaban mucho en saber cómo era
la vida en la ciudad y cómo pasaba el día, aunque poco había que contar salvo
la rutina diaria de ir de casa al cole y del cole a casa; como mucho hacía un
poco el animal en la calle, en el barrio, pero poca cosa más. Nada tan
interesante como todo aquello que se podía hacer en el pueblo.</span>
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-eQUeatt5sLY/UBFlftWsrhI/AAAAAAAABVo/jzeP4SyAQ38/s1600/Mendavia+Pueblo+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="253" src="http://4.bp.blogspot.com/-eQUeatt5sLY/UBFlftWsrhI/AAAAAAAABVo/jzeP4SyAQ38/s400/Mendavia+Pueblo+1.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-size: small;">Por la noche quedábamos con las chicas, alguna que
otra del pueblo, pero la mayoría forasteras. Comprábamos chuches en la tienda
de la Elviri que estaba en la calle de la Carrera y que en realidad se llamaba
calle de Augusto Echevarria, pero nadie le llamaba así. Se trataba de una calle
ancha, céntrica y en la que se reunía toda la gente del pueblo los domingos y
durante las fiestas para tomar zuritos y vinos en las terrazas de los bares.
Cargados de pipas Churruca y de ganchitos Matutano nos íbamos al cine y
poníamos de los nervios al bueno de Cosme, el acomodador, que cuando se hartaba
de nosotros nos arreaba linternazos en la cabeza. Y es que en realidad,
estábamos todos deseando que terminase la película para irnos “a pisar tumbas”;
un entretenimiento que consistía en marchar toda la cuadrilla en plena noche
hasta el cementerio que se encontraba en la carretera de la Barca, lejos de las
chafarderas miradas de las viejas que nos espiaban entre visillos, y allí, tras
saltar el muro rodeado de cipreses y colarnos en tierra de muertos, hacíamos
parejitas y jugábamos a médicos.</span>
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-OVZ6On4H4B4/UBFmil6394I/AAAAAAAABVw/yhlKg-YmRCE/s1600/Mendavia,+Fiestas+79.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="290" src="http://4.bp.blogspot.com/-OVZ6On4H4B4/UBFmil6394I/AAAAAAAABVw/yhlKg-YmRCE/s400/Mendavia,+Fiestas+79.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-size: small;">A finales de agosto venían las fiestas patronales
en honor a San Juan Buatista, pillábamos nuestras primeras borracheras de
zurracapote; una combinación de vino con melocotón, azúcar, con sus diversas
variantes, y que por su sabor dulzón, para cuando nos queríamos dar cuenta, ya
andábamos dando tumbos y cantando el “Asturias patria querida”. Corríamos los
encierros de vaquillas bravas, formábamos peñas, montábamos nuestros chamizos
en los que instalábamos un tocadiscos con música que iba desde AC-DC a Los
Pecos, colgábamos algunos posters, preparábamos “el reservado” con los sillones
de viejos coches desguazados, hacíamos parejitas... y jugábamos a médicos.</span>
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: small;">Terminar el verano y regresar a la ciudad era un
auténtico fastidio. El pueblo era lo más! No existía el control, no habían
horarios. Mis padres estaban convencidos de que no podía pasarme nada. Si
supiesen! Pero había esa idea de que en el pueblo todo era sano; ya bien fuese
pasearse con carabinas de aire comprimido, inflarse a comer fruta sulfatada,
bañarse sin hacer la digestión, lanzar boñigas al vacío desde lo alto de un
acantilado, bajar pendientes con bicicletas sin frenos, alejarse 3 kilómetros
del pueblo para asaltar un cementerio... En cualquier ciudad un niño podía
morir si hacía eso, pero en el pueblo... era de lo más sano.</span>
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-BmYl4iV83Rc/UBFqlQtdstI/AAAAAAAABWI/CgEMWL2SHVY/s1600/300px-Image-Mendavia._Navarra._Spanien.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="http://1.bp.blogspot.com/-BmYl4iV83Rc/UBFqlQtdstI/AAAAAAAABWI/CgEMWL2SHVY/s400/300px-Image-Mendavia._Navarra._Spanien.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="background-color: white; font-size: small;">Al igual que yo, la mayoría de los que fuimos
jóvenes en los 70 veraneábamos en los pueblos de nuestros padres, que curiosamente,
dejaban de tener interés para nosotros una vez llegábamos a la adolescencia.
Hacer el salvaje empezaba a dejar de tener sentido, y eso de ir de vacaciones
con nuestros padres daba un corte terrible. Así que cuando llegaba el verano
preferíamos quedarnos en la ciudad con la abuela; siempre había alguno de
nuestros amigos que se quedaba solo con algún hermano o hermana mayor y con una
casa en la que poder montar guateques. La dinámica en esas fiestas de música de
comediscos, de minifalda y de pantalón de campana era algo distinta a la de
“pisar tumbas”, pero en esencia era lo mismo. Se bailaba al estilo “agarrao”
con las luces bien tenues, casi a oscuras, y se esperaba el momento adecuado en
el que poder intercambiar un beso con nuestra pareja de baile. Las chicas de
ciudad eran distintas a las del pueblo. Sus besos sabían a pintalabios y no a
uva fresca, y el color sonrosado de sus mejillas era artificial, pero nos
empezábamos a hacer mayores y a pesar de que las abuelas siempre fueron un
estorbo, aprendimos a torearlas igual que a las vaquillas bravas del pueblo.</span><span style="background-color: white;">
</span>
<span style="background-color: white; font-size: small;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-lFGrP2IgBfo/UBFotscmyhI/AAAAAAAABV4/En1avheEj4I/s1600/Mendavia,+torre+con+la+cig%C3%BCe%C3%B1a.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-lFGrP2IgBfo/UBFotscmyhI/AAAAAAAABV4/En1avheEj4I/s400/Mendavia,+torre+con+la+cig%C3%BCe%C3%B1a.jpg" width="282" /></a></div>
<span style="font-size: small;">De mayores, con parejas formales y economías
estables, las vacaciones pasaron a convertirse en viajes al extranjero, primero
sin hijos, luego con ellos, pero rara es la familia que a día de hoy no haya
puesto un pie en los cinco continentes. Las tías Merencianas murieron hace unos
cuantos años, pero los tíos, tías, primos y primas de nuestros pueblos no
conocen a nuestros hijos ya que nunca les hemos llevado allí. Se han perdido
eso de poder darles pan con chorizo y de pellizcarles a rosca sus mofletes. Se
limitan a ver las fotos que nuestros padres llevan de sus nietos cuando van de
veraneo al pueblo; porque ellos, nuestros padres, siguen yendo al pueblo ya que
para ellos eso de viajar al extranjero siempre ha significado gastar dinero sin
necesidad.</span>
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: small;">El caso es que con los actuales recortes
salariales, subidas de impuestos y demás medidas adoptadas por nuestros
gobiernos para sacarnos de la crisis, pero que en realidad nos están hundiendo
en la miseria; está empezando a tomar forma en nuestras cabezas esa cultura del
ahorro en la que nuestros abuelos educaron a nuestros padres y en la que ellos
trataron de educarnos a nosotros. Para nada nos arrepentimos de haber viajado
para conocer mundo. Seguimos sin tener sensación alguna de haber derrochado
nuestro dinero en esos viajes debido a que lo que nos han aportado a nosotros,
así como a nuestro hijos, nos compensa con creces, y además, nos alegramos de
haberlo hecho mientras hemos podido ya que a saber cuándo volverá el día en el
que podremos viajar de nuevo.</span>
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: small;">No obstante, este verano, para muchas familias
españolas, será quizá el primero, después de mucho tiempo, en el que pasaremos
nuestras vacaciones en el pueblo y en el que los tíos, primas, tías y primos
dejarán de ver a nuestros hijos en fotos y podrán cebarse con sus mofletes y
cebarlos a base de pan con chorizo, higos, melocotones y ranchos de liebre con
patatas y pimientos.</span>
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-XzwmeXaBDL8/UBFpWodET0I/AAAAAAAABWA/Yd0DHLkNZnk/s1600/Mendavia,+Hermita+de+Legarda.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="278" src="http://3.bp.blogspot.com/-XzwmeXaBDL8/UBFpWodET0I/AAAAAAAABWA/Yd0DHLkNZnk/s400/Mendavia,+Hermita+de+Legarda.jpg" width="400" /></a></div>
<span style="font-size: small;">Nosotros nos reencontraremos con aquellos amigos
que no hemos vuelto a ver desde que cumplimos los 16 y con los que íbamos a
cagar al Ebro, o con aquellas amigas que besaban con sabor a uva fresca y a las
que llevábamos “a pisar tumbas”. Nos hará gracia y nos resultará chocante ver
como nuestros hijos empezarán a relacionarse con los suyos, aunque me temo que
no harán nada parecido a lo que hacíamos nosotros porque, hoy en día, los
chicos de pueblo ya no cazan gorriones, no se bañan sin hacer la digestión, no
comen frutas sulfatadas, no cagan en el Ebro, no descienden por pendientes con
bicicletas sin frenos, no van al cine porque en los pueblos ya no hay cines, no
pisan tumbas... Los chicos de pueblo de hoy en día parecen chicos de ciudad, y
se encerrarán en sus casas con nuestros hijos y jugarán con las videoconsolas o
se meterán en sus Facebooks o mirarán la tele. En cualquier caso, lo bueno; en
el fondo, será que mis hijos, en sus álbumes fotográficos de sus vacaciones,
además de tener fotografías de diversos lugares de Europa, Marruecos, Estambul,
la India y los Estados Unidos, tendrán también fotografías de aquellos veranos
que pasaron en Mendavia, en aquel pequeño y precioso pueblo de Navarra situado
en la llanura de la ribera del Ebro y en el que nacieron y se criaron sus
abuelos.</span>
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<span style="font-size: small;">Volvemos a los 70.</span>
<span style="font-size: small;"><br /></span><br />
<span style="color: #999999; font-size: x-small;"><i>Créditos imágenes: 1) Panorámica de Mendavia extraida de la página web de su ayuntamiento. 2) La calle del Prado, mi primer año de vacaciones en Mendavia, año 1966 (colección particular). 3) Calle de Mendavia, fotografía de Ernesto López Espelta. 4) Imagen extraida de una postal de la antigua barca de paso en el año 1978. 5) Mendavia años 60, extraida del blog 'Mi lLogroño de Cristal'. 6) Mendavia en las fiestas del año 1979 (colección particular). 7) Mendavia, extraida de Wikimedia Commons. 8) Torre de la iglesia de Mendavia con nido de cigüeña (colección particular). 9) Mendavia, Ermita de la Virgen de Legarda (colección particular).</i></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-69834434492246287592012-06-15T13:30:00.000+02:002012-06-15T13:30:28.686+02:00Destapado mi pasado en el mundo del porno!<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-merPAirpCxo/T9sSsTdF1ZI/AAAAAAAABUg/x66LY21KuAQ/s1600/Hara+Kiri.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://2.bp.blogspot.com/-merPAirpCxo/T9sSsTdF1ZI/AAAAAAAABUg/x66LY21KuAQ/s400/Hara+Kiri.jpg" width="306" /></a></div>
<span style="font-size: 12pt;">Pues si queridos lectores, la actriz norteamericana
<b>Traci Lords</b> y yo nos iniciamos en el mundo del porno siendo ambos menores de
edad... no juntos, una lástima. Caramba!</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br />
<span style="font-size: 12pt;">Y no pudimos hacerlo juntos porque nuestro pasado
por el mundo de la pornografía y del erotismo, se desarrolló en campos
distintos; en el caso de la sexy </span><b style="font-size: 12pt;">Traci Lords</b><span style="font-size: 12pt;"> fue en el mundo del cine, mientras
que en mi caso, fue en el mundo de la historieta por allá finales de los 70, en
plena transición política española tras la muerte del yayo Paco y con una
España en efervescencia que no sabía muy bien por donde tirar ni de donde le
venían los tiros (bueno, los tiros vinieron antes de y durante la dictadura...
y no fueron pocos).
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">Inmediatamente a la desaparición del dictador, los
españolitos, ansiosos de carne femenina, turgente, voluptuosa y curvilínea,
dejaron de realizar excursiones a Perpignan para ver películas eróticas debido
a que el aperturismo en el que entró el país, permitió que las tetas y los
culos se mostrasen a porrillo en algunas salas de cine denominadas “S” en las
que se exhibía un erotismo suave así como en las portadas de todas las revistas
que llenaban los kioscos. Las abuelas pasaban escandalizadas por delante de
ellos tratando inútilmente de tapar los ojos de sus nietos que, de soslayo,
echaban vistazos a aquellas féminas que mostraban sus encantos; los padres
compraban sus rancios periódicos como </span><i style="font-size: 12pt;">El Alcazar</i><span style="font-size: 12pt;">, el </span><i style="font-size: 12pt;">ABC</i><span style="font-size: 12pt;"> y otros, pero también
le pedían discretamente al kioskero el </span><i style="font-size: 12pt;">Lib</i><span style="font-size: 12pt;">, o el </span><i style="font-size: 12pt;">Interviú</i><span style="font-size: 12pt;">, o el </span><i style="font-size: 12pt;">Playboy</i><span style="font-size: 12pt;">, pero
así... como el adolescente que entra a la farmacia a comprar condones. Una vez
con sus revistas en las manos, el periódico únicamente servía para camuflar el
objeto del pecado entre sus páginas.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
</span></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-1fmv8-02RQc/T9sW6dbVYXI/AAAAAAAABUs/WpD5TfYatQY/s1600/comic+erotico.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="255" src="http://3.bp.blogspot.com/-1fmv8-02RQc/T9sW6dbVYXI/AAAAAAAABUs/WpD5TfYatQY/s320/comic+erotico.jpg" width="320" /></a></span></span></div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">
<span style="font-size: 12pt;">Total, que desde los últimos 70’s hasta mediados /
finales de los 80’s, no era de extrañar que se nos metiera una teta en un ojo
ya que por fin... estaban por todas partes!!
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">El erotismo en el humor gráfico tuvo un
protagonismo especial en ese sentido. Numerosas publicaciones que se habían
ocupado de tratar temas políticos tratando de desafiar en la medida de lo
posible los límites establecidos, empezaron también a introducir contenido
erótico entre sus páginas; precisamente en las únicas de la revista que eran a
todo color y en papel couché, el resto de páginas eran de papel tirando a malo
e impreso a dos tintas por lo general, pero allí donde estaban las “macizorras”
había que esmerarse en la calidad.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">A la vez, empezaron a proliferar cantidad de
revistas de historietas cuyo tema, de manera monográfica, era el porno,
absolutamente hardcore hasta el extremo de resultar, en ocasiones, hiriente, y
que mostraban un erotismo chabacano, vulgar y desmedido provocado, sin duda,
como reacción a los cuarenta años previos de represión. Se trataba de una forma
transgresora de protestar contra “lo establecido” haciendo hincapié en un tema
tabú como lo era la sexualidad y dejando a un lado otro tema tabú, que era la
política y que resultaba mucho más delicado. Ya de paso, los humoristas
gráficos, nos afanábamos en poner en aprietos a los funcionarios del Ministerio
de Información y Turismo y les volvíamos locos abriéndoles múltiples flancos a
lo que ellos respondían con el cierre y secuestro de revistas y citándonos ante
los tribunales de justicia.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><b>Ediciones Amaika</b>, fundada en 1973, fue una de las
más importantes de la época en ese tipo de contenidos durante cerca de 25 años.
Revistas como <i>El Papus</i> o <i>El Puro</i> se especializaron en la sátira y el humor
político, mientras que revistas como el <i>Hara Kiri</i>, <i>Humor Sexy</i>, <i>El Cuervo</i> y
otras, dedicaban la totalidad de sus páginas al humor sicalíptico, al destape y
al sexo explícito. Tras el atentado terrorista que sufrió la redacción de la
revista <i>El Papus</i>, algunas de las cabeceras del sello Amaika; el <i>Hara Kiri</i>, por
ejemplo, pasaron a manos de <b>Ediciones Iru</b> que a su vez creó revistas nuevas como
<i>La Judía Verde</i> y con idénticos contenidos.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-a3aWvU9vL0E/T9sZMMCBFUI/AAAAAAAABU0/VuMjFkL2QoA/s1600/Humor+Er%C3%B3tico+HARAKIRI+n%C2%BA+73.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-a3aWvU9vL0E/T9sZMMCBFUI/AAAAAAAABU0/VuMjFkL2QoA/s320/Humor+Er%C3%B3tico+HARAKIRI+n%C2%BA+73.jpg" width="287" /></a></div>
<span style="font-size: 12pt;">Pues bien; en medio de ese clima de desmadre y
desconcierto; en esa España en la que te metían una bomba por dibujar un chiste,
y en un periodo de transición mal resuelta, un joven humorista con ganas de
decir la suya empezaba a meter las narices en las editoriales y de la mano del
editor <b>Carlos Navarro</b>, Ediciones Amaika fue durante un tiempo mi hogar.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">Os paso el enlace de una <a href="http://www.tebeosfera.com/documentos/documentos/un_joven_emprendedor_en_la_corte_del_rey_del_porno_entrevista_a_sergi_camara.html" target="_blank">entrevista que he concedido a Tebeosfera </a>y en la que se habla detalladamente de esa época, de lo
que los editores nos pedían a los dibujantes y de qué fue, según mi punto de
vista, aquel fenómeno de utilización de la feminidad, así como de su
sexualidad, en aquel tipo de revistas que no existieron antes de 1973, pero que
hubo que inventarlas... para bien o para mal.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">También os pido que os detengáis con cariño por las
diversas secciones de la revista digital <a href="http://www.tebeosfera.com/portada.php" target="_blank">Tebeosfera</a> y que contiene un
valiosísimo material de documentación y divulgación sobre el mundo del cómic.
Un trabajo digno de elogio y que personalmente, agradezco a todos los que la
hacen posible.</span></span></span></span></span></span></span></span></span>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-60957530280475485562012-05-03T20:24:00.002+02:002012-05-03T20:36:01.901+02:00El invento del TBO<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-E15mpJE1VUQ/T6LP31-HekI/AAAAAAAABUQ/2uZgp_fet-Q/s1600/Gery+Garabatos.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="http://3.bp.blogspot.com/-E15mpJE1VUQ/T6LP31-HekI/AAAAAAAABUQ/2uZgp_fet-Q/s400/Gery+Garabatos.jpg" width="262" /></a></div>
<span style="color: #b45f06; font-size: x-large;">Q</span><span style="font-size: 12pt;">ue no, que no, que ni se me ha tragado la tierra
ni me ha hundido la crisis; al contrario, lo que me ha hecho esta crisis (a
parte de hacerme desaparecer durante un tiempo de este blog) ha sido obligarme
a replantearme (una vez más) qué quiero hacer cuando sea mayor. Y después de
revisar mi recorrido profesional empezando como humorista gráfico allá por los
70’s, siguiendo como creador gráfico de videojuegos (de los primeros
manufacturados y creados en Spain) allá por los 80’s, continuando en una nueva
etapa en el mundo de los dibujos animados colaborando y pariendo series para la
tele durante los 90’s, y dedicándome al mundo editorial escribiendo e
ilustrando cuentos durante la primera década de este siglo, llegué a la
conclusión de que, de mayor, quiero dedicarme a TODO!!. Que no están los tiempos
como para aprender un oficio y tener que dejarlo colgado cuando se te presenta
una crisis como la de 1978, o una guerra como la del Golfo, o otra crisis como
la actual, así que me dije: “Muchacho, ya no estás en edad de aprender a hacer
algo distinto a lo que haces. Te has pasado la vida haciendo dibujitos, pelis y
escribiendo, de modo que ya tardas en preparar un proyecto a medida y buscarte
la vida”; y lo hice.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br />
<span style="font-size: 12pt;">Pensé en un libro electrónico de esos que tanto se
van a empezar a llevar un día de estos, pero que de momento... aún andan manga
por hombro. Pero sin duda, un libro electrónico en el que poder introducir
textos, ilustraciones, animaciones, videojuegos, etc... sería ideal. El
problema es que soy un nostálgico al que le gusta el papel impreso, y lo malo de esos cachivaches de libros electrónicos es que necesitan de una serie de
conocimientos tecnológicos para los cuales soy un perfecto analfabeto.</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br />
<span style="font-size: 12pt;">La cosa estaba jodida, pero nada que no se pudiese
solucionar tras una larga elucubración perpetrada durante una interminable
noche en vela.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">No sé si llegué a decir “Eureka!”, pero me
sorprendí a mí mismo, una mañana lavándome los dientes y descubriendo frente al
espejo al inventor del </span><b style="font-size: 12pt;">Libro Impreso Digital y Multimedia</b><span style="font-size: 12pt;">. Eh?... Que cómo se come
eso?
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">Preparé un proyecto, escribí una sinopsis, realicé
algunas ilustraciones y unas cuantas cosas más, y a los pocos días lo tuve todo
listo para llamar a la puerta de </span><b style="font-size: 12pt;">Ediciones B</b><span style="font-size: 12pt;"> (para los que no os hayáis dado
cuenta todavía y estéis pensando: “Qué tiene que ver esta entrada con los años
70’s?”, ahí viene cuando todo se enlaza... ya veréis).</span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><br />
</span></span></span></span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-r76U2y6xcVU/T6LFO3hoe0I/AAAAAAAABT4/gg1jK7vJv58/s1600/Tebeos+70s.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="289" src="http://3.bp.blogspot.com/-r76U2y6xcVU/T6LFO3hoe0I/AAAAAAAABT4/gg1jK7vJv58/s320/Tebeos+70s.jpg" width="320" /></a></span></span></span></div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">
<b style="font-size: 12pt;">Editorial Bruguera</b><span style="font-size: 12pt;"> fue la factoría que se encargó
de que nuestra infancia, metida en una fúnebre dictadura y en un más que
sospechoso “desarrollismo”, fuese, a pesar de todo, una infancia feliz. La
empresa se fundó en 1910, bajo el nombre de </span><b style="font-size: 12pt;">El Gato Negro</b><span style="font-size: 12pt;"> como una editorial
especializada en folletines y revistas de historietas hasta que en 1921 alcanzó
un enorme éxito con la revista </span><i style="font-size: 12pt;">Pulgarcito</i><span style="font-size: 12pt;">. A partir de ahí, y ya con el nombre
de </span><b style="font-size: 12pt;">Editorial Bruguera</b><span style="font-size: 12pt;">, continuó con la edición de tebeos y de novelas de
consumo popular con autores como </span><b style="font-size: 12pt;">Corín Tellado</b><span style="font-size: 12pt;">, </span><b style="font-size: 12pt;">Marcial Lafuente Estefanía,</b><span style="font-size: 12pt;"> </span><b style="font-size: 12pt;">Silver Kane</b><span style="font-size: 12pt;"> (que en realidad era, el periodista y escritor </span><b style="font-size: 12pt;">Francisco Gonzalez Ledesma</b><span style="font-size: 12pt;">, bajo pseudónimo)
y otros autores que se fueron haciendo populares, así como sus revistas de
aventuras tales como: </span><i style="font-size: 12pt;">El Cachorro</i><span style="font-size: 12pt;"> o </span><i style="font-size: 12pt;">El Capitán Trueno</i><span style="font-size: 12pt;">.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">Durante nuestra infancia en los 60’s y los 70’s,
revistas de historietas como: </span><i style="font-size: 12pt;">Din Dan</i><span style="font-size: 12pt;">, </span><i style="font-size: 12pt;">Bravo</i><span style="font-size: 12pt;">, </span><i style="font-size: 12pt;">Gran Pulgarcito</i><span style="font-size: 12pt;">, </span><i style="font-size: 12pt;">El Mortadelo</i><span style="font-size: 12pt;">,
</span><i style="font-size: 12pt;">Lily</i><span style="font-size: 12pt;">, </span><i style="font-size: 12pt;">Zipi y Zape</i><span style="font-size: 12pt;">, </span><i style="font-size: 12pt;">Super Tio Vivo</i><span style="font-size: 12pt;">, etc; o colecciones como: </span><i style="font-size: 12pt;">Olé</i><span style="font-size: 12pt;">, </span><i style="font-size: 12pt;">Magos del Humor</i><span style="font-size: 12pt;">
y </span><i style="font-size: 12pt;">Joyas Literarias Juveniles</i><span style="font-size: 12pt;">, fueron la literatura que devoramos conjuntamente
con </span><i style="font-size: 12pt;">Los Cinco</i><span style="font-size: 12pt;"> de </span><b style="font-size: 12pt;">Enid Blyton</b><span style="font-size: 12pt;">, las aventuras de </span><i style="font-size: 12pt;">Los Hollister</i><span style="font-size: 12pt;"> y algún artículo de
divulgación que llegaba a nuestras manos porque siempre había algún vecino o
abuelo suscrito al </span><i style="font-size: 12pt;">Reader’s Digest</i><span style="font-size: 12pt;">. Pues bien; </span><b style="font-size: 12pt;">Editorial Bruguera</b><span style="font-size: 12pt;">, después de
haber sido emblemática para los que fuimos consumidores compulsivos de tebeos a
lo largo de toda nuestra infancia, pasó por un mal momento en el año 1986 que
hubiera podido significar su final, de no ser, porque pasó a manos del </span><b style="font-size: 12pt;">Grupo Z</b><span style="font-size: 12pt;">
que la relanzó como un pequeño sello editorial dentro de </span><b style="font-size: 12pt;">Ediciones B</b><span style="font-size: 12pt;">.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">Lo veis, descreídos? Veis como al final todo tiene
un por qué, y esta entrada tiene más que ver con los 70’s de lo que parece?
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">Me hacía una especial ilusión que fuese <b>Ediciones
B</b>, y no otra, la que editase mi novedoso, ultra-revolucionario y mega-cósmico
invento del<b> Libro Impreso Digital y Multimedia</b>; a fin de cuentas, era como
cerrar un círculo y devolverle a la vieja Bruguera parte de esos buenos ratos,
disfrute y gozo, para que ella, como bien tuviese a entender, administrase y
distribuyese mi invento y lo convirtiese en inolvidables momentos de
lectura y entretenimiento para las generaciones de jóvenes actuales y venideros.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">Claro que... todo podía salir mal y existían muchas
posibilidades de que <b>Ediciones B</b> me dijese que no estaba el horno pá bollos y
que podía irme con mi proyecto a otra parte, pero si algo he aprendido en esta
vida es que nunca hay que dar nada por hecho, y que a pesar de la crisis, de
que no es momento para invertir un euro, y menos, en un <b>Libro Impreso Digital y
Multimedia</b>... Pues oye, el NO (en caso de que así fuese) ya me lo darían ellos.
De modo que sin miedo al ridículo ni al fracaso más estrepitoso, me lancé al
barranco con mi invento bajo el brazo, y... les gustó.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">Rápidamente nos pusimos a hablar del tema y de cómo
enfocarlo. Me preguntaron cuánto tiempo tardaría en escribir una novela juvenil,
en ilustrarla, en crear unos sencillos videojuegos, en hacer algunas
peliculitas... Afortunadamente, y aunque muerto de nervios y envuelto en sudor,
pude dar respuesta a todas sus dudas ya que mi invento lo tenía muy claro.
Pactamos fechas de entrega, porcentajes y demás de esas cosas aburridas y me
encerré en mi estudio durante unos meses para darle forma a lo que había sido
un proyecto y que a día de hoy, es ya una realidad.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">La venta en librerías de las aventuras de <b>GERY GARABATOS</b> estaba
prevista para ayer, día 2 de mayo, pero debido a que en Madrid fue fiesta y son
ellos, los madrileños, los encargados de la distribución, imagino que a lo
largo de la semana que viene ya estará disponible en todos los puntos de venta.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">El caso es que gracias a <b>Editorial Bruguera</b> pasé
los mejores momentos de mi infancia, y hoy, gracias a <b>Ediciones B</b> (la Bruguera
nueva), ya sé que quiero ser cuando sea mayor.
<span style="font-size: 12pt;"><br /></span><br />
<span style="font-size: 12pt;">Para que os vayáis haciendo una idea de en qué
consiste el invento cósmico del <b>Libro Impreso Digital y Multimedia</b>, os dejos los siguientes
enlaces:
</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><br />
<div>
<a href="http://www.gerygarabatos.com/" style="font-size: 12pt;" target="_blank">La Página Web de GERY GARABATOS</a><br />
<div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><a href="http://www.edicionesb.com/catalogo/autor/sergi-camara/971/libro/gery-garabatos_2349.html" target="_blank">La Página Web de EDICIONES B</a></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">Y también podéis haceros seguidores del personaje a
través del facebook:</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.facebook.com/gerygarabatos" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;" target="_blank"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-YGWCo0CDhwQ/T6LHoSPmTvI/AAAAAAAABUE/AqF-yXyRWHA/s1600/Facebookfollowme.jpg" /></a></div>
<div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
<div>
<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
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<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
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<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
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<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><br /></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
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<span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;"><span style="font-size: 12pt;">Otro día seguimos con más historias setenteras,
pero hoy, como dijo <b>Paco Umbral</b>... he venido a hablar de mi libro ;-)</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></div>
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<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/zus37rJzvjE?rel=0" width="560"></iframe></div>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-20564023900691372172012-03-22T15:37:00.005+01:002012-03-22T16:14:10.187+01:00Disco Chino<a href="http://1.bp.blogspot.com/-qj80AO6ggjc/T2s5YnB9FyI/AAAAAAAABTY/_2gizN2leQM/s1600/Enrique%2By%2BAna%2B-%2BSuper%2Bdisco%2Bchino%2B%252882%2529%2B%2528182%2529.jpg" style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 314px;" src="http://1.bp.blogspot.com/-qj80AO6ggjc/T2s5YnB9FyI/AAAAAAAABTY/_2gizN2leQM/s320/Enrique%2By%2BAna%2B-%2BSuper%2Bdisco%2Bchino%2B%252882%2529%2B%2528182%2529.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5722730846461171490" /></a><span style="font-size: 12pt; font-family: 'Times New Roman'; ">Estaba yo la otra noche tirado en el sofá de casa y mirando alguno de esos programas en los que se habla de la actual crisis; probablemente el <b>59 segundos</b>... creo. La mala leche se iba apoderando de mí al escuchar los poco halagüeños augurios de todos y cuantos formaban parte de la tertulia, pero a pesar de que los recortes que anunciaban daban al traste con las posibilidades de consumir, la presentadora dio paso a la publicidad.</span><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><br /></span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">Mi hijo, que estaba sentado a mi lado, me miró y me preguntó: “A qué viene esa sonrisa?”.</span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><br /></span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">Y sí, en efecto, me sorprendí a mí mismo con una sonrisa de oreja a oreja ante la visión de un anuncio de la tele que me hizo olvidar durante 45 segundos de los recortes, de las subidas de impuestos, de los políticos corruptos, así como del resto de políticos, que no siendo corruptos, lo que demuestran es ser unos absolutos ineptos en el desempeño de sus funciones; aún y con eso no están en el paro y cobran sus sueldos. A veces pienso que mejor nos iría si los que estuviesen desempleados fuesen ellos.</span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><br /></span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">Fueron 45 segundos en los que se me quitaron también de la cabeza las ganas de rebelarme en serio contra todo, hacerme apátrida, mandar a una isla desierta a todos esos que lo único que saben hacer para afrontar situaciones como esta, es llenarles la cabeza a cuatro sinsustancias con consignas, cánticos y eslóganes desde sus edificios, sedes de sus chiringuitos, libres de impuestos, de IBI y encima, para más joder... subvencionados.</span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><br /></span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">Y es que pese a todo, y por más mal que vayan las cosas, sabemos que tarde o temprano saldremos de esta, más empobrecidos quizá, pero menos engañados. Los 45 segundos a los que me refiero son los del anuncio de VISIONLAB y con una refrescante versión del tema que el grupo “Enrique y Ana”, formado en el año 1977, hizo popular a principios de los 80’s y que llevaba por título “Disco Chino”.</span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><br /></span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">Cuando le conté a mi hijo el motivo de mi sonrisa, obviamente no entendió ni jota. Le tuve que contar quienes eran “Enrique y Ana” y tuve que tararearle el tema del “Disco Chino” en su versión original; a lo que él me preguntó: “Papá... Y eso te gustaba?”.</span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><br /></span></div><div style="font-family: Georgia, serif; "><span style="font-size: 12pt; font-family: 'Times New Roman'; ">Evidentemente no me gustaba. A principios de los 80’s yo ya era un adolescente y cualquier cosa que pudiesen cantar los de “Enrique y Ana” me la traía al fresco y les veía como a un par de frikis de mucho cuidado. Ana, la niña; concretamente <b>Ana Anguita</b>, decidió desaparecer un día, imagino que por pura vergüenza, y no volvió a aparecer jamás ante los medios. <b>Enrique del pozo</b>, en cambio, corroboró que “quien tuvo retuvo” y siguió haciendo el friki en todas y cada una de sus apariciones televisivas como tertuliano experto... en qué?</span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><br /></span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">No obstante, la versión “friki-surrealista” del tema que VISIONLAB ha traído de nuevo a nuestras pantallas y a nuestra memoria, me parece divertidísima. Se trata de un hallazgo maravilloso de esos con los que, en ocasiones, nos sorprenden los publicistas y que de algún modo extraño nos mueven algo por dentro, quizá la pura nostalgia... que sé yo.</span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><br /></span></div><div style="font-family: Georgia, serif; font-weight: normal; "><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA">Pero de lo que no hay duda, es de que a pesar de que no estamos en nuestros mejores momentos, los 45 segundos diarios del anuncio de VISIONLAB y la sonrisa que nos provoca, eso... no nos lo quita nadie.</span></div><div style="font-weight: normal; "><br /></div><span><iframe width="560" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/d1K_SdwnaEQ?rel=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></span><div><span><br /></span></div><div><span>Y ahí va, como no, la versión original. No creo equivocarme mucho si adivino a qué generación pertenecen los creativos del anuncio :)</span></div><div><br /></div><iframe width="420" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/8syJyFwBahc?rel=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-33578767787625132622011-12-17T18:08:00.007+01:002011-12-17T18:29:55.947+01:00Antes de que se pasen... Felices Fiestas!!<a href="http://2.bp.blogspot.com/-fKFhhjKo4l4/TuzMnZtaxlI/AAAAAAAABSc/kwPA5HXJvnA/s1600/Navidad%2B1970%2B%25282%2529.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 225px; height: 320px;" src="http://2.bp.blogspot.com/-fKFhhjKo4l4/TuzMnZtaxlI/AAAAAAAABSc/kwPA5HXJvnA/s320/Navidad%2B1970%2B%25282%2529.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5687145406750443090" /></a>Me habría gustado disponer del tiempo necesario para hacer una entrada dedicada a las fiestas navideñas. Incluso tenía pensada una elaborada historia para esta ocasión. Pero el problema es que ando apretadísimo de compromisos laborales y fechas de entrega; que sí mi profesión estuviese pensada para la especie humana, tanta presión sería denunciable, pero como representa que me dedico a lo que me gusta, pues a correr toca, no vaya a ser que no pueda cumplir con mis compromisos y se destruya el mundo y con él, toda la humanidad. Hay que joderse; yo quería trabajar en esto de escribir y dibujar precisamente porque no me gustan ni el trabajo, ni las obligaciones ni las responsabilidades. “No te gustan?” me preguntó una voz de entremedio de unas nubes en las que los rayos del sol se habían ensartado como lanzas. “Pues toma trabajo, obligación, responsabilidad... y jódete!”, concluyó.<br /><br /><a href="http://4.bp.blogspot.com/-Kr9k-BqhNAM/TuzM6SsUtWI/AAAAAAAABSo/xWxeyCHOsO8/s1600/Navidad%2B1970%2B%25281%2529.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 220px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-Kr9k-BqhNAM/TuzM6SsUtWI/AAAAAAAABSo/xWxeyCHOsO8/s320/Navidad%2B1970%2B%25281%2529.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5687145731284317538" /></a>Así que me he limitado a buscar por internet algunas imágenes representativas de estos días; eso si... imágenes correspondientes a las navidades de 1970, que he pensado que son las que le quedan mejor a este blog.<br /><br />De modo que la elaborada historia que no he podido elaborar, pues quién sabe; quizá para el próximo año. Total... en este pequeño espacio cibernético-cósmico-virtual... no pasa el tiempo.<br /><br />Me sumerjo de nuevo en mi tarea para terminar de escribir algo, de lo que ya informaré en su debido tiempo, pero no sin antes desear a todo espíritu setentero y demás hierbas que transiten por este rincón, una Feliz Navidad y un próspero 1970.<br /><br /><a href="http://3.bp.blogspot.com/-5DJn70JhUYU/TuzNcFDEF4I/AAAAAAAABS0/QM31IKgrXiA/s1600/367322.jpg"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 219px;" src="http://3.bp.blogspot.com/-5DJn70JhUYU/TuzNcFDEF4I/AAAAAAAABS0/QM31IKgrXiA/s320/367322.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5687146311737153410" /></a>Que los Reyes Magos se tiren el rollo, que la crisis os sea leve, que Papá Noel sea un cachas (para las chicas), o una exuberante y recauchutada rubia tetuda (para los chicos) y que si no tiene a bien dejar nada a los pies del árbol de Navidad, cuanto menos se marque un striptease al calor de la chimenea de vuestros hogares, os levante la moral, y todo lo que sea necesario levantar para que, a pesar del paro y de los políticos que tenemos, seáis lo más felices posible... e incluso más.<br /><br />Felices Fiestas!!!El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-9461304285610331822011-10-20T17:09:00.006+02:002011-10-20T18:32:07.388+02:00Gran Jefe Comansi<a href="http://3.bp.blogspot.com/-3qU11DuNJ-w/TqA57lGmK6I/AAAAAAAABPw/L31nPPtS1Wk/s1600/Gran%2BJefe%2BComansi.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 247px; height: 320px;" src="http://3.bp.blogspot.com/-3qU11DuNJ-w/TqA57lGmK6I/AAAAAAAABPw/L31nPPtS1Wk/s320/Gran%2BJefe%2BComansi.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5665592026966928290" /></a><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Tú estar equivocado, Melena al Viento. Tú deber saber que dificultad no sólo ser peligro, sino que también ser oportunidad.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Y lo sé, Gran Jefe Comansi, pero... estoy acojonado.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Acojonado? Qué ser acojonado?</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Oh! Perdona Gran jefe. Acojonado quiere decir que simplemente... tengo miedo.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Tú buscar en ti a gran guerrero. Tú siempre ser gran guerrero. Por qué estar... acojonado ahora?</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Verás. El momento es muy complicado, hay pocas oportunidades, y precisamente ahora ha aparecido una de las más importantes de mi vida. Temo no saber aprovecharla, no ser merecedor de ella... y estropearlo todo.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Tu temor venir por tu atención. Tú no prestar tanta atención y tú no tener temor. Dejar fluir como agua de río.</span></p> <span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Dejar fluir, dejar fluir... como si fuese tan sencillo.</span><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span">Gran Jefe Comansi dio una profunda calada a la pipa, entornó los ojos, bizqueó, y desde allí, desde la cima de la montaña del elefante, contempló el valle, alzó su vista hacia el estrellado cielo y miró la luna. Los veloces destellos de la pequeña hoguera que nos prestaba su calor recorrían su agrietado rostro y dejaban ver, en la oscuridad de la noche, los vivos colores de las pinturas de guerra que cincelaban sus mejillas. La tez del Gran Jefe me recordaba a una piel de búfalo curtida al sol durante lustros. De sus comisuras y de los agujeros de su nariz salía lentamente el humo del peyote, que al mezclarse con el de la hoguera, dibujaba en el cielo curiosas figuras que bien hubiesen podido ser las siluetas de sus ancestros deseando comunicarse con él.</span></div><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Tú no deber quejarte como si ser niña abandonada. Tú deber recordar que terreno rocoso no necesitar de plegaria, sino de puntiagudo tomahawk.</span></p> <div><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>También lo sé, pero es mucha la presión y no me siento con fuerzas ahora. No estoy en mi mejor momento Gran Jefe, eso es todo.</span></div><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span">El aullido de un lobo a lo lejos precedió al ademán con el que el Gran Jefe me ofrecía la pipa sosteniéndola con sus brazos extendidos, las piernas cruzadas y la espalda erguida. La tomé, la acerqué a mi boca y con tímidas aspiraciones la hice humear un poco. Tosí sujetando mi garganta entre mis dedos y se la devolví. El Gran Jefe la depositó con delicadeza sobre unas piedras, colocó las manos sobre sus rodillas y fijó su mirada en mi.</span></div><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Tener que enfrentar con espíritus que perturbar tu mente, Melena al Viento. Tu miedo ser imaginado. Todos poder vencer a enemigo empleando mucho esfuerzo, pero vencer a enemigo inventado requerir de esfuerzo extra.</span></div> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Estoy algo perdido Gran Jefe. Qué puedo hacer?</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Tener miedo ser virtud del valiente. Sólo el cobarde dejarse dominar por él. Así que si querer ser fuerte como bisonte, tú no comer bisonte, tú comer lo que come él.</span></p> <p class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>... No sé por donde empezar...</span></p> <span class="Apple-style-span"><span class="apple-style-span"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">—</span></span>Empezar por combatir contra ti mismo, y esa ser la más dura de las guerras, pero la mejor de las victorias.</span><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span">El Gran Jefe Comansi se puso en pie, alzó los brazos e inició una milenaria danza dando vueltas alrededor de la hoguera y entonando una vieja plegaria.</span></div><div><span style="font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span class="Apple-style-span"><br /></span></span></span></div><div><span style="font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span class="Apple-style-span"><em><b><span style="font-size: 8.5pt; font-family: Georgia; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">“No te detengas en mi tumba a llorar no estoy allí.</span></b></em><b><span style="font-size: 8.5pt; font-family: Georgia; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; "><br /><em>Soy ahora una de las brisas que soplan.</em><br /><em>Soy el brillo del diamante en la nieve.</em><br /><em>Soy la luz del sol en el grano maduro y soy la suave lluvia del otoño.</em><br /><em>Cuándo te despierte en la mañana una ráfaga de aire.</em><br /><em>Soy yo.</em></span></b><span style="font-size: 10pt; font-family: Georgia; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; "><br /></span><em><b><span style="font-size: 8.5pt; font-family: Georgia; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">Soy yo la gentil brisa que se levanta en círculos con el vuelo reposado de los pájaros.</span></b></em><span style="font-size: 10pt; font-family: Georgia; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; "><br /></span><em><b><span style="font-size: 8.5pt; font-family: Georgia; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; ">Soy una de las tenues estrellas que brillan en la noche.</span></b></em><b><span style="font-size: 8.5pt; font-family: Georgia; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; "><br /><em>No te detengas en mi tumba a llorar. No estoy allí. No he muerto”.</em></span></b></span></span></span></div><div><span style="font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span class="Apple-style-span"><b><span style="font-size: 8.5pt; font-family: Georgia; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; background-position: initial initial; background-repeat: initial initial; "><em><br /></em></span></b></span></span></span></div><div><span style="font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman";mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language:ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span class="Apple-style-span"><span style="font-size: 8.5pt; font-family: Georgia; background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: white; " ><em>Créditos Imagen: Gran Jefe de Comansi. Colección particular.</em></span></span></span></span></div>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-30761906429182613342011-10-06T20:37:00.010+02:002011-10-07T10:11:11.543+02:00Mi querida Srta. Pepis.<a href="http://1.bp.blogspot.com/-pdnSHUuA1SA/To32LJP194I/AAAAAAAABPo/P8v06tFfLUo/s1600/Srta%2BPepis.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 154px;" src="http://1.bp.blogspot.com/-pdnSHUuA1SA/To32LJP194I/AAAAAAAABPo/P8v06tFfLUo/s320/Srta%2BPepis.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5660450977995945858" /></a><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: rgb(255, 255, 255); "><span class="Apple-style-span">M</span><span class="Apple-style-span">i vecina Maria Dolors era una auténtica genio con eso del Tricomarc. Resultaba alucinante verle tejer aquellos vestiditos, bufandas y ponchos para sus muñecas. Combinaba los colores a la perfección y tan pronto hacía rayas, como cuadros, como delicadas cenefas en los bordes de toda aquella ropita de juguete. Maria Dolors presumía de sus muñecas y de cómo las llevaba vestidas.</span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); background-color: rgb(255, 255, 255); ">Yo me sentaba a su lado sin decir nada, ni palabra. Contemplaba el modo en como se manejaba con el ganchillo, las agujas de tejer y aquellos extraños bastidores de distintos colores y tamaños que habían en el interior de su caja del Tricomarc de la Srta. Pepis.</span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); background-color: rgb(255, 255, 255); "></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Toma, prueba —me decía a la vez que me daba el ganchillo y un ovillo de lana.</span></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Yo? Quita, quita! Te has vuelto loca? —le respondía.</span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff"><span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">Eso de tejer era de niñas, y cualquier amigo mío que me viese haciendo bufanditas para muñecas, no hubiese dudado un solo instante en contarlo por todo el barrio y en convertirme en el marica más grande del mundo mundial.</span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff"></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">—<span>Así no. La lana por encima del dedo, y ahora... una vuelta —me enseñaba ella que jamás perdió la paciencia conmigo a pesar de que fui muy mal alumno.</span></span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff"><span></span></span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">Otro día Maria Dolors se presentaba en mi casa para jugar conmigo. Yo le abría la puerta y allí estaba ella, con el uniforme del colegio de las monjas, pintada como un cuadro, con sombra azul sobre los párpados, carmín rojo en los labios y unos coloretes rosados que le daban el aspecto de haberse bebido media botella de tintorro.</span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff"></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">—<span>Jugamos? —me preguntaba.</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><span><span><span><span><span><span><span><span> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Vale. A qué?</span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-AOKtt9H0228/To31uB4Bo7I/AAAAAAAABPY/zGqw41-wyWU/s1600/tricomarc%2B01.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 282px;" src="http://1.bp.blogspot.com/-AOKtt9H0228/To31uB4Bo7I/AAAAAAAABPY/zGqw41-wyWU/s320/tricomarc%2B01.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5660450477800793010" /></a></p></span></span></span></span></span></span></span></span><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span style="background: #ffffff">Yo no había reparado en que bajo el brazo traía su juego de maquillaje de la Srta. Pepis. Una enorme caja que a mi me daba cierto miedo ya que en ella había una cara en forma de máscara que servía para probar todos los potingues que incluía el set.</span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span style="background: #ffffff"></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span style="background: #ffffff">—<span>Pues a qué va a ser? Nos vamos a tu habitación, y yo te pinto.</span></span></span></span></span></p><span><span> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>A mi? Quita, quita! Te has vuelto loca?</span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff"><span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">Y así Maria Dolors probaba qué tono de base de maquillaje le iba mejor a mi piel, y resaltaba mis labios con ese rojo carmín que sabía a rayos.</span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff"></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">—<span>Por qué no pintas esa cara que va en la caja? —le preguntaba.</span></span></span></span></span></span></span></p><span><span><span><span> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Esa cara es un timo. La pintura no coge bien. Es imposible pintarla.</span></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Y a tu hermana? Por qué no pintas a tu hermana?</span></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Mi hermana es un chicazo y pasa de esto. No quiere saber nada de maquillajes ni de cosas de esas —y añadía—. Ahora estate quieto que te voy a pintar los ojos.</span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff"><span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">Alguna vez había ido yo a jugar a casa de Maria Dolors. Nos sentábamos en la alfombra que había en su habitación a los pies de su cama y leíamos tebeos hasta que se cansaba, se levantaba y se ponía a escribir en su mesita.</span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff"></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">—<span>Se puede saber qué escribes? —le preguntaba.</span></span></span></span></span></span></span></p><span><span><span><span> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>pues una carta —me respondía.</span></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Una carta? A quién?</span></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>A la Srta. Pepis —contestaba ella dejando de escribir por un instante y lanzándome un contrariado ademán con el que me indicaba que la estaba desconcentrando.</span></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Pero... La Srta. Pepis existe?</span></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Pues claro que existe! —respondía Maria Dolors dejando el lápiz en su plumier, obligándome a levantarme de la alfombra y acercándome a su mesita.</span></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Mira. Lo ves? En las cajas de sus juguetes hay estas cartas para que le escribamos y le hagamos consultas.</span></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Oh, vaya! Y qué le escribes?</span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff"><span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">Maria Dolors se hacía la interesante, apretaba sus labios, ladeaba su cabeza, encogía sus hombros y con cierto aire de suficiencia me respondía:</span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff"></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">—<span>Nada... cosas de chicas. Toma. Quieres escribirle una carta?</span></span></span></span></span></span></span></p><span><span><span><span> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff">—<span>Yo? Quita, quita! Te has vuelto loca?</span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff"><span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">Recuerdo que un mediodía, al regresar mi padre del trabajo y recoger la correspondencia del buzón de la escalera, subió a casa y me dijo que había una carta para mí. Su cara fue un auténtico poema.</span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff"></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">—<span>Toma, tienes una carta del consultorio de... la Srta. Pepis.</span></span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff"><span></span></span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span><span><span><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">Acto seguido hizo carraspear su garganta, miró a mi madre con desconcierto y ambos se encerraron en la cocina. Yo abrí mi carta alucinado. Era cierto... la Srta. Pepis... existía!</span></span></span></span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-78uLW9KerkU/To32Dd8_tgI/AAAAAAAABPg/q4JptKklvHY/s1600/tricomarc%2B02.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 240px; height: 320px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-78uLW9KerkU/To32Dd8_tgI/AAAAAAAABPg/q4JptKklvHY/s320/tricomarc%2B02.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5660450846115083778" /></a></p></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span><p style="margin-bottom: 0cm"><span style="background-image: initial; background-attachment: initial; background-origin: initial; background-clip: initial; background-color: rgb(255, 255, 255); "><i><span class="Apple-style-span">“<span>Querido Sergi;</span></span></i></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="background-color: rgb(255, 255, 255); "><i><span class="Apple-style-span">Es muy normal que tu vecina Maria Dolors no quiera jugar contigo ni con cochecitos, ni con los Madelman, ni a guerras con tus soldaditos de Monta-Plex. Ten en cuenta que es una niña y que sus juegos, así como su modo de ver la vida son distintos a los tuyos.</span></i></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="background-color: rgb(255, 255, 255); "><i><span class="Apple-style-span">De todos modos, y a pesar de que te quejas de ese tiempo de juego que compartes con ella, me alegra saber que accedes a tejer con su Tricomarc, a dejarte maquillar con su juego de maquillaje, e incluso a escribirme cartas. Quizá no se trate de los juegos más adecuados para un niño, pero dice mucho de lo buen amigo que eres, y estoy segura de que Maria Dolors, cualquier día de estos, jugará contigo a cosas que te gusten más.</span></i></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="background-color: rgb(255, 255, 255); "><i><span class="Apple-style-span">Me he alegrado mucho de recibir tu carta y espero haberte sido útil en tu consulta.</span></i></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span><span style="background: #ffffff"><i>Quedo a tu entera disposición para cuanto desees. Recibe un cordial saludo:</i></span></span></p> <p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="background-color: rgb(255, 255, 255); "><i><span class="Apple-style-span">La Srta. Pepis”</span></i><span class="Apple-style-span">.</span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="background-color: rgb(255, 255, 255); "><span class="Apple-style-span"></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span"><span><span><span style="background: #ffffff">Pasó mucho tiempo hasta que volví a ver a Maria Dolors. La vida tiene estas cosas. Recuerdo que fue una noche en la que yo estaba haciendo cola para entrar a un teatro de Barcelona. Ella paseaba por la calle con un niño en un cochecito y acomapañada de una amiga. Nos miramos, nos reconocimos y rapidamente nos dimos un cálido abrazo. En el breve tiempo que pudimos conversar antes de que yo tuviese que sacar mis entradas en taquilla, me comentó que el niño del cochecito era su sobrino, es decir; el hijo de esa hermana que según ella, era un chicazo. Su acompañante, Carmen se llamaba, era su novia con la que vivía felizmente desde hacía tres años. Recordamos juntos aquellas tardes de juegos en su casa o en la mía. Me confesó que yo fui el primer y único chico con el que jugó a médicos; evidentemente con el maletín de enfermería de la Srta. Pepis y del modo más inocente del mundo. Finalmente nos despedimos para no volver a reencontrarnos jamás. Ya saben... la vida tiene estas cosas.</span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span"><span><span><span style="background: #ffffff"></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">Me alegró mucho ver a Maria Dolors. Me gustó verla bien, y me dio que pensar en lo afortunados que somos.</span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span"><span><span><span><span><span style="background: #ffffff"></span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span"><span><span><span><span><span><span><span style="background: #ffffff">Crecimos en una España de libertades reprimidas, de colegios de monjas, de uniformes, de clases de labores del hogar, de juguetes de la Srta. Pepis... pero a pesar de todo, Maria Dolors fue capaz de hacerle frente a la vida tomando sus decisiones del modo más natural.</span></span></span></span></span></span></span></span></p><p style="margin-bottom: 0cm"><iframe width="480" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/NeGz3CnLHkA?rel=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe></p><br /><i><span class="Apple-style-span">Créditos Imágenes: 1) Logo de juguetes de la Srta. Pepis. 2 y 3) Tricomarc de la Srta. Pepis. Colección particular.</span></i>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-38337237165813803352011-10-04T12:07:00.009+02:002011-10-07T10:03:00.314+02:00El boli BIC<a href="http://2.bp.blogspot.com/-jhmK3Q1_140/TorbIjeXUeI/AAAAAAAABO4/LzdSWZ5xM2Q/s1600/Bic%2BLogo.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 147px;" src="http://2.bp.blogspot.com/-jhmK3Q1_140/TorbIjeXUeI/AAAAAAAABO4/LzdSWZ5xM2Q/s320/Bic%2BLogo.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5659576821752484322" /></a><br /><span class="Apple-style-span"><span><span class="Apple-style-span">L</span></span><span style="font-size: 12pt; ">os abrumadoramente baratos bolígrafos de la marca Bic, o más popularmente llamados “<i>boli Bic</i>”, nos convirtieron en unos auténticos ninjas preadolescentes.</span></span><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span"><span style="font-size: 12pt; ">De las películas de <b>Bruce Lee</b>, así como de otras de artes marciales en general que se pusieron muy de moda por la década setentera; películas llamadas “de chupilais”, aprendimos que un ninja era un ser entrenado para la guerra y que él sólo se bastaba para sobrevivir ante cualquier adversidad, así como para eliminar a todo tipo de enemigos, siendo capaz de improvisar un arma mortífera con cualquier objeto que cayese en sus manos. Habitualmente los ninjas iban provistos de ciertos elementos letales del estilo de: una katana, estrellas ninja, luchacos, etc. Toda esa parafernalia nos mostraba a esos guerreros ninja como a unos auténticos aficionados a nuestro lado. Un escolar con bata a rayas y <i>zapatos Gorila</i> no necesitaba ninguna de esas armas para convertirse en un verdadero samurai, ya que en aquellas aulas que olían a goma <i>Milan de nata</i> y a <i>Filvit champú</i>, ser poseedor de un <i>boli Bic</i> era como tener todo el poder en nuestras manos.</span></span></div><div><span class="Apple-style-span"><br /></span></div><a href="http://4.bp.blogspot.com/-U8xQB-Hqg0E/TorbU3gc6BI/AAAAAAAABPA/M-jXgRFzIek/s1600/Boli%2BBic.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 320px; height: 226px;" src="http://4.bp.blogspot.com/-U8xQB-Hqg0E/TorbU3gc6BI/AAAAAAAABPA/M-jXgRFzIek/s320/Boli%2BBic.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5659577033288378386" /></a><span style="font-size: 12pt; ">Qué contar de un boli inventado en Clichy, una pequeña localidad al norte de París por <b>Marcel Bich</b> y por allá el año 1945 recién terminada la Segunda Guerra Mundial. Cómo olvidar sus múltiples utilidades como por ejemplo, la de convertirle en una funcional chuleta tallando delicadamente su cuerpo hexagonal de plástico “que no rueda en la superficie de la mesa” con la aguja de un compás para recordar/copiar aquellos temas duros de aprender. O bien los recreos en los que nuestro <i>boli Bic</i> era transformado en una cerbatana con la que lanzábamos pelotitas de papel mojado con saliva o granos de arroz. Para ello bastaba con sacar la mina, ambos capuchones y el simple boli pasaba a ser una potente arma de asalto. También fue el mejor elemento antiestrés cuando, en los exámenes, lo devorábamos propinándole pequeños bocados y lo esculpíamos compulsivamente con nuestros dientes.</span><div><span style="font-size: 12pt; "><br /></span></div><div><span style="font-size: 12pt; "><span style="font-size: 12pt; ">Ya en la adolescencia, utilizábamos el <i>boli Bic</i> para rebobinar las cintas sin necesidad de gastar las pilas de nuestros magnetófonos, e incluso pudimos leer a través de algún medio que algunos servicios de espionaje lo habían utilizado para colocar en su capuchón un negativo y fotografiar documentos secretos de esos que son capaces de poner en jaque al gobierno de un país. O que incluso, algún médico lo lleva en el bolsillo de su bata blanca para practicar traqueotomías de urgencia.</span></span></div><div><span style="font-size: 12pt; "><span style="font-size: 12pt; "><br /></span></span></div><div><span style="font-size: 12pt; "><span style="font-size: 12pt; "><span style="font-size: 12pt; ">Una joya que... Ah! Se me olvidaba!... Servía también para escribir.</span></span></span></div><div><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><span style="font-size:12.0pt;font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman";mso-ansi-language:ES;mso-fareast-language: ES;mso-bidi-language:AR-SA"><br /></span></span></span></div><iframe width="480" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/QvABm3Jkras?rel=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2135002098160970911.post-31418632342437252602011-09-23T22:17:00.025+02:002011-09-26T10:31:08.569+02:00Del pantalón corto, a los Blue Jeans<a href="http://2.bp.blogspot.com/-UOI2xyxB8oU/TnzqKPav_WI/AAAAAAAABNs/PWVEuyrejh0/s1600/Moda%2BInfantil%2Ba%25C3%25B1os%2B70.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 260px; height: 320px;" src="http://2.bp.blogspot.com/-UOI2xyxB8oU/TnzqKPav_WI/AAAAAAAABNs/PWVEuyrejh0/s320/Moda%2BInfantil%2Ba%25C3%25B1os%2B70.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5655652693728820578" /></a><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span">N</span>o era necesario tener incrustado un tripi en el hipotálamo de forma perenne -como en el caso de <b>Ágata Ruiz de la Prada</b>-, para pasarse el día flipando un mundo en colores de gigantescos rombos, corazones o floripondios. No pedíamos tanto. Bastaba con un poco de caridad cristiana de esa que tanto nos enseñaban con aquello del Domund. Bastaba con tener una pizca de compasión por aquellos niños y niñas de los 60’s y de principios de los 70’s a quienes la moda infantil... nos marcó de por vida.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">Tampoco pedíamos un derroche de creatividad. Creo, que con un poco de sentido común hubiésemos tenido de sobras. Porque, vamos a ver; por más frío que hiciese en los inviernos de aquellos años en blanco y negro, no era de recibo enfundar a un niño en un verdugo de lana del que únicamente nos asomaban, y a duras penas, los ojos, la nariz y cuatro pelos del flequillo. Los pobres niños que llevaban gafas parecían buzos en descompresión con los cristales entelados por culpa de su propia respiración, y lo que no iban a hacer los pobres, encima... era dejar de respirar, así que iban dándose topetazos contra los semáforos y las farolas que encontraban camino de la escuela. Los colores de los verdugos se limitaban al marrón oscuro, negro o azul marino, que ni tan sólo eran atractivos ni vistosos, así que parecíamos pequeños terroristas cargados con dinamita en nuestra cartera escolar.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">Estaban también los jerséis de cuello de cisne, en los mismos colores que los verdugos, pero además en: blanco, rojo, granate y en un horripilante azul cielo. Generalmente, y por aquella manía materna de que “teníamos frío”, los jerséis de cuello de cisne nos los ponían debajo de un suéter de lana estampado en rombos y con el cuello de pico. Lo peor de todo, era que esos suéters nos los tejían las abuelas en esas largas tardes de seriales radiofónicos, y claro... Quién le decía a la yaya que no nos gustaba ese suéter y que no nos lo íbamos a poner? Las yayas todo lo hacían con amor aunque, a veces, se tratase de cosas verdaderamente horribles.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">Para ganarle la batalla al frío nuestras madres nos hacían llevar, además, una trenca de tres cuartos (a veces con capucha incluida), y cuyos botones eran una especie de pequeños cuernos de madera. Jamás entendí el por qué de que los botones tuviesen forma de cuerno, pero era así. En aquellos tiempos todo era “así”... bastante inexplicable. Tanto, que no contentas aún con nuestra indumentaria, nos enrollaban una bufanda al cuello y nos encasquetaban unos guantes. El frío lo tenía difícil, a no ser, claro está... por un pequeño detalle:</p><p style="margin-bottom: 0cm"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-549gzGPacV8/TnzqpPQoasI/AAAAAAAABN0/3mE5MDOnNbA/s1600/001.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 229px; height: 320px;" src="http://3.bp.blogspot.com/-549gzGPacV8/TnzqpPQoasI/AAAAAAAABN0/3mE5MDOnNbA/s320/001.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5655653226262325954" /></a></p><p style="margin-bottom: 0cm">Consistía en una especie de ley no escrita en la que era, casi obligado, que los niños llevásemos pantalón corto. Madres y abuelas estaban convencidas de que nosotros no sentíamos frío en las piernas, de modo que esa parte de nuestra anatomía, a pesar de las previsiones tomadas con el resto de nuestro cuerpo, quedaba ahí, al aire, sometida a la intemperie y a las inclemencias del tiempo. Curiosamente, en verano, cuando nos llevaban al campo, nos ponían pantalones largos de pana marrón para que no nos pinchásemos con las ortigas, pero en los días de cada día, incluso en invierno, el pantalón corto era de necesidad vital.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>Qué te pasa cielo? <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>preguntaban las madres cuando nos llevaban al colegio.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>Que tengo frío <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>respondíamos.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>Frío?! Pero si llevas el verdugo, la bufanda el cuello de cisne, el suéter y la trenca!!! <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>se extrañaban ellas sin entender que al tener frío en las piernas, lo sentíamos en todo nuestro cuerpo.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>Ya, lo sé, mamá, pero... tengo frío <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>insistíamos nosotros.</p><br /><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—<span class="Apple-style-span" style="color: rgb(0, 0, 0); line-height: normal; ">Pues hala hijo!... no se hable más –y con un gesto maternal... nos colocaban la capucha de la trenca por encima del verdugo de lana.</span></span><p></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="background-color: rgb(255, 255, 255); "></span></p><p style="margin-bottom: 0cm">Los modelos de pantalón corto tampoco eran propios de ninguna “<i>Fashion Week</i>”. Se limitaban a un modelo que era muy, muy corto, liso o con cuadritos, o a otro modelo ligeramente más largo (por encima de las rodillas), de una especie de tergal y que generalmente no tenía ningún tipo de estampado. Se había llegado a ver a niños con el suéter de cuello de pico estampado en rombos y con los pantaloncitos muy cortos con el estampado de cuadros, que más que ir al cole, parecía que tenían audición para presentarse a un casting en el <i>Circo Ringling</i>.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-2axHpFp3yYU/Tnzq9mt-vVI/AAAAAAAABN8/feBW9CsCUZk/s1600/02.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 183px; height: 320px;" src="http://3.bp.blogspot.com/-2axHpFp3yYU/Tnzq9mt-vVI/AAAAAAAABN8/feBW9CsCUZk/s320/02.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5655653576156822866" /></a></p><p style="margin-bottom: 0cm">Pero lo mío con los pantalones cortos ya era para alucinar. Les contaré que de pequeño tuve el complejo de tener las piernas extremamente delgadas. Detestaba mostrar unas piernas que eran poco más que unas escuálidas canillas con unas rodillas que sobresalían y que parecía que querían llegar a los sitios antes que yo. “Rodillas de guerrero” les llamaba, por esa similitud que guardaban con el complemento metálico y puntiagudo que los caballeros medievales llevaban en sus armaduras para proteger sus rótulas de los ataques enemigos. Pues pese a eso, aún y con mis canillas escuálidas y mis rodillas de guerrero, tenía que llevar pantalón corto y andar por ahí ofendiendo las sensibilidades de todos cuantos me mirasen las piernas.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">Se decía (cosas de madres y abuelas) que había que llevar pantalón corto hasta una vez hecha la primera comunión. Yo creo que todo fue un invento de la iglesia para que, aún que sólo fuese por eso, deseásemos hacerla. Y vaya que si lo deseábamos! A quién no le gustaba recibir una hostia? Pero por encima de todo, y más que por quitarnos de encima el pecado original, o recibir en nuestro ser al cuerpo de Cristo, deseábamos hacer la primera comunión para, por fin! De una vez por todas, librarnos para siempre de nuestro pantalón corto.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">También había quien mantenía a sus hijos en pantalón corto hasta terminada la E.G.B y a punto de comenzar el bachillerato. Eso era con los 14 años cumplidos, así que la humillación de esos pobres críos debería de ser para echarse a llorar. Quizá mis padres me hubiesen hecho llevar pantalón corto hasta ese punto, pero afortunadamente, salí rebelde y juré sobre mi libro de catecismo escolar, que después de la comunión, el pantalón corto sería historia.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">Así que la primera comunión se convertía para muchos en una auténtica “puesta de largo”. No fue mi caso. Algunos hacían la comunión vestidos de marinero y llevaban su flamante pantalón largo en color blanco. Otros, la hicimos con el uniforme de la escuela que consistía en: camisa, corbata, americana con el escudo del colegio cosido en la pechera, y ... pantalón corto.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-VFXKNw23sN0/TnzrTj-4JDI/AAAAAAAABOE/IJi4OHFvdXU/s1600/003.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 250px; height: 320px;" src="http://1.bp.blogspot.com/-VFXKNw23sN0/TnzrTj-4JDI/AAAAAAAABOE/IJi4OHFvdXU/s320/003.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5655653953379509298" /></a></p><p style="margin-bottom: 0cm">Mis rodillas de guerrero y yo nos acercamos al altar (ellas llegaron antes que yo) para recibir la sagrada forma. El cura me santiguó con ella y la introdujo en mi boca (la sagrada forma... se entiende), me fui otra vez hacia el banco de la iglesia en ordenada fila con mis compañeros, y todos nos sentamos a rezar y a esperar que la hostia bendita se diluyese en nuestra boca. Se suponía que el día de la primera comunión era un día emocionante, y a decir verdad; para mi lo fue, ya que en casa me estaban esperando unos maravillosos Blue Jeans que serían estrenados al día siguiente sin más demora.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">La primera sensación con mis pantalones vaqueros puestos no fue muy buena. Los tejanos no me quedaban como a <b>James Dean</b> o al detective <i>Starski</i> de la serie de TV, o como a los “<i>Jets</i>” o los “<i>Sharks</i>” de la película <i>West Side Story</i>. No se ceñían a mi piel ni marcaban mis formas, al contrario; me quedaban un poco como los que se llevan de moda ahora, sólo que en esa época... no estaba de moda llevar los pantalones al estilo “cagao” y con las perneras anchas. Vamos, que en mis tejanos cabíamos un amigo mío y yo, y ese no era el plan.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">Qué se podía esperar de un niño con vaqueros, pero con canillas escuálidas y rodillas de guerrero?.</p><p style="margin-bottom: 0cm">Un día descubrí que mis pantalones tejanos me quedaban bien los jueves. Resulta que en la escuela a la que yo iba por esas fechas, los jueves era el día que a primera hora de la mañana hacíamos gimnasia. Con el fin de que no nos demorásemos mucho en el vestuario y de que la clase se iniciase lo antes posible, nos obligaban a salir de casa con el chándal puesto, pero para que tampoco se nos viese paseándonos con ropa de deporte por la calle (no estaba demasiado bien visto entonces), había que camuflarlo debajo de la ropa de calle. Es decir; que en verano era un auténtico morirse de calor por eso de llevar el pantalón del chándal debajo del vaquero y la chaqueta puesta. Pero en invierno... el verdugo, la camiseta de deporte, la chaqueta del chándal, la trenca, la bufanda, el pantalón del chándal, el vaquero la bufanda y los guantes. A veces pienso que si los niños de esa generación aguantamos eso, estamos preparados para aguantarlo todo.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-k5_9jqG2PcI/Tnzrjx8YuWI/AAAAAAAABOM/OqctawTi7ds/s1600/Lois%2B70%2527s.jpg" onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}"><img style="float:left; margin:0 10px 10px 0;cursor:pointer; cursor:hand;width: 232px; height: 320px;" src="http://2.bp.blogspot.com/-k5_9jqG2PcI/Tnzrjx8YuWI/AAAAAAAABOM/OqctawTi7ds/s320/Lois%2B70%2527s.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5655654232005065058" /></a></p><p style="margin-bottom: 0cm">A pesar de lo engorroso de la situación, los jueves me quedaban los vaqueros que ni pintados. El “relleno” del chándal por debajo suplía la falta de carnes y me convertía en un auténtico chico <i>Blue Jeans</i>. Pocos días pasaron hasta recibir una bronca monumental por parte de mi madre, que al buscar el pantalón de mi chándal para ponerlo a lavar, y no dar con él, ni en lunes, ni martes, ni miércoles... finalmente descubrió el pastel.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">Con chándal y sin él, llevé esos vaqueros hasta que se cayeron a pedazos, e incluso cuando se empezaron a agujerear de la parte de las rodillas por jugar a las canicas o al churro, mi abuela me cosió unas rodilleras de escai que tapaban el agujero y dejaban los pantalones como nuevos. Así que aún y hechos polvo, los seguí llevando. Cualquier cosa antes que protestar por esos vaqueros que no me gustaban, y menos aún después de la guerra que había dado para que me los comprasen.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">Afortunadamente llegó la adolescencia. Mamá y la yaya se dieron cuenta de lo resistentes y sufridos que eran unos pantalones como esos, hasta el punto de que ya toda la familia llevábamos vaqueros como si se tratase de la cosa más normal. El problema era que durante la adolescencia, los cambios a los que se vio sometido mi cuerpo fueron alarmantes. Una mañana me despertaba y tenía los brazos más largos de lo normal. Otra mañana la nariz se había convertido en una patata llena de granos. Las piernas crecían de una manera anárquica sin pedir permiso ni guardar relación o proporción alguna con el resto del cuerpo, y así... no había quien se pudiese comprar unos vaqueros decentes, o cuanto menos, quien fuese capaz de mantenerse quieto dentro de ellos. La yaya estaba harta de subir dobladillos para tener que volver a bajarlos a los pocos días. Esas piernas que ya no eran tan delgadas y esas rodillas que ya no eran de guerrero, empezaban a sentirse apretadas dentro del pantalón, y eso molaba. Vaya que si molaba! Lo más de lo más era comprar unos vaqueros que ya de nuevos, pareciese que nos venían pequeños. Cuando tenía que aguantar la respiración y meter barriga para poder abrocharlos y salía del probador como envuelto en un mar de sudor, significaba, invariablemente, que esos vaqueros eran los buenos y los que había que comprar.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><iframe width="480" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/OkQ1qqc-Uxo?rel=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>Pero hijo... te van muy prietos. Quieres decir? <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>preguntaba mamá que esperaba pacientemente fuera del probador a que me probase un par de docenas de marcas y modelos distintos.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>Si mama. Quiero estos! <span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>respondía con seguridad.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><span class="Apple-style-span" style="color: rgb(51, 51, 51); font-size: 13px; line-height: 20px; background-color: rgb(255, 255, 255); ">—</span>Pues hala hijo!... no se hable más. Ya eres mayor así que haz lo que quieras.</p><p style="margin-bottom: 0cm"></p><p style="margin-bottom: 0cm">Y sí! Ya era mayor. Rondaban los años 1978, 1979, y con 14 y 15 años, estaba llevando mi transición personal de la adolescencia a la juventud, de un modo paralelo a la transición que estaba llevando el país de la dictadura a la democracia. Todo empezaba a dejar de ser en blanco y negro y daba paso al color, al azul de los <i>Blue jeans</i> y a los anuncios de pantalones tejanos que se podían ver por televisión y que empezaban a mostrarnos a chicas con ropa ceñida en un mundo diferente y absolutamente nuevo. Un mundo en color... aunque costase respirar dentro de los vaqueros.</p><p style="margin-bottom: 0cm"><iframe width="480" height="360" src="http://www.youtube.com/embed/JhSdwM7lUQA?rel=0" frameborder="0" allowfullscreen=""></iframe><br /></p><p style="margin-bottom: 0cm"><i><span class="Apple-style-span" >Créditos imágenes: 1) Ilustración de Sergi Càmara. 2, 3, 4) Fotografías de infancia del Kioskero del Antifaz. 5) Cartel publicitario de pantalones tejanos Lois años 70's.</span></i></p><p style="margin-bottom: 0cm"><i><span class="Apple-style-span" >Vídeos: 1) Anuncio de tejanos Lois, modelo juvenil. Año 1967. 2) Selección de anuncios de vaqueros setenteros: Levis (Principios años 70's), Jeans Cimarrón (1978), Grin's (1978), Lois (1979), Marlboro Jeans (1979). </span></i></p>El Kioskero del Antifazhttp://www.blogger.com/profile/15626230400677976742noreply@blogger.com11