sábado, 28 de febrero de 2009

La Casa del Reloj

El primer programa infantil que recuerdo fue el de “Los Chiripitifláuticos”que se emitió entre 1966 y 1970. No obstante, en 1971 apareció “La casa del reloj” a partir del cual, la salida del cole y el pan con chocolate, nunca volvieron a ser lo mismo para mi. Sin duda “La casa del reloj” fue especial durante un periodo comprendido entre mis 6 y 9 años de edad ya que en 1974 desapareció de la programación de Televisión Española.

Los guionistas fueron Encarnación Martinez y Lolo Rico (autor posteriormente del mítico “La bola de cristal”), Miguel de la Hoz como realizador y Manuel García a cargo de la música.

Cuando en la intro de presentación la voz en off decía: “Entramos en la casa del reloj”, recuerdo con asombrosa nitidez cómo yo entraba de manera literal y a partir de ese momento me dejaba seducir absolutamente por los trabajos manuales que hacían los presentadores, los juegos, el modo en cómo nos enseñaban a usar el calendario a través de uno muy curioso compuesto por un bastidor en el que se hallaban tres rectángulos adornados con los divertidos dibujos de unos gusanos; al girar cada uno de los rectángulos, alguno de los presentadores del programa nos enseñaba los días de la semana y el número de día y mes del año.

El programa, como no, contaba con tres muñecos como máximos protagonistas (en aquellos tiempos, eso de que en un programa infantil hubiesen marionetas o muñecos... era novedoso!), los personajes eran: Marta, una muñeca de trapo con coletas, Poppy, una especie de calabaza, y Manzanillo, un burrito de trapo. Los tres, junto con los presentadores, cantaron canciones inolvidables que seguro aún resuenan en algún recóndito lugar de nuestra memoria:

“Redondo es, redondo es, redondo, re, redondo, redondo es...” Con canciones de este estilo nos enseñaban de un modo ameno las diversas figuras geométricas simples.

“Marta Poppy, Manzanillo, Marta, Poppy, Manzanillo, están cambiando las letras y las ponen del revés, porque no saben que hacer...” Y esta otra servía para que ordenásemos letras y formásemos sencillas palabras.

Y que no decir de los presentadores que posteriormente al programa continuaron sus carreras en el mundo de la televisión y en terrenos bien diversos, por ejemplo: Miguel Vila se dedicó a los programas deportivos en radio y televisión. Pedro Meyer pasó a ser años más tarde, el presentador del telediario; también fue asesor en el Ministerio de Defensa, volviendo de nuevo a la televisión, a la radio y siendo en el 2004, director de programas de Radio Nacional de España. Paula Gardoqui continuó presentando programas infantiles después de la casa del reloj, al igual que Manolo Portillo que se incorporó al programa “Un globo, dos globos, tres globos” junto con María Luisa Seco. Mercedes Ibáñez se especializó en la realización y a desempeñar un importante papel detrás de las cámaras. Y finalmente Pepa Palau que tras su aparición en el programa fundó una compañía de teatro dedicada a las representaciones para el público infantil.

La casa del reloj fue sin duda, un programa infantil que marcó las pautas para muchos de los que siguieron después, e incluso de los que se siguen haciendo hoy en día.

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