viernes, 17 de abril de 2009

Milloncete AIRGAM Super Monstruos

Cuando me operaron de las amígdalas; hace muchos, muchos años... pasé tres o cuatro días en cama recuperándome, tomando calditos, zumos y algún que otro helado. Familiares y vecinos varios pasaban por mi habitación a visitarme, para ver cómo estaba “el nene”, y ya de paso, como si pagasen una especie de aduana por venir a verme... me traían juguetitos, cuentos y un montón de cosas más procedentes de los diferentes kioscos piperos del barrio. Los chavales de hoy en día no saben lo que se pierden con eso de que en la actualidad, rara vez, les operan de las amígdalas; vale que por otra parte se ahorran el pillar de vez en cuando unas faringitis de órdago, pero en su contra sufren sus buenas amigdalitis, y por el hecho de no tener que pasar por un post-operatorio... se quedan sin visitas y sin regalos. Claro que a los niños de hoy tampoco hace falta traerles nada; en caso de que se vean obligados a pasar una temporadita en cama se enchufan a su Play Station o a su Wii, y no hay crío que valga ni familiar que se atreva a ir a verlo... Total. Para qué? Es una generación de niños que viven conectados a sus videojuegos como si de aparatos de respiración asistida se tratase, y si les hablas o les preguntas qué tal se encuentran, no sólo no te responden sino que encima te dicen que les molestas.


De mi convalecencia post-operatoria/post-amigdalítica recuerdo que lo más parecido que me regalaron mis padres a un videojuego fue el Milloncete Airgam Super Monstruos. Recuerdan el eslogan del anuncio de televisión? “Milloncete... Vaya juguete!” Y menudo juguete era el milloncete. Para variar... no tenía microchips, ni lucecitas, ni emitía más sonidos que el golpear de las bolas contra los rudimentarios timbres estratégicamente situados en la zona de juego. En pocos juguetes la sencillez y la simplicidad se hallaba dispuesta de manera más inteligente para aprovechar los limitados medios y conseguir espectaculares resultados.


Mi padre entró en mi habitación y me dio un blister que contenía cinco canicas. “Cinco canicas?” pensé yo. A pesar de ser un niño de barrio y de aprender un montón de palabras soeces en la calle, pudo más la buena educación que me dieron mis progenitores, así que miré a mi padre con una forzada sonrisa y con tremendas dificultades en el habla, esbocé un “gra-ci-as...”. Unas ganas tremendas de sacar las canicas del blister y hacérselas comer a mi padre recorrieron mis tripas. Acaso estaba uno convaleciente para eso? Para una mierda de blister con cinco canicas? Sin duda pasarían al frasco de cristal con las otras 725.850 canicas que ya habían en él, me gustaban las canicas, pero... no llevaba todo el día esperando a que mis padres regresasen del trabajo para... cinco míseras canicas!


Breves instantes después entró mi madre con una caja bastante grande. Mi padre se partía de risa. Maldita la gracia que me hacía a mi su regalo! Abrí la caja que me dio mi madre y allí estaba: El Milloncete Airgam Super Monstruos! Enseguida lo saqué, lo puse sobre mi regazo y me dispuse a jugar con él, pero... Y las bolas?

En condiciones normales mi agilidad mental es algo más eficaz, pero recién operado... El caso es que no caí en la cuenta de que las “canicas” eran las “bolas” hasta que, de nuevo, mi padre me las puso delante de las narices; graciosillo el tipo.

Total que los niños de hoy se convierten en seres en estado vegetativo delante de sus videojuegos y de sus consolas, pero... nada comparado a lo anonadado que estuve yo durante mis días de cama y con mi Milloncete Airgam. Dejé de contestar a los familiares que venían a visitarme y a preguntarme qué tal estaba, y ante cualquier insistencia por parte de ellos, les decía que me molestaban.

Es que hay que reconocer que a veces, las visitas tienen muy poca consideración con el pobre enfermo.


La casa AIRGAM fue creada por los hermanos Josep i Jordi Magrià i Deulofeu. Entre algunas de sus magistrales creaciones podemos encontrar el Electro L, los Airgam Boys y como no... los milloncetes de los cuales llegaron a fabricarse una docena de variedades distintas entre los cuales se encontraban: el milloncete piratas, el de Blancanieves, el fubolcete, el Canadá y el monstruos. Algunos de ellos llegaron a fabricarse en tres tamaños distintos.

Como curiosidad, cabe decir que el nombre de AIRGAM es el apellido de sus creadores, pero al revés MAGRIÀ.

Fotografías realizadas por el Kioskero del Antifaz de un milloncete AIRGAM Super Monstruos que compré en els Encants Vells de Barcelona. Un auténtico reencuentro con uno de mis juguetes preferidos.

14 comentarios:

María José dijo...

que suerte de regao!!!!!!! aunque pasar por el trance de la operación no tiene precio, yo a pesar de tener unas "bolas grandes" me libré de ella. Oye que gracia lo del Airgam, ¡cuanto se aprende!!

saludos

La chica dijo...

Qué bueno, a mí también me las quitaron a los cuatro años. En aquella época los médicos no se andaban con tonterías!!

J.P. -Akela dijo...

Que fantástico juguete presentas aquí también enmarcado en tu vivencia personal.
AIRGAM sin duda otra de las casas jugueteas de Barcelona, un creador más con una gran imaginación… parece hacer juguetes como los que has mencionado. Yo también una vez fui el Rey de la cama y la sala roja al poner mi madre un papel colorao en la bombilla por el tema de la viruela… No me importaba mi cara “perdigonada” de puntitos rojos… era recompensado con baratijas de kiosko. Concretamente soldaditos montaplex que se perdían entre las sabanas.

YO no tuve ningún MILLONCETE igual era algo mayor? El caso es que a mi me gustaban todos…

Anónimo dijo...

Esto es un pinball en toda regla, qué bonito¡¡ Hay que ver tu padre qué bien te pilló, estas bromas son de lo más tiernas
Qué verdad con el tema de los videoconsolas. Mi hijo si juega, y mucho, con sus gormitis, coches y playmobil, pero la niña va de la tele a la maquinita y viceversa, ya le he dicho yo que para los próximos reyes, de juguetes...cero patatero.
Bonita entrada, como todas.

Besitos. loli

Dolors dijo...

yo conservo mis amigdalas intactas y menudas bolas con placas de pus que me salían, en fin que la historia se la puedo aplicar a mi hijo mayor.
Muy chulo el milloncete, mi hermana tuvo miss airgam pero creo que no queda ninguno en casa de mis padres...

JuanRa Diablo dijo...

Divertida y nostálgica entrada. Cada vez me atrae más tu "kiosko". Pues ya ves que yo no conocí ni de lejos este Milloncete ni pasé ningún post operatorio por lo que me dejas con la impresión de que algo bueno me perdí.
Y tocas un tema que a mí me preocupa mucho. Yo también veo que los niños de hoy no flipan con los juguetes como lo hacíamos nosotros. No sólo es que parecen saturados y que no los valoran, es que además no saben jugar con ellos. Salvo, claro está, el tema de consolas y viedeojuegos. Pero no hay color. ¿Habrá marcha atrás alguna vez? ¿Volverá a valorarse lo sencillo frenet a lo complejo? ¿Volverán las oscuras golondrinas?

Un abrazo!

Valentín VN dijo...

¡Qué barbaridad! ¡Qué juguete más bonito!

El Kioskero del Antifaz dijo...

Realmente el milloncete fue un juguete estupendo como la mayoría de los que salieron de AIRGAM.

Debo reconocer que actualmente existen juguetes estupendos también. No puede ser de otro modo ya que hoy en día existe practicamente de todo, y entre ello hay cosas buenas, mediocres y definitivamente chorras. Lo que sucede es que la sencillez no destaca entre medio de tanta sofisticación tecnológica, pero... haberlos, haylos ;-)

Vicky dijo...

Yo no llegué a tener este juguete. Me acuerdo que hubo un época de mi infancia en la que nosotros mismos nos construíamos los pinball, fabricados con un tablón de madera, unas cuantas gomas, pinzas de la ropa y clavos. Que tiempos!!

Pere Magrià dijo...

Esteu molt d'hosties tots plegats ! Recony es ben be que qui no te res a fer el gat pentina....

Nosuko Friki Shop dijo...

K chuladaaaa!!! Yo tambien lo tenia!! Tenias que hacer caer a los Montruos... eran geniales. Me acuerdo que mi vecino tenia otro modelo el de futbol que iba con una porteria y un portero... creo... me vienen flashes...
Bueno, la cuestion y anecdota, es que en el comedor de mi casa los viernes por la tarde despues de "Con Ocho Basta" montabamos con mi vecino una sala de recreativas. Con los milloncetes, los juegos de agua Geyper y una hucha que era como una tragaperras. Y haciamos pagar a mi hermano y a sus amigos 5 Pesetas si querian echar una partidita... Jajaja... K os parece?

Rosaspage dijo...

Un gran premio en honor al sentido del humor de tu padre. Afortunadamente la vida está repleta de momentos geniales como ese, así como también nuestra infancia estuvo repleta de compañías como Airgam, las cuales eran capaces de crear unos juegos como el Milloncete.

Me ha encantado esta entrada :)

Luis dijo...

Hola:
Tengo este Milloncete Super-monstruos Referencia: Airgam 925-M, en muy buen estado y lo quiero vender.
Fue un regalo de Reyes Magos del año 71, creo recordar, y apenas tuvo uso, desde entonces ha estado guardado, aunque sin caja. Creo que cualquier coleccionista hará mejor uso de él que yo.

Interesados contactar en el email:
lps69@movistar.es.
Vivo en Madrid.

Gustavo Sáinz de Medrano Pargada dijo...

Buenas tardes. Como verás he tardado 5 años en contestar a tu ofrecimiento de vender el Milloncete Super-monstruos. Imagino que lo habrás vendido hace tiempo. Si no fuera así, te dejo mi mail: gustavo.sainzdmp@gmail.com. Gracias