En los setenta, pasadas las fiestas navideñas, además de las resacas y de los estómagos castigados tras los atracones típicos de estas fechas, nos quedaban los resfriados, los catarros, las narices moqueantes y un frío considerable que nos hacía empalmar un trancazo tras otro hasta bien terminado enero.
Recuerdo un anuncio radiofónico de la época de una famosa tienda de Barcelona, que decía: "En mantas, colchas y juegos de cama, la Mallorquina tiene fama". Así que lo mejor para mitigar las bajas temperaturas y el entorno hostil que reinaba en el exterior, era permanecer sumergidos en nuestras camas dejando que apenas nuestra nariz sobresaliese por entre medio de mantas y almohadones.
Lo malo del caso era que no quedaba más remedio que sacar pecho y hacer frente a nuestras obligaciones. Más que nunca había que estar en forma para seguir trabajando y recuperarnos un poco de los gastos navideños que siempre fueron considerables y bastante por encima de las posibilidades de la gran mayoría. De modo, que a los resfriados, se les sumaban unas buenas jaquecas fruto de las preocupaciones que nos esperaban para recuperarnos del gasto, y que, por si fuera poco, a partir del mes de enero todo, absolutamente todo... era un poco más caro.
Ah!... Qué resulta que ahora es lo mismo? No me digan?
Mecachis... Pues antes había una solución para todo eso, en cambio ahora... pues no sé.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Ahora soy yo el que está tosiendo y con el estómago revirado... ¡Malditas navidades! :(
Ahora que hablas de un medicamento me has recordado que el otro día me encontré una botella de linimento de Sloan's de la que supongo no hablarás por ser anterior a los 70, pero que tiene ese aspecto de objeto de anticuario tan particular.
No recuerdo haber tomado un Okal en mi vida, pero aquello de "Menos mal que tenemos Okal!, sí que lo recuerdo perfectamente.
Un saludo!
Sergi, feliz año nuevo¡¡
Bueno, pues te diré que a Dios gracias, tengo una salud envidiable, rara vez tengo gripe o catarros, eso sí, cada 3-4 años pillo placas en la garganta y ahí sí que me pongo malita. En casa de mis padres lo que había siempre eran las Aspirinas Esfervecentes, qué asquito me dan las esfervecencias. Y para las comidas navideñas, bicarbonato. No te acuerdas de aquellas rifas que sorteaban: 10 tabletas de turrón duro, 10 tabletas de turrón blando.........etc...etc....4 gallinas......y mil cosas más y al final de la lista, 10 botes de bicarbonatos, qué gracia.
Muchos besitos. Loli
Publicar un comentario